Me encontraba yo bajando las escaleras dirigiendome hacia la sala de pruebas y asi poder por fin practicar la magia que corria por mis venas pero que desde mi nacimiento esta escondida, cuando unas manos me empujaron. Pude verles las cara antes de caerme y eran elfos ¿porque no me extrañaria? Cai rodando por las escaleras hasta el recibidor. Mi cuerpo dolia como si mil palizas me hubieran dado. Era el primer dia perfecto. Primero me roban las bolsas y me amenazan y ahora me tiran por las escaleras. Por suerte era un chico con mucha paciencia. Y aun mas la ejercite cuando tuve que dirigirme a la enfermeria con el dolor de cuerpo que tenia.
Al entrr vi que varios enfermeros elfos estaban trabajando.Al verme pasaron de mi.Yo creo que ya podia estar muriendome que su reaccion habria sido igual.Asi que lo unico que hice fue sentarme en una camilla al fondo de la enfermeria haber si algun enfermero se dignaba a atenderme.

Alicia llevaba dando vueltas por la escuela desde hacía mucho tiempo. Llevaba estudiando toda la mañana por lo que decidió pasear un rato y estirar así las pernas. Corría el rumor de que un humano andaba por allí, un nuevo alumno. Sería interesante conocerle, así al fin podría hablar con alguien que también estudiase allí, el lugar parecía más un desierto que un lugar de estudio. Se recorrió toda la escuela sin encontrar a nadie, entonces oyó un leve ruido desde la enfermería. Se acercó con largos pasos y encontró a un débil humano sentado en una camilla, con cara dolorida y de pena, al parecer nadie le hacía caso. Ella se acercó con paso ligero sonriendo de oreja a oreja, sentía un gran cariño hacia los humanos al igual que sus padres, de ahí su nombre característico de humano.

-Hola, me llamo Alicia, un placer conocerte.

Entonces vio la herida que tenía en la frente y en las manos, por lo que se podía observar había tenido una gran caída.

-Uy eso debe de doler. Un momento, no te muevas.

Posó una mano sobre la herida de su frente y otra sobre sus manos y haciendo uso del hechizo que llevaba practicando toda la mañana del libro del agua, desinfectó la herida en un santiamén:

Por último utilizó un hechizo del libro de la tierra, uno de los más sencillos y útiles de todos para acelerar el proceso de curación de heridas pequeñas:


-Bueno, con esto no tardará en curar, un par de días como mucho.

Le sonrió de nuevo y dio un paso hacia atrás, esperando su respuesta.

Derrepente una elfa se me acerco sonriente.Solo con una sonrisa como esa ya supe que seria mas amigable que otros elfos con los que me había topado.
Se presento con una amabilidad enorme.Y ¡¡¡¡me ayudo con las heridas que tenia!!!
-Gracias-le dije muy agradecido-soy Stiles un placer conocerte.
Mi curiosidad pudo conmigo, con lo que me arme de toda la fuerza que me quedaba, que gracias al hechizo podía sentir como volvían a mi, y le pregunte.
-¿como es que me estas ayudando, es decir, eres una elfa y perdona mis prejuicios pero de momento los elfos no me han dado mas que problemas -dije con curiosidad, no con rabia porque al fin y al cabo estaba sufriendo todo eso por que yo queria ya que yo escogi la escuela en la que estudiar.Aunque debo admitir que después de todo lo pasado al cabo del día mi deseo de crear o reforzar la relación entre elfos y humanos brillaba mas que nunca

Alicia se sentó al lado de Stiles en la camilla, estaba algo débil tras utilizar toda esa magia en tan poco tiempo. Sentía mucha curiosidad por el chico, por lo que no tardó en comenzar a hablar rápido como hacía siempre que se sentía emocionada.

-Es un placer Styles, ¿cómo te hiciste las heridas? Bueno, no es difícil herirse al practicar magia, pero me han dicho que acabas de llegar. ¿Y qué haces en una escuela del reino élfico? Es muy extraño ver humanos por aquí, por eso vine a verte, me gustan los humanos y no creo en eso de que seáis tan distintos a nosotros, es algo que mis padres me enseñaron desde pequeña, de ahí mi nombre no-élfico.-Paró un momento para tomar aire y sonreír amigablemente.-Está en nuestra naturaleza lo de ayudar, a mí me da igual a quién, ya sean humanos, elfos, dragones o cualquier cosa. Es triste que no todo el mundo piense así...

