Veo que Sasha está dispuesto a poner punto final a nuestra relación. ¡Eso me pasa por blandengue! ¡Supe que me había mentido y aún así no hice nada! ¡Sabía que comer tanto caramelo iba a traer consecuencias nefastas... pero es que están tan ricos!

Me materialicé en las ruinas de la Escuela del Sol Poniente. Ahí estaba él, rodeado de lobos de rosal. Realmente detesto que haga eso. ¿Tan difícil es que podamos solucionar esto como caballeros? Me escondí detrás de los restos de un muro, donde le estuve observando por largo tiempo. Me pegué de espalda a la pared, junté mis manos y cerré los ojos. Sasha es muy poderoso... voy a tener que utilizar "eso".

Y cogiendo aire, salí de mi escondite, donde me puse a la vista de mi antiguo compañero.

- ¿Tan desconfiado eres que no te has dejado ver hasta ahora? - le dije, con una sonrisa en el rostro

Me dí la vuelta y mi sonrisa se expandió por toda mi cara. Después de leer la mente de Sasha (mientras pronunciaba estas últimas palabras) pude adivinar que Felix, su hermano, había venido con él... o que al menos, él le esperaba:

- ¡Sé que estás ahí, Felix! - grité, con la intención de que me escuchara - ¡Muéstrate!

Lo único que lamento de toda esta historia... es que Raven se quede sin poder matarle. Tal vez Sasha debería agradecérmelo. Sólo necesito el Secreto del Aire y a un nuevo receptáculo. Su vida no me interesaba lo más mínimo

Me había descubierto por lo que opté por aparecer,eso si,detrás de el,empece a hacerme visible cancelando mi hechizó de invisibilidad.

-Bueno,bueno,tenemos al gran Xerxes ante mi.


Dije con algo de interés,pero rápidamente recuperé mis aires de grandeza perdiendo toda la admiración que había mostrado.

-Pero no pareces tan fuerte como decía.


Lo cierto es que no notaba una magia muy desorbitada era poderoso pero no tanto como mi hermano y yo juntos,pero había algo raro en el,algo muy raro.

Baje mi mano con sutilidad y dejando escapar unos pequeños hilos negros.

-¿Para que has vuelto es evidente que acabaremos contigo,con la simple muerte de uno de vosotros el secreto se extinguirá.

Dije distrayéndole mientras los hilos se acercaban a el y terminaban rodeando su cuerpo de una manera imperceptible,una sonrisa macabra apareció en mi rostro justo en ese momento tire de las cuerdas.

-Vaya parece que te han cogido a las primeras de cambio,ves como no eras tan fuerte.

Dije tirando fuerte de la cuerda provocando pequeños cortes,si seguía tirando con esa fuerza era muy probable que terminara por despedazar su cuerpo en pedazitos.

-¿Esto es todo lo que puedes hacer?

Extraña situación, aquella. Me hallaba ante dos de los hechiceros más poderosos del mundo... y sin embargo no eran capaz de ver más allá de sus propias narices. Era una idea tan estúpida, que no podía evitar reírme, aunque solo fuese por falta de tiempo:

- ¿Por qué no podéis ver lo que estoy tratando de hacer? - les pregunté, manteniémdome inmóvil dentro de la prisión mágica que Sasha creó alrededor de los hilos con los que Felix me apretaba cada vez más fuerte - ¿De... de verdad creéis que soy un monstruo?

"El Bien, el Mal... son solo puntos de vista. Esos puntos de vista pueden ser alterados, ya sea con imágenes o con palabras convincentes. Cada persona ve el mundo a su manera. Mejor dicho, cada persona vive en su propio mundo. Cualquier intento de internarse en el mundo de otro es inútil, frustrante y agotador, pues los mundos individuales de cada persona son algo que está completamente fuera de nuestro alcance.

Pero decidme una cosa: ¿cómo podemos garantizar que lo que estamos viendo es real o no? ¿Cómo saber que nuestra existencia es enteramente nuestra y no por los designios o la imaginación de otro ente? Yo os lo diré: porque somos esclavos de nuestro propio mundo. Creamos ilusiones con las que disfrazar una realidad que no nos gusta, e intentamos fingir ser felices. Eso es lo que nosotros etiquetamos como "realidad"

Yo decidí dejar de etiquetar mi mundo hace mucho tiempo. Y ahora veo las cosas con claridad. El mundo necesita un cambio. Debemos estar unidos y ser iguales. Debemos hacerlo, si de verdad queremos aspirar a la felicidad"

Terminé mi discurso realizando una ligera pausa de efecto. Reconozco que tengo la boca seca. Siempre se me han dado bien las palabras, y sobretodo me siento orgulloso de lo que soy capaz de hacer con ellas.

