una tierra como ninguna otra, por aquellos lares vivian o habian vivido la gran mayoria de los dragones que poblaban esta tierra, alli entre el fuego y la ceniza el ambiente era familiar, Yandrack creia haber estado alli alguna vez pero desde la explosion aquel fatidico dia apenas le quedaban recuerdos de su vida draconiana


Aunque ahora se veia obligado a vivir en un cuerpo humano era mas que obvio que su esencia y su poder de dragon seguian intactas y por lo tanto necesitaba un arma que pudiera aguantar y complementar su fuego de dragon, tambien podia lanzarlo sin depender de arma alguna pero era preferible que aquellos que lo vieran pensaran que se trataba de un objeto magico o de magia elemental de fuego a creer que el chico no era humano- me cazarian, como a los magos, e incluso los magos tambien intentarian cazarme, intransigentes,hipocritas- y entonces le vino a la mente aquellos humanos que habian ido a matarlo y sobre todo, aquel mago que habia sido el causante de todos sus problemas



habiendo estado ya algun tiempo en la superficie,pudo enterarse del rumor que le llevaria al que quiza fuera el mejor Herrero que existia en estas tierras, decian de el que era excentrico y que no tenia demasiada simpatia hacia los magos, quizas el destino lo habia querido asi, igual que habia querido que Yandrack pasara por una zona donde los suyos habitaban libremente-un elfo, dos humanos,tres enanos,un dragon¿quien sobrevivio? dragon ,dragon,furibundo en el cubil,durmiendo entre tesoros ya van a por ti...- surraba la pequeña cancion en un tono mas bien bajo para que se le hiciera mas corto el camino hasta la morada del herrero


Pronto el terreno se hizo algo mas practicable cerca de los riscos, donde no tardo en divisar una gran puerta de madera, que se hacia notar en aquel paisaje, el joven se acerco y golpeo la puerta con conviccion dos veces``pum pum´´ sonaron las llamadas, despues Yandrack retrocedio unos pasos, esperando que se le recibiera bien, aunque nunca se sabe...

Fui a abrir las puertas, por una vez en nuestra relación, Caudicus estaba realmente impaciente, esperando a ver al chaval del que le hablé.
Nada más abrir los increibles portones los cuales no hicieron sonido alguno, ambos nos acercamos al chico con curiosidad, fue mi ayudante quien habló:
-¡Por la madre Svea y el jefe Fenris!...eres real, todo tu ser...eres un dragón en un cuerpo inferior, en un cuerpo humano, quizás seas el ser más perfecto del universo-suspiré, pero él siguió con su retahila:-si un maldito y...que los dioses me perdonen, impresionante nigromante consiguió hacer esto...yo conseguiré lo que me propongo. ¡Por Fenris y por mi aldea!...
Carraspeé:
-Caudicus, por favor...De eso hablaremos luego, primero tenemos que darle la espada al chico-le tendí un amasijo de telas blanca finísimas(me encantó robarle sus ropas a aquellos aprendices elfos...). Dentro de él había una espada que no parecía muy especial, de hecho parecía tosca y burda, aquello que era más especial de todo era el recipiente de cuarzo con todas las runas mágicas formando espirales, estaban en orden alfabético una tira y otra tira en orden inverso, al final de la empuñadura había una piedra que parecía emitir varios colores a la vez. Todo ello cambiaría cuando el chico tocase la espada...Se la tendí para que desliase la tela.

El gran portón de madera se abrió sin emitir sonido alguno, cosa que hizo deducir a Yandrack que alli se usaba la magia con mas regularidad que en la mayoria de los lugares-y eso solo son las puertas...- se decia a si mismo sin poder imaginarse todos los objetos maravillosos y rebosantes de magia que debian de haber pasado por alli

apenas un instante despues de que las puertas se abriesen  dos individuos se acercaron a el, uno mas bajo que debia de ser el herrero, o al menos eso dedujo Yandrack por su corpulencia, a pesar de ser de pequeño tamaño tenia toda la pinta de tener la misma consistencia que una roca encantada

el otro parecia humano, en fin olia a humano y sonaba como un humano pero algo parecia no estar conforme, en fin, este sujeto parecia emocionado con el hecho de que Yandrack fuera un dragon en un cuerpo que no era el suyo-este hombre me habla como si fuera un espectaculo de feria ambulante...por estas cosas preferiria que ningun humano supiera de mi estado- pero recordando a lo que habia ido alli espero a que el humano acabara con su discurso, que por suerte fue interrumpido por su colega enano-oh, alabado seas enano, que la luz del fuego y su pureza te guien-penso Yandrack tras la interrupcion de Ykeon