Alicia calló esperando una respuesta del chico, ya había hablado suficiente y no quería asustarle o meter la pata con algún comentario, no sabía lo que le molestaría al humano. A pesar de admirar la cultura humana, no sabía muy bien cómo comportarse ante ellos.

Me sentí alegre de que Alicia también creyera en la posible amistad entre elfos y humanos.
-Veras, las heridas me las hice- comencé a explicar mi ''aventura''- cuando bajaba a entrenar con mi recién obtenido libro de la tierra- Sonreí timidamente- bajaba las escaleras cuando dos elfos me empujaron a traición.Bueno estoy estudiando aquí por que quiero fomentar la amistad entre elfos y humanos, además de que no quiero alejarme mucho del bosque que cobijo a mi familia durante años cuando la Inquisición buscaba ejecutar mi familia, entre otras razones.- me quede mirándola y Sonreí.- por cierto gracias por el hechizo -dije mientras sentía que cada segundo que pasaba recuperaba mas de las fuerzas que se me habían ido y mientras el dolor se disipaba- esa es mi historia. El bosque nos salvo a mi y a mi familia de la Inquisición. Pero fue en vano ya que cuando volví a casa feliz porque me habían aceptado en la escuela, vi la masacre que un dragón había hecho en mi pueblo, murieron muchas personas y entre ellas mi familia.Menos mal que mi hermana y mis primos ya se habían marchado a estudiar en sus respectivas escuelas. Ahora no se como decirles que nuestra familia a muerto- una lágrima escurrió por mi mejilla.Mire otra vez a Alicia y solté una sonrisa forzada.

Me percaté de que se acercaba alguien. Una enfermera. Y para mi sorpresa humana. Un sentimiento de alegria recorrió todo mi cuerpo, porfin alguien de mi raza en un bosque donde desde que habia llegado no me habia dado mas que problemas, pero porfin todo empezo a deslucir su lado bueno. Primero conozco a una elfa muy simpatica que se ofrece a ayudarme y ahora una enfermera dispuesta a ayudarme despues de la indiferente actitud de los enfermeros elfos.

-Emm, el dolor a menguado un poco gracias al hechizo que me han aplicado, pero me sigue doliendo. Si pudieras hacer algo con el dolor que tengo por todo el cuerpo, te lo agradeceria bastante.

No sabia mucho sobre caidas de escaleras pero seguro que la forma de caer rodando es la peor , ya que los escalones te golpean por todo el cuerpo.

Posé mi mirada en la enfermera. Su voz me habia tranquilizado, creo que es porque es una enfermera.

-¿Puedo preguntarte algo? ¿ Siempre será así mientras este aqui? Es decir,¿ siempre habra algun elfo que me trate mal?

Esa vision que tenia de que todo el curso iva a ser igual estaba desapareciendo. Todo cambio hace unos momentos cuando conoci a Alicia. Ella es la prueba de que hay elfos que tratan bien a los humanos. Igual si los otros elfos veian que me relacionaba con una elfa, comenzaran a pensar que soy un humano digno de estar en la escuela, y dejan de tratarme asi.

Aunque me sentia un poco mal por generalizar. Cuando me robaron las bolsas me cabreo mucho y generalice cuando pensaba, todo causa de la rabia del momento, que todos los elfos eran igual. Pero ya habia hablado con el señor de la escuela y al conocer a Alicia comence a pensar que los elfos no eran tan malos como habia escuchado sino que era simpaticos, hasta donde yo habia podido descubrir.

Esperaba que los elfos me dieran mas alegrias que disgustos.

-Si, mucho mejor, gracias- dije verdaderamente agradecido. El dolor habia desaparecido por completo. Como si nunca me hubiera caido por las escaleras. Y todo gracias a la enfermera.

La enfermera me dijo lo que me temia. Aunque ya lo sabia, me sorprendio todo aquello que me dijo. Solo era el comienzo.¿Aun me harian mas daño?Lo que mas me dolió fue que ni siquiera los archimagos hicieran algo.

-Si, ellos me hicieron esto. Y referente a lo que me has dicho,¿el comienzo? ¿acaso pueden hacerme mas daño?.-pregunte.