A sí que, sin ni siquiera girarme hacia Sasha (más que nada porque no podía, jeje) le advertí:

- Sasha - le grité - ¡Esta es tu última oportunidad! ¡Devuélveme el Secreto del Aire! Hazlo... o prepárate para sufrir las consecuéncias.

Por favor, Sasha, devuélvemelo. Necesito cambiar este mundo... por favor... no quiero hacerte daño...

Me empece a reír de manera frenética,mis ojos se tiñeron de rojo y mis ganas de matar mas aún y sus palabras no hacían nada mas que me enfureciese mas y mas,yo no quería ser igual que el resto,aparte si los dioses caían,dejaría de existir la magia y por tanto yo,me alimentaba de magia y su desaparición supondría la mía,cogí la espada que llevaba tanto tiempo conmigo,destruí el escudo de Sasha y aleje a los chuchos de allí,tire de la cuerda y golpe las piernas de Xerxes haciendo que se arrodillarse,le mire con despreció y coloqué la espada en su cuello.

-Se acabo el juego,¿tus últimas palabras?


Dije respirando con rabia y resignación,no podía permitir que acabase con el,miro a Sasha,buscando su aprobación para ejecutarle.

-Es nuestra oportunidad de oro.

El propio Felix destruyó el escudo y a los lobos que su hermano creó para impedir que escapara. Me acercó a él con sus hilos y me golpeó en el estomago para que me arrodillase. Finalmente, se jactó de su fuerza concediéndome unas últimas palabras.

- Unas últimas palabras, ¿eh? - pronuncié, "dolorido" - Muy bien. Sasha... ¿no notas nada raro? Es decir, ¿notas que te falta algo?

Aunque supiera a lo que me refiero, ya sería demasiado tarde. Está claro que a nadie le gusta mis discursos.

Le mire,decía que si le faltaba algo,de inmediato caí,le había robado el secreto de alguna manera extraña,pero lo había hecho,golpe con una patada en su pecho y le lanze unas dagas de oscuridad,sin atacarle solo para clavarle en el suelo.

-¿como lo has hecho maldito?


Dije tirando de las cuerdas para traerlo hacía mi y acabar con su vida.

Así es. Tengo en mi poder el Secreto del Aire. La verdad es que esperaba que fuera más difícil. ¡Qué decepción!

Felix se enfureció tanto que me atacó con unas dagas de oscuridad. Pero antes de que me diesen, dibujé la más grande de todas mis sonrisas en el rostro. Había llegado el momento de mostrar mi mano:

- Con esto - confesé

Y en el momento en el que las dagas atravesaban mi pecho, chasqueé mis dedos... y el sueño desapareció

***

Observé a mis enemigos con mucho detenimiento. Ambos estaban frente a mí, en el aire y con los brazos en cruz, con sus cuerpos rodeados por infinitas cadenas de luz. No podrían ni moverse ni pronunciar conjuro alguno, ya que estas cadenas pueden presumir de ser indestructibles.

Observé como sus cabezas, antes bajas, comenzaban a alzarse, como si hubiesen despertado de un sueño... de hecho, eso es lo que ha pasado.

Si de algo puedo presumir en este mundo además de estar como una cabra, es de ser uno de los mentalistas más poderosos del mundo. Justo en el momento en el que ví a Sasha y localizé mentalmente a Felix, pronuncié las palabras de un conjuro ilusorio con el que sumí a Sasha y a Felix en un profundo sueño, sin que ninguno de los dos se diera cuenta. Una vez sumidos en mi ilusión, extraer el Secreto del Aire de Sasha fue realmente sencillo (eso teniendo en cuenta que soy el único que sabe cómo se hace)

Ante sus caras de duda y confusión, solté una grata carcajada:

- ¿Habéis dormido bien, compañeros? - me mofé, pero sin intención de ofenderles

Espero que no hagan nada absurdo. Tengo otro as bajo la manga y como intenten deshacerse de las cadenas (cosa que harán en vano) no tendré más opción que utilizarla.

Me revolví furioso,nos había engañado,hijo de ****,intente revolverme la ira me rodeaba y la furia se hacía dueña de mi ser mis ojos ya completamente rojos y relucientes cual centella,me intentaba revolver es mas incluso mi parte de lobo intentaba aflorar.

-Maldito seas no permitiré que me mates.