Yandrack cogió de con todo el respeto que pudo el paquete de tela que el enano le estaba ofreciendote lo agradezco herrero-dijo el joven, lo deslió alli mismo casi con ternura, los ojos del joven se posaron en la espada, la miro una,dos,tres,cuatro veces, recorriendo todos sus ricones, finalmente se atrevio a blandirla con su mano derecha, apenas un segundo despues y ya la sostenia, evaluando su peso, su velocidad...

parecia una espada normal y no obstante tengo la sensacion de que...- Yandrack parecia algo desconcertado y no tenia ni idea de por que, en aquel momento sse acordo de su pelea con Idolor,¿podria ser como la espada de ese tipo...?

-Sí, lo ha pensado, Señor-dijo caudicus.
Asentí:
-Asi que...has conocido al actual portador del arma más perfecta jamás creada...Sentencia, namang, gurthang, como desees llamarle, hay gente que imita su nombre intentando imitar su poder, pero no, esa es especial. Dime, quien es su actual portador. Y sí, puede recordarte la sensación, pero esta sensación te roba energías, mientras que la otra reacciona a tu magia. Ahora me gustaría que te concentrases en tu parte dragón y dirigieses tu energía a la espada mientras practicas algunos golpes, así la espada se irá acostumbrando a tí. Pero yo he cumplido con mi parte del trato, ahora toca que nos acompañes, tenemos mucho de que hablar mientras Caudicus te prepara una sorpresita. Te va a gustar. Volverás a ser dragón. ¿Qué me dices? Y por cierto, yo también odiaba a los magos, hasta que ví que podemos utilizar su magia a nuestro favor. Ahora odio a los elfos... tan repipis y dorados...

si preguntas por el portador, su nombre era Dam Gurth si no me falla la memoria, me cedio la espada temporalmente para luchar contra un vampiro que habia llegado a la cueva oscura -dijo Yandrack, y atendiendo a la explicacion que el enano le revelo, marcando las diferencias entre ambas armas


el joven sabia perfectamente que para usar sus habilidades draconianas  necesitaba estar furioso asi que simplemente lleno su mente de imagenes, del dia en que esos humanos fueron a matarle, de otros dragones agonizando, asi que al poco tiempo ya estaba respirando agitada mente,-necios, arrogantes- bullia esa ira en su interior, notando como el fuego se expandia, inflamando todo su ser, luchando por salir, abrio la boca en un acto reflejo para comprobar que sus colmillos habian crecido demasiado para un humano normal(tal como sucedio en el callejon) su instinto de dragon le dictaba que era por aquella zona, la boca por donde debia escupirlo( estaba acostumbrado a hacerlo asi como dragon) pero entonces recordo la espada, asi que cerro la boca apretando los labios y se concentro, el debia controlar el flujo de su propio fuego, debia poder elegir que este inundara la parte de su cuerpo que el quisiera


levantando la espada hacia arriba,  realmente se concentro hasta el punto de que no solo el fuego se desvio al brazo de la espada si no tambien la mayoria de su sangre(estaba haciendo muchisima fuerza en el brazo derecho), la espada habia comenzado a reaccionar, iluminandose y recubriendose de un resplandor liminoso poco a poco, hasta que llego el tajo,por suerte Yandrack habia tenido el suficiente sentido comun para girarse antes de hacer el ejercicio, la espada contuvo su fuego pero lo libero de manera inestable y este acabo por salir despedido por las puertas de madera por las que Yandrack habia entrado, la llamarada surco el cielo y se disispo, aunque la espada parecio conservar energia residual, motivo por el cual ahora tenia una apariciencia algo mas brillante



el joven abrio los ojos, estaba cansado, para su sopresa comprobo que no habia resultado una experiencia extenuante, como si ocurrio las otras veces,por supuesto, el comentario del enano le devolvio las energias de nuevo-¿puedes conseguir que vuelva a ser dragon?... en ese caso temo que te seguiria hasta el infierno- y aunque no se dirigian al infierno Yandrack los siguio, la verdad, se sentia a gusto con aquel enano

