Recuerdo del primer mensaje :

Habían pasado un par de días desde que decidimos el plan a seguir para detener al clan de los 6Secretos.


Sin embargo, algo no marchaba bien. En teoría, Xehanort y yo debíamos detener a alguno de los miembros de dicha secta cuando intentaran hacerse con el secreto de la Tierra.
Para nustra sorpresa, la maga oscura conocida como Raven, la que había ocupado el.cuerpo de mi hermana, había sugerido un intercambio; un mago por la vida del aprendiz Anarion. Antes de que lograramos tenderle una emboscada, el aprendiz apareció en la Torre, lo cual solo podía significar que otro mago se había unido a sus filas... Y todo delante de nuestros ojos.

Sondeé la Torre con mi magia y vi que momentos antes de la llegada de Anarion, una elfa, que apenas llevaba dos dias en la escuela, había desaparecido; seguramnte ella era ahora la portadora del secreto de la Tierra y por consiguente, nuestra enemiga.

Había llegado la hora de actuar. Convoqué mis poderes y de nuevo, alerte a todos los habitantes de la Torre. El mensaje rezaba asi:
"Por pura necesidad me veo obligado a componer la primera ParTot del Valle de los Lobos. Aque que se una a dicha orden luhará a mi lado hasta detener alos miembros de la secta conocida como Los Seis Secretos. Cualquier ayuda será bienvenida, aunque aqyellos aprendices que deseen ingresar deberán gozar del permiso de sus maestros. Gracias de antemano. Unidos contra la locura de esos magos dementes lograremos salvar el futuro de la magia.
Espero a los valientes en el comedor"

La ParTor originalmente era una briada de justucieros que, alla en el norte, se convicaba cuando había algun peligro o amenaza que las fuerzas del orden no lograban erradicar. Me pareció apropiado adoptar el nombre de tan antigua tradición para designar a los magos y magas que se encargarían de acabar con los planes de Xerxes y sus adláteres.

Me alejé por el pasillo al ver que todos se fueron. Sin embargo, al cabo de un rato, un joven ataviado con una túnica azul marina se presentó. Se llamaba Aimizu, y alegó que había recibido el mensaje de Guzmán y que quería ayudar:

- Lo siento, joven - le notifiqué - ya se han marchado todos. Pero... puedes ayudarme con las defensas de la Torre. ¡Toda ayuda será bienvenida!

Me di cuenta de que se trataba del nuevo. ¡Hala, otro más! ¡Nuestra familia cada vez se hace más grande!

- ¡Te doy la bienvenida a la Torre! - le dije, con una sonrisa en el rostro - ¡Soy Xehanorth! Narshel no está, así que soy el que manda aquí

Se me hacía raro estar en un puesto de poder. Yo siempre he sido una persona simple y humilde, que prefiere permanecer en las sombras.

- Dime, ¿te apetece dar un paseo por los jardines?

Aquel chico me intrigaba... y lo cierto es que me gustaría conocerlo mejor.

-Los jardines...-repetí, mirando por la ventana-De acuerdo, me encanta fundirme con la naturaleza y me gustaría conocer estos jardines. Serán hermosos... Oye, ¿podrías enseñarme algún conjuro? Quiero ver algo realmente sorprendente, si no te importa, claro está.-no me corté, quería ver algo asombroso y estaba seguro que Xehanorth podría enseñármelo-Me gustaría ayudaros, si necesitais que cubra a la Torre de enemigos, lo haré.

¿Un conjuro interesante? Mmm... bueno, si su especialidad es la magia acuática, tal vez podría emplear "ese" conjuro.

- De acuerdo - le dije - Preséntate en los baños esta noche. Si tu especialidad es la magia acuática, hay algo que seguro te podrá ser de utilidad.

Me gustará enseñarle ese conjuro. Hay muy pocos especialistas en magia acuática en la escuela. Si, definitivamente estará muy bien.

-Deacuerdo-dije simplemente-Esta noche a las doce en los baños. A ver que me vas a enseñar...

Aimizu se despidió de su maestro y se dirigió a su cuarto. Necesitaría descansar para madrugar esa noche.
Sacó su preciosa flauta celeste y la contempló en el silencio de la Torre.

Muy bien. Ya había llegado el momento. Si nadie más acudía a mi llamada, tendría que servir con las escasas fuerzas que había reunido.

<< A mi los guerreros. Esta misma noche partiré al bosque de las Hadas, donde mis óculos sitúan a Xerxes y su chusma. Todo aquel que esté dispuesto a luchar por la magia y por el mundo tal como lo conocemos deberá reunirse conmigo en los jardines al llegar el ocaso. Que la Diosa nos ilumine en esta empresa. >>

Todos aquellos que estaban conectados a mi por el juramento de la ParTot ya sabrían donde encontrarme.

Espero que vengan todos..., si no va ha ser una lucha muuuy difícil...

Abandoné las heladas tierras de Fostgard para regresar a la Torre. Estuve buscando a Crescent por todas partes, pero no había manera de encontrarlo. Recibí el mensaje de Guzmán y no pude permanecer allí más tiempo. Tendré que seguir buscando a Cres en otro momento:

Aparecí en el Comedor principal, donde Guzmán ya estaba esperando. Me decepcionó bastante el hecho de que él y yo fuésemos los únicos que partiríamos al combate:

- ¿Esto es todo? - pregunté, obviando los modales

Si esto es lo máximo a lo que podamos llegar... no tendremos nada que hacer.