En el dia que llevaba en la Escuela del Bosque Dorado me estaba dando cuenta de que no todo era como yo pensaba. En mi inocencia creia que podria cambiar la manera de pensar de los elfos con tan solo un discurso que me saliera en el momento. Pero por lo visto a lo mejor ni yo puedo cambiar su peculiar manera de pensar. ¿Me rendiria? No. Me habia costado mucho entrar en la escuela y ahora por unas cuantas caidas, y quien sabe que mas estarian dispuesto a hacer los elfos, no me iva a hechar atras. Cambiaria su manera de pensar cueste lo que cueste. Pero era muy pronto para hacer planes tan lejanos. Primero debia pensar en conseguir la tunica verde y poder escudriñar el elemento aire.

Las palabras de Cathy me hicieron pensar. Que me hayan tirado por las escalera aun puede ser una broma de muy mal gusto. Pero hacer aun mas daño serie meterse por el camino cruel y despiadado de la maldad. Al oir sus palabras un escalofrio recorrio mi cuerpo. Iba a hacerle caso a Cathy, o eso o acabaria otra vez en aquella habitacion donde por lo visto solo ella me atenderia.

-Gracias por la advertencia. Tendre cuidado y bueno, ahora que se lo que es estudiar en esta escuela siendo humano, intentare acabar mis estudios pronto.- dije- Yo simplemente soy un chico que no queria alejarse mucho de su hogar. Pero gracias a ti me he dado cuenta de que es lo peor que podria hacer.- un tono de desanimacion aparecio en mi voz- Solo era un chico con buenas intenciones y sueños. Hacer que los elfos confiaran mas en los humanos y asi hacer que crezca su amistad. Solo queria hacerles el bien. Pero por lo visto es verdad eso que dice: si intentas hacerle el bien al otro puede que acabes haciendole daño, por eso, comienza por hacerte el bien a ti mismo y consecuentemente haras el bien a los demas.

Solo era un chico de 15 años que soñaba.Solo tenia sueños.¿Habia hecho mal en tenerlos? Ahora que se lo que es estudiar en el bosque, si que hice mal en tenerlos. Ya que la advertencia de Cathy contenia palabras que me asustaban: ¿no es bueno para mipasar mucho tiempo en esa escuela? Todo lo que sufria era por mi ignorancia. Si hubiera hecho caso a las advertencias de mi familia y mis amigos, ahora estaria estudiando en la Torre, donde , dicen que residen las personas mas amables que cualquier otras.

-Te hare caso, intentare no pasar mucho tiempo aqui. Pero tus advertencias han llegado un poco tarde, si hubieras aparecido antes de ingresar en esta escuela..., pero no lo hiciste, y estoy aqui estudiando. Voy a tener que pasar 4 cursos aqui, eso conlleva su tiempo. Asi, que podrias acosejarme ¿qué hacer a partir de ahora?

-Gracias por los consejos, intentare seguirlos.Por cierto me llamo Stiles y... bueno, mis sueños se acaban de ir a pique.- comente un poco triste.

Derrepente, me acorde de como fue mi caida por las escaleras, y con ello recorde cual era mi objetivo cuando bajaba por las escaleras: estudiar el libro de la Tierra. Se hacia de noche y con las palabras ''alentadoras'' de Cathy me habian quitado las ganas de estudiar. Estaba un poco frustrado por lo que me habia dicho, todo lo que habia querido y buscado desde que me entere de que era un mago, me lo habia arruinado. Pero bueno, debia darle las gracias por ayudarme a ver la realidad tal y como es, ya que podrian hacerme mucho daño en esa escuela.

Me levante de la camilla y dije

-Bueno, llevo unas cantas horas aqui y todavia no me ha dado tiempo a conocer la esucela. ¿Dónde podria entrenar?- se hacia tarde y no iba a entrenar de noche, pero mañana me tocaria buscar un lugar de entrenamiento si no preguntaba ahora que tenia la oportunidad.

Noté un poco de melancolía en la voz de Cathy. Creo que hubiera sido mejor no haber hablado sobre este tema. Me dijo dónde podía estudiar:en los jardines. Pero seguro que allí habría cantidad de elfos estudiando al igual que quería hacer yo, así que decidí irme a estudiar a mi habitación. Creo que ese lugar sería mi fortaleza. Es un lugar privado, donde seguro que los elfos no intentarían dañarme, aunque quién sabe...