Hice un gesto de asco al oir el nombre del nuevo portador. Un nombre élfico tenía que ser. Bah, bueno, la verdad es que Juez de la Muerte queda bien para un Ángel de la noche...
Dí un suspiro al ver la demostración de poder del chaval:
-Veamos, yo no soy maestro, pero tienes que buscarte a uno que te ayude a controlar tu furia. Si te pones a lanzar llamaradas a diestro y siniestro al final te quedarás cansado. Debes aprender a hacer fluir tu energía de forma regular a la espada, que se acostumbre ella a tí y tú a ella, en tus movimientos y todo. Llegarás a cansarte facilmente, pero con un buen entrenamiento tú y tu parte dragón estareis más unidos, la espada no solo se irá acostumbrando a tí, sino que tu te acostumbrarás a ella y te unirá más con tu parte dragón.
"-¿puedes conseguir que vuelva a ser dragon?... en ese caso temo que te seguiria hasta el infierno"-dijo el chico
-Bueno, pasaremos por lo que podría considerarse un infierno para muchos...Pero también llegaremos al que fue un infierno para tí...
Nos adentramos en la cueva y las puertas se cerraron herméticamente tras nosotros sin realizar sonido alguno. Nos dirigimos a un cruce de corredores, de uno salía una calor inhumana y se escuchaban diversos sonidos, en el otro había lo que parecía una pared de roca impenetrable, como fruto de un derrumbamiento.
Nos dirigimos hacia la que despedía luz y calor, encontré a mis trabajadores:
-Hoy tengo un encargo especial chicos, asi que podeis salir al pueblo más cercano que encontreis y daros una vuelta por las tabernas. En vuestros bolsillos encontrareis dinero suficiente como para pasar el día, a las 12 de la noche, Caudicus os traerá aquí mediante teletransporte.
Caudicus chasqueó los dedos y los hizo desaparecer de allí tras un brillo de sus pulseras.
La forja quedó en silencio, inundado solo por el crepitar de las llamas.
Dimos la vuelta y nos encaramos con el corredor sellado.
Puse mis mano en él y pensé en mis creencias, susurré:
-"Por Petra"-y la puerta se derrumbó, unas antorchas se encendieron, una azul y otra roja, llenando la habitación de un color morado. Cuando entramos, la puerta se selló de nuevo por arte de magia.
Por último había una puerta hecha de ónix, la cual poseía un hexágono que se reducía en espiral hasta llegar a un punto central.
Coloqué mi mano en el punto exterior y pronuncié la runa de la luz mientras continuaba con la espiral, nombrando la runa de cada uno de los elementos, y haciendo que éstos fuesen brillando: Luz, Tierra, Aire, Agua, Fuego, Oscuridad...y el último punto, ninguno de los elementos, pero era la última letra del alfabeto. Cogí la mano de Yandrack y la puse en el centro de la espiral, le miré y éste pareció entender y dijo:
-:z: -la runa que significaba dragón.
La puerta se fue difuminando como si nunca hubiese existido para dar lugar a una sala en ruinas que parecía fruto de una lucha mágica, fuego e hielo parecían conservarse allí, viejos pero congelados en el tiempo, en el centro de la sala, una estrella de cinco puntas y en las paredes semidestruidas se apreciaban aún algunos elementos nigrománticos, papeles y libros de hechizos destruidos, quemados, fruto todo ello de una lucha mágica.
-Yandrack, se que miras esto y ves el lugar en el que se te torturó, pero no, tu dolor es fruto de tu salvación. Aquí se libró una lucha entre dos hermanos, el portador de Haiass y el portador de Domivat, hielo y fuego. Tu eras un dragón más que el padre de ambos chavales usaba en sus prácticas nigrománticas. Estaba investigando de hecho como hacer que un dragón se convirtiese en humano cuando sus dos hijos entraron en la sala discutiendo y comenzaron a luchar. No se exactamente qué pasó, solo se que el portador de la espada de hielo, una espada matadragones, la lanzó hacia tí, y su hermano, portador de la espada de fuego, y protector de los dragones, se interpuso en la trayectoria con tal de salvarte. El padre, un nigromante loco, le dio por utilizar su nuevo hechizo en ese momento e introdujo tu alma en la del chico, haciendo desaparecer tu cuerpo, y el chico utilizó su energía vital para dejarte vivir en ese cuerpo y para producir una onda expansiva, una explosión que terminó por desintegrar a su propio hermano. Tu cuerpo quedó congelado durante siglos a causa del poder de la espada. Muertos sus portadores, las espadas desaparecieron, esperando encontrar a sus próximos dueños. Debo destacar que por el poder que usó Haiass, ésta perdió gran parte de su brillo y poder, por si te la vuelves a encontrar. De tal explosión solo se salvaron dos experimentos, tú y un dragón oscuro llamado Ogadrack. El nigromante os salvó dandoos poderes especiales. Ahora bien, para devolverte tu forma dragon durante unos instantes, Caudicus ha estado haciendo unos experimentos, pero creo que conseguirá hacerte transformar cuando desees dentro de un tiempo. ¿Demasiados datos? Te dejo un tiempo para pensarlo.