Entré algo magullado y mire a ambos magos que allí se hallaban

-Contad conmigo,ahora esto es algo mas que personal.

En los días que descanse,note la magia del mundo de manera normal,hasta hacía apenas unas horas.

-He notado un movimiento de magia muy grande,creo que la liberarán en apenas horas...

dije algo preocupado.

Guzmán y yo observamos cómo Felix entraba en la sala, visiblemente agotado:

- ¡Por la Diosa! - exclamé - ¿Qué te ha ocurrido?

¿Dónde se había metido este hombre?

Felix apareció en la sala. O mejor dicho lo que quedaba de él.

- Madre santa, ¿estás seguro de encontrarte en condiciones para luchar?

Después dijo que había notado una gran fuente de magia... la Mano Negra estaba pronta a aparecer en este mundo...

- Mala cosa. Si es así, debemos partir de inmediato.

Mire a ambos,¿Tan mal se me veía físicamente?,es cierto que aun tenía sangre,varías heridas y los mordiscos del brazo se notaban debajo de las vendas,pero eso ya no era problema,llevaba varios hechizos de curación y regeneración echados sobre mi mismo,en apenas unas horas volvería a estar tal y como era.

-Claro que estoy en condiciones de luchar,Xerxes no tendió una trampa a Sasha y a mi y caímos como idiotas,yo estuve encerrado en la dimensión que creo Xerxes y de Sasha...es posible que halla muerto,pese a mis esfuerzos por salvarle...Xerxes le hipnotizo y le obligo a luchar junto a la inquisición para invadir la Cueva Oscura,no hay tiempo deberíamos marchar ya,es nuestra ultima oportunidad.

-¿Crescent?-Dije algo confuso,llevaba mucho tiempo sin verle y al parecer había cambiado enormemente,aquello me reconforto,si,el era un haz de luz y esperanza,había oportunidad de victoria,parecía que por fin los dioses nos sonreían,mi mirada paso por las de todos y un brillo de alegría apareció e instantáneamente recupere las fuerzas y las ganas de luchar,no todo estaba perdido.

No pude evitar lanzar una expresión de sorpresa al ver como el mismísimo Crescent von Wolfkrone aparecía por la puerta. Al verle, sentí una mezcla de rabia y alivio. Sin reparar en sus palabras, pronuncié las palabras de un conjuro que expulsó a Crescent pocos centímetros de su posición y lo sentó en el suelo.

Me acerqué a él, bastante "enfadado":

- ¡Crescent Von Wolfkrone! - le nombré, en voz alta - ¡¿Se puede saber dónde demonios has estado los últimos meses?! ¡Te he estado buscando por todas partes!

Él me observó. A juzgar por su cara, juraría que no me recuerda. Parecía confuso:

- ¿No te acuerdas de mí? - le pregunté, preocupado - ¡Soy yo! ¡Xehanorth! ¡Soy tu amigo!

Esto no me gusta nada. ¿De verdad que no me recuerda?

Le expliqué a Crescent nuestra situación. Le hablé sobre Xerxes, los secretos, la próxima invocación de la Mano Negra y que el mundo mágico desaparecería si no actuábamos ahora.

- Ese tipo es peligroso - le dije - Si no actuamos ahora, la magia desaparecerá del mundo... para siempre

Realmente me alegro de que Cres haya venido. Vamos a necesitar toda la ayuda posible

Crescent me recordó mi penoso estado,lo cierto es que las heridas eran muy visibles y mi vejed también,ahora incluso recuperado tenía el aspecto de un hombre de 36 años había envejecido unos 15 años de mas,pero no por eso era mas débil a si que me resulto un tanto ofensivo.

Me recosté contra una pared,sabía que Crescent nos ayudaría y es mas,seguramente tuviéramos que partir casi de inmediato,me acerque al final del comedor,suspiré levemente y me agache cerca de uno de los muebles el cuál abrí,allí seguían permaneciendo las pociones que abría creado años atrás en caso de una emergencia,me serían útiles si iba a combatir seriamente, cerré en cajón y y me levante colocando la pociones en mi cintó.

Me limite a volver junto a Xehanort,Gúzman y Crescent mientras me sentaba en una de las sillas del comedor,también aproveche para recordar algunos hechizos y andar trasteando con ellos en mi mente.

Gracias a la diosa, un nuevo aliado, pensé reconfortado.

No le conocía personalmente, pero pocos norteños podían afirmar no haber oido hablar del principe Crescent.

Cuando los otros dos magos,que si le conocían en persona, le "saludaron" y explicaron la situación llegó mi turno para hablar.

- Me alegra contar con la ayuda de su Alteza en esta peligrosa cuita. - A pesar de que los magos rara vez trabajan para su patria y si rey, quería dejar clara mi procedencia y mi.contento por contar con la coaboración del señor de mi tierra. - Ahora, si estamos todos de acuerdo, deberíamos prepararnos para la batalla. Mientras hablamos, la Secta de los Seis Secretos concentra sus poderes para despertar a ese maldito mostruo. Cuando estemos todos listos reunámonos en la puerta. Yo nos teletransportare al lugar donde Xerxes celebra su particular aquelarre.

Y dicho esto, fui a mi cuarto a recoger algunos artefactos y pergaminos.