Dije entre gruñidos

- No tengo intención de mataros - les dije, algo cansado - Eso va en contra de mis votos

En ese momento, junté las manos y pronuncié las palabras mágicas pertinentes para invocar mi as bajo la manga


De repente, un enorme espejo comenzó a materializarse detrás de mis adversarios. Una vez creado, las cadenas se estiraron a través del mismo y comenzaron a tirar:

- Por eso, voy a mandaros a otra dimensión - les anuncié - Aunque mi especialidad son los conjuros de luz y las magias mentales, elegí estudiar en la Escuela del Lago de la Luna para aprender un poco más sobre los espejos y sus características.

"Los espejos reflejan la luz y por eso las cadenas se refuerzan el doble. No te molestes en transformarte en lobo, Felix. Sólo te harás más daño. Una vez dentro, permaneceréis atrapados entre mis cadenas de luz durante el resto de vuestras ya moribundas vidas. Agradeced el hecho de que seáis elfos. ¡Así viviréis más para lamentarlo!"

Chasqueé nuevamente los dedos y las cadenas comenzaron a tirar de Sasha y de Felix. Me sorprendió bastante que el primero estuviese tan callado. ¿Tendrá algo planeado? En fin, da lo mismo. Ni yo puedo perecer ante otros conjuros ilusorios ni ellos pueden librarse de esas cadenas.

Contemplé el Secreto del Aire mientras Felix me maldecía una y otra vez. Era el auténtico. Lo sabía. Conocía la naturaleza de los demás secretos y sabía que ese era el auténtico. Ni siquiera Sasha podría habérmela jugado.

Miré a ambos hermanos entrar dentro del espejo. Me acerqué lentamente y acaricié la superfície de cristal, lamentando el destino que Sasha se había propiciado. Pero... ¿qué le vamos a hacer? Un traidor es un traidor lo mires por donde lo mires.

De modo que esperé. Si alguno de los dos quería decir algo antes de que destruyése el espejo (impidiéndo así que puedan escapar) sería mejor que lo dijesen ya. No me gusta pensar que he sido cruel. ¡Me quitaría el apetito!

Reí intentando zafarme de las cadenas,la sangre empezó a caer al suelo,me estaba arrancando la piel y creándome marcas en todo el cuerpo,solo me quedaba mi comodín la ultima oportunidad,descargaría toda mi magia en pequeñas explosiones para romper las cadenas,acabaría medio muerto incluso podría morir pero mejor luchar que morir sin hacer nada,aquello no era un conjuro ya que solo me limitaba a liberar magia con violencia,resquebraje una de las cadenas pero ya apenas podría con el resto,a si que decidí redirigir las explosiones al espejo,con mis ultimas fuerzas decidí intentar salvar a mi hermano,ya que sin magia moriría.

-ESTA VEZ NOOO.


Dije expulsando toda mi magia del cuerpo y Impidiendo que el espejo se terminase de cerrar

Caí agotado al suelo entre sangre y heridas,sudando y con un aspecto de alguien mucho mayor a mi edad,Empuje a mi hermano para que saliese de aquel espejo infernal y caí al suelo agotado,solo lo había podido abrir para que uno de los dos saliese y el era la opción mas correcta.

Me acerqué rápidamente hasta Sasha y alcé su barbilla con los dedos de mi mano, mientras el espejo se cerraba justo detrás de él, llevándose consigo a Felix. Antes de que pudiese hacer nada, miré a Sasha a los ojos y pronuncié un conjuro:


Observé como los ojos de Sasha cambiaban, perdiendo aquel brillo salvaje que tanto les caracterizaba y tornándose oscuros y sin vida. Contento como unas pascuas, observé cómo el espejo se rompía, dejando a Felix atrapado para siempre dentro de mi dimensión particular:

- Honorable y valiente, Felix - le dije, antes de que desapareciese por completo - Nunca te olvidaré

Y con estas palabras, observé como el espejo se rompía en mil pedazos. Para mí, Felix estaba muerto.

Y ahora, gracias a mi último conjuro, Sasha se encontraba sometido a un profunda hipnósis. Obedecerá cualquier orden que le dé y no podrá librarse de mi control hasta que yo, u otra persona consiga destruir el sello que hay en su mente. Pero si lo rompe mal, Sasha correrá el riesgo de quedarse sin mente, quedándose en estado de coma... para siempre.

En fin, el Secreto del Aire ha sido recuperado. Todo lo demás carecía de sentido.

- ¿Vamos, Sasha? - le pregunté a mi nuevo subalterno

Y sin más dilación, ambos desaparecimos de aquel caluroso lugar.