Yandrack se habia quedado patidifuso,sin palabras,sin pensamientos-congelado en el tiempo¿cuanto tiempo? yo...yo estaba, estaba-intentaba recordar la escena completa pero era una tarea que se mostraba muy dificil, solo conseguia ver los momentos previos a la explosion a camara lenta


recuerdo,recuerdo al mago, recuerdo que intente intente defenderme yo...- se llevo la mano izquierda a la sien-ya conseguire recordarlo, pensarlo ahora solo me produce confusion- dijo el chico dandose por vencido-si como dices tu amigo puede devolverme mi cuerpo de nuevo, no necesito pensarlo, mi respuesta es la misma que antes- quizas no pudiera recordar con exactitud pero deseaba,necesitaba liberarse lo mas posible de aquel cuerpo, por supuesto, era un cuerpo que le habia dado muchas oportunidades, conocer la sociedades de seres como humanos,elfos,enanos,aprender magia...cosas que como dragon no podria hacer,

BSO: https://www.youtube.com/watch?v=1Q2oExZFwtE


El chico, a decir verdad estaba bastante confuso, aunque era de esperar, tanta información puede colapsar a cualquiera. Le dejé paso a Caudicus, el cual tomó la palabra:
-Muy bien Yandrack, quiero que te coloques en el pentágono, en el triángulo que mira la esquina con la runa .
Lo primero que debes saber es que te voy a transformar en dragón durante unos instantes, tan solo para liberar esa parte de tí y recordarselo a tu cuerpo, luego volveré a hacerte humano. Sin embargo, recluiré tu parte dragón en éste colgante-se lo mostré.-Ello albergará una especie de esencia que cuando tu lo desees, liberará, activando las funciones de creación de adrenalina de tu cuerpo, y permitiendo a tu cuerpo cambiar parcialmente durante un tiempo[5 posts, 10 posts de recarga]. Adquerirás poderes de dragón dentro de un cuerpo humano. Es mejor ir poco a poco. Cuando pase un tiempo[al llegar a los 100 posts] que lo hayas estado utilizando, no necesitarás más que fuerza de voluntad para transformarte, sin necesidad de recurrir a la rabia o al colgante. Entonces el colgante servirá para transformarte en dragón, aunque por un tiempo más limitado[3 posts, 6 posts de recarga], de esa forma, pasado más tiempo, no necesitarás siquiera el colgante, lo sabrás cuando éste se rompa[a partir de los 150 posts tras su uso]. La contradicción es que vas a tener que comer lo suficiente como para alimentaros a tí y al dragón y deberás llevar siempre algo azucarado encima para recargar tus energías puesto que acabarás algo exhausto...oh, y ropa, porque la romperás siempre. Una vez dicho esto, veo la impaciencia en tu tez, tranquilo. Mírame a los ojos, y NO SALGAS DEL CÍRCULO. Usa el hechizo del libro del aire, Regeneración para transmitir tus energías a la estrella
Caudicus comenzó a recitar palabras y palabras arcanas a tal velocidad que no podía descifrarlas, una retahila chamánica y nigromántica de tal calibre que parecía despedir poder por sí mismo, la sala parecía arder, se vieron imágenes olográficas de la pelea, cosa que tan solo yo podía observar, sonidos de explosiones, era como si el hielo y el fuego volviesen a entrechocar en la sala. Mi colgante ardía, incapaz de evitar que pudiese verlas, Caudicus estaba llamando a la magia que se hizo, se utilizó y aún permanece en este lugar para conseguir la transformación, era un espectáculo mágico, terrorífico, atroz y bello que ni siquiera los ojos enanos podían evitar ver, entonces llegó el momento, y la voz de Caudicus se unió con la del Nigromante, pronunciando las últimas palabras del hechizo, en la misma zona, el mismo lugar, pero distinto y el mismo momento. En el olograma el dragón se hizo humano, y en la realidad, el humano se hizo dragón, apareciendo en el centro del pentágono, con la runa , poder. Lo que ocurrió fue que del cuerpo del chico salieron cinco espirales que giraron en el pentágono central, formando poco a poco al dragón, Caudicus terminó su invocación con un:
-Svea, madre naturaleza, devuelvele a este ser su verdadera fuerza.
Las alucinaciones cesaron y todo el poder chispeante de la habitación parecía haberse vuelto a dormir, sin embargo, delante de nosotros se estaba creando un dragón cuya aparición brillante y luminosa dejó ver su forma tras expandirse una llamarada en todas direcciones. El círculo mágico se agrandó como si la explosión lo expandiese, pero ésta cesó justo delante de Caudicus, como si el círculo no pudiese agrandarse más, ni la llamarada, ahí se quedó quieta como si una barrera de cristal impidiese su avance. El fuego que no dejaba ver lo que había en su centro se fue extinguiendo, o más bien dirigiendo y encerrándose en el colgante que Caudicus sugetaba con su mano derecha.
El dragón seguía mirándolo a los ojos, experé su reacción, curioso por una vez en mi vida por lo que pudiese pasar.

Yandrack escucho atentamente al humano, para seguir sus indicaciones, tal y como le habian dicho se metio en el circulo, concretamente en la derecha,en el triangulo que apuntaba hacia cierta runa

Lo primero que debes saber es que te voy a transformar en dragón durante unos instantes, tan solo para liberar esa parte de tí y recordarselo a tu cuerpo, luego volveré a hacerte humano. Sin embargo, recluiré tu parte dragón en éste colgante- dijo el hombre mientras enseñaba el colgante, al cual se estaba refiriendo-volvere a ser humano... mm a ver que mas- se iba diciendo el joven mientras pensaba en la explicacion


Ello albergará una especie de esencia que cuando tu lo desees, liberará, activando las funciones de creación de adrenalina de tu cuerpo, y permitiendo a tu cuerpo cambiar parcialmente durante un tiempo. Adquerirás poderes de dragón dentro de un cuerpo humano. Es mejor ir poco a poco. Cuando pase un tiempo[al llegar a los 100 posts] que lo hayas estado utilizando, no necesitarás más que fuerza de voluntad para transformarte, sin necesidad de recurrir a la rabia o al colgante. Entonces el colgante servirá para transformarte en dragón, aunque por un tiempo más limitado, de esa forma, pasado más tiempo, no necesitarás siquiera el colgante, lo sabrás cuando éste se rompa[a partir de los 150 posts tras su uso]. La contradicción es que vas a tener que comer lo suficiente como para alimentaros a tí y al dragón y deberás llevar siempre algo azucarado encima para recargar tus energías puesto que acabarás algo exhausto...oh, y ropa, porque la romperás siempre. Una vez dicho esto, veo la impaciencia en tu tez, tranquilo. Mírame a los ojos, y NO SALGAS DEL CÍRCULO. Usa el hechizo del libro del aire, Regeneración para transmitir tus energías a la estrella-ante estas instrucciones los ojos violeta del joven miraron fijamente los de caudicus-concentrate, se dijo a si mismo-mientras se forzaba a canalizar su energia hacia la estrella en la que estaba metido




al momento el mago comenzo a recitar las palabras y la magia respondio a su llamada, recorriendo todo el lugar, como la sangre que recorre un vaso sanguineo o como si una presa se rompiera dejando escapar con indeleble furia el agua sobre caudales y zonas que estuvieron secas desde tiempos inmemoriales, asi fue, asi sucedio, el hielo y el fuego revivieron en el recuerdo del pasado una vez mas, escuchando la llamada del mago y acudiendo al auxilio del dragon. Yandrack recordo entonces la ultima palabra que recito el mago ese dia, de hecho creyo volverse loco cuando la escucho de nuevo...