Me acordé de que todavía no le había echado ni un vistazo al libro de la Tierra. Lo saqué de mi bolsa. La portada era dura y simulaba una enredadera. El tacto era como el de la corteza de un árbol, áspero y duro. Cuando lo abrí me llevé una sorpresa más: el libro estaba escrito en un lenguaje desconocido para mi. Por suerte para mi en la última página venía su equivalencia, al élfico. La suerte corría de mi lado, ya que la equivalencia era : Arcano y Élfico. Que esperaba, estaba en una escuela para elfos. Decidí preguntarle a Cathy.

-Emmmm, ¿podrías explicarme el Arcano y el Élfico?Si quiero estudiar voy a tener que entender el lenguaje en el que está escrito en mi libro.

Alicia había escuchado pacientemente la conversación entre ambos humanos. Al parecer todos ellos pensaban que los elfos podían llegar a ser la peor pesadilla posible para un humano que intentara integrarse en una escuela como esa, ya que SIEMPRE se portaban mal con ellos y no les querían cerca suya. A la joven elfa esas palabras la hirieron bastante. Ella siempre había intentado evitar eso desde un principio, nunca en la vida se había portado mal con un humano, ni siquiera con un elfo, a no ser que le diese unas muy buenas razones, lo que no solía pasar. También se había llegado a cruzar con Catherine unas cuantas veces por los pasillos, intentando mirarla a la cara y sonreírla para que supiese que podían llegar a ser amigas, o al menos que no debía temerla, pero era la humana la que no se dignaba a mirarla a la cara. Alicia se estaba comenzando a sentir ofendida.

-Creo que me marcho a mi habitación, tengo que seguir con los estudios. Lo siento mucho de veras. Siento mucho que penséis que todos los elfos somos así cuando muchos de nosotros nos esforzamos por ser buenos con cualquier especie. Mi familia en concreto adora tanto la raza humana que llegaron a ponerme un nombre de vuestra cultura y a mí me encanta. Es como si juzgase a todos los humanos de asesinos porque un par de ellos han matado a personas inocentes, eso sería irrazonable. Menuda blasfemia... - Ella misma se quedó pensativa unos segundos, negando lentamente con la cabeza. -Lo siento mucho si te he hecho perder el tiempo con mi presencia, Stiles, ya nos veremos por ahí. Adiós, Catherine.

Y con paso ligero se dirigió al exterior de la enfermería. Desde la desaparición de su familia de la humilde casa en El Anillo donde ella antes también se alojaba, estaba mucho más susceptible a cualquier comentario hacia su persona o algo que la incluyese, sobre todo si era por prejuicios. Tanto era así que cuando salió de allí sus ojos estaban algo llorosos. Pensó que al fin podría conocer a alguien interesante en la escuela del Bosque Dorado, pero al parecer no era bien recibida entre los humanos.

Alicia escuchó unos pasos rápidos a su espalda y una voz que la llamaba. La reconoció como la humana de la enfermería, Catherine. La elfa paró en seco y, respirando muy hondo, se giró. Tenía los ojos algo llorosos, no sabía cómo pero de repente le había venido a la mente el tema de su familia con todo eso de hablar del trato a los humanos por parte de los elfos. Tal vez se hubiese pasado un poco con la contestación hacia la chica, pero es que llevaba mucha presión acumulada desde hacía mucho tiempo y esa conversación que escuchó fue el detonante para que todos esos sentimientos aflorasen.

- Sé que no todos somos amables con los de vuestra especie, pero muchos de nosotros nos esforzamos por serlo, no es justo para nosotros que generalicéis en ese tema. Aunque sí que es verdad que no debí comentar muchas de las cosas que dije ahí dentro - dijo señalando a la enfermería.-Lo siento, últimamente estoy muy nerviosa por todo, cualquier hecho a mi alrededor se convierte en otro problema más y poco a poco estoy comenzando a aguantar menos cualquier estupidez.

Apartó la mirada de la chica para evitar que viese su rostro apenado. No quería que pensase que era por su culpa, llevaba así de susceptible desde que encontró la maldita rosa marchita. Necesitaba hacer algo y pronto, no podría aguantar así mucho más tiempo.