Forma de dragon:

El joven no se habia dado cuenta pero volvia a ser el dragon que habia sido, fue una sopresa para el, ver de nuevo su su color plateado, sus garras, se sentia bien, como nunca se habia sentido en mucho tiempo-soy yo- y lleno de jubilo levanto su cabeza mientras sentia por fin alegria, sin poder controlarse ni un minuto mas el dragon plateado Rugio, Rugio como ninguna otra criatura lo hubiera hecho antes, no era un grito de rabia, de odio o de dolor era un grito de libertad que resono por toda la montaña y probablemente por los terrrenos circundantes, tan entuasiasmado estaba que no habia prestado atencion al hecho de que el fuego y producido por la energia de aquel suceso ya se encontraba en el collar, e incluso parecia que no estuviera viendo a caudiccus a pesar de que seguia mirandole a los ojos


cuando pasaron unos instantes y estuvo mas calmado se le corrio que quizas al enano y a su amigo no les habia parecido apropiado su grito... pero bueno a lo hecho pecho

Y por fín apareció, un dragón plateado aunque no es de los más grandes que he visto, recuerdo...que cuando veía pasar por aquí a Ogadrack, cada vez se hacía más y más grande, no se cómo puede estar ahora. Bueno, el hecho es que el dragón había aparecido, se había liberado, pero observé también como gran parte de su grito fue absorbido por la cueva en sí y por el colgante que portaba Caudicus en su mano.
Ahora se dispuso a sugetarlo delante suya con su mano derecha mientras caminaba hacia delante, a cada paso suyo, la cueva pareció retumbar, una ondulación en el aire y el círculo y el dragón reducían su tamaño.
Caudicus se fue acercando cada vez más, giró ligeramente y siguió, paso a paso el circulo recobraba su anterior tamaño, y el dragón se hacía más y más pequeño hasta que llegó al estado intermedio al que Caudicus se refería, un último paso más y...
El último paso de Caudicus hizo retumbar los volcanes, y, tras lo que pareció verse la desaparición de la barrera del círculo, Yandrack había sido embestido por una fuerza invisible que lo llevó hasta el triángulo con la runa , humano.
El chico estaba a cuatro patas respirando entrecortadamente, Caudicus entró en el círculo ya sin ningún peligro, la sala pareció volver a la normalidad.
Mi compañero le puso una mano en el hombro y éste le miró. El chamán le colocó el colgante el cual brillaba con un fuego puro en su esfera. Hasta entonces, parecía muy seguro de si mismo y con gran fuerza y reservas energéticas, pero en cuanto le puso el colgante, sin dejar de mirarle a los ojos, se derrumbó hacia atrás.
Me acerqué rodeando el círculo(no quería ni rozarlo), y tiré de Caudicus arrastrándolo por el suelo, lo dejé tendido, que descansase, había hecho un buen trabajo.
Ayude al chico a levantarse, y él sentado y yo de pié, le dije:
-Si quieres darnos algo a cambio de todo esto, solo te diré: Sigue al Juez.
Sin mediar más palabra, utilicé una poción energética que me dio antes Caudicus para levantarlo, y él y el chico fueron saliendo de la sala.
Salimos y una vez atravesamos el lugar en el que ambas puertas deberían estar, giré mi vista atrás, y mientras reaparecía la puerta de onix, me percaté de algo inusual a lo que no le presté mucha atención.
La puerta de piedra reapareció, el chico se fue, Caudicus dormía, los esclavos volvieron, todo normal...
Pero esa noche, no soñé nada, hasta que justo antes de despertarme, volví a vivir el mismo extraño momento:
Una gota de agua helada se deslizaba lentamente, como si el tiempo corriese de una forma distinta para ella por uno de los carámbanos de hielo de la sala...