Llevaba horas caminando asta que por fin llegue a la ciudad Zhanthé, hacia una brisa agradable y tenia pensado pasar allí la noche, pero no sabia que bienvenida me iban a dar ya que se notaba claramente que era un mago oscuro y por esas tierra solían odiarlos.

Lo primero que ice nada mas llegar fue buscar una posada para pedir una habitación
donde pasar la noche, había mucha gente y me miraban raro con cierto desprecio y a la vez con miedo, pero no eran los únicos yo también los miraba a ellos con cierto odio.

Aveces cuando pasaba por algunas calles la gente cogían a los niños y los metían en sus casas rápidamente, con un terrible miedo a que les quisiera hacer algo a los niño
cosa que yo nunca aria y ni siquiera se me había pasado por la cabeza hacerles daño a esas criaturas inocentes, pero sin embargo me daba rabia que me trataran así y no pudiera pasear tranquilamente sin tener que notar tal terrible miedo a mi alrededor.

Pero yo me lo había buscado yo me lo había ganado yo y solo yo había sido quien había destruido tantas aldeas y había sembrado el pánico en tantas ciudades pero yo lo que hacia se lo tenían merecido, pero esta vez no tenia ninguna intención de atormentar a los habitantes de esta ciudad.

Al final de una de las calles principales encontré una posada que al parecer era una de las mas lujosas de la ciudad, entre y me dispuse a pedir una habitación con mi mas buena intención.


Muy buenas, me gustaría alquilar una de sus habitaciones.

El dependiente me miro raro como con miedo y desprecio y me dijo que no le quedaban habitaciones

ah, claro, así que no le quedan habitaciones ¿eh? entonces ¿que es eso?
y señale un cartel que decía que había habitaciones libres.
pude ver como el dependiente trago saliva con miedo, si me hubiera pillado otro día me lo abría cargado pero ese día no tenia ganas de matar a nadie.

ahora dejate de royos y dame la llave de una habitación

El dependiente obedeció y me dio una de las llaves y me dijo cual era, entonces yo saque de mi bolsillo unas monedas de oro y le pague exactamente lo que valía pasar la noche en la habitación.

subí las escaleras asta el tercer piso y allí estaba la habitación en la que pasaría la noche.

Conque Zanthé, ¿eh? Lo cierto es que no me esperaba encontrar a ningún talento por esa zona. Sin embargo, Raven me aseguró que aquel muchacho se encontraba aquí... y muy cerca.

Caminaba tranquilo, intentando no llamar la atención (desafortunadamente ese no es mi punto fuerte). Según los rumores, aquel muchacho había destruido aldeas él solo. Era un muchacho cuya ira era extremadamente fácil de despertar. Por esa razón, abandonó la Escuela del Lago de la Luna, para poder saciar su sed de venganza contra el mundo.

¿Para qué negarlo? Aquella situación me venía de perlas. Intentar acceder a la Escuela del Lago de la Luna después de que Sasha diese a conocer mis planes sería un suicidio. Podría haber mandado a Raven a reclutar a alquien que pudiese obtener el Secreto del Agua, pero conociendo su naturaleza, lo más probable es que acabara matando a alguien. Por eso le encargué la misión de llevar a Anarion de vuelta a la Torre y reclamar un intercambio. Si alguien se atrevía a tocarla un pelo siquiera... bueno, entonces no veo por qué debería controlar sus impulsos...

En cuanto Alquamed, le encargué la misión de custodiar nuestra guarida. El desierto a sido su hogar desde su infancia, por lo que no conozco a nadie mejor que sepa defender ese territorio. Además, aún estaba el problema de que Sasha nos había traicionado... conociéndole, seguro que intentará hacerse con el refugio aprovechando que sólo hay un individuo. Si, sin duda Alquamed es el más apropiado para enfrentarse a él.

Y por último, estoy yo. En cuanto Raven me informó de que aquel misterioso "asesino" deambulaba por Zhanté, me puse manos a la obra de inmediato. Alguien que alberga tanto odio en su corazón es fácil de convencer. Sin embargo, necesitaba entrevistarlo primero. No puedo permitirme otro error como el de Sasha. ¡Quién sabe! ¡Igual hasta me dan chocolate para cenar!

De modo que aquí estoy. Intentando localizar a un tipo que no conozco y al que no le he visto la cara en mi vida para que me ayude a obtener el Secreto del Agua... ¡muy inteligente, Xerxes!

Estaba maldiciéndome a mí mismo cuando oí a unos campesinos que andaban por la calle cuchichear sobre un "tipo peligroso" que se había hospedado en una posada, no muy lejos de mi posción. ¿El asesino misterioso, tal vez?

En fin, sólo hay un modo de averiguarlo...


Silencioso como la noche que me envolvía, empleé el conjuro de levitación para desplazarme hasta la ventana de la habitación en la que supuestamente se encontraba mi asesino. A continuación, desembainé el estoque que tenía guerdado en mi bastón y lo introduje silenciosamente en el hueco que había entre ventana y ventana, y haciéndo palanca, conseguí abrir la ventana sin hacer el más mínimo ruido.

Me senté en el respaldo de la ventana y allí le vi, durmiendo, completamente vulnerable a cualquier ataque. Era joven, de unos veintidos años aproximadamente. Y sudaba. Sudaba mientras sus labios soltaban algún que otro gemido de dolor.

Pesadillas... pobrecillo, debe de tener la conciencia más pesada que una suegra en Navidad. Tal vez debería despertarlo. Y con un conjuro mental, me introduje en su subconsciente para obligarlo a emerger de sus terribles pesadillas. Ví cómo se despertó, alterado y confuso, y no pude evitar dibujar una sonrisa de fascinación en mi rostro:

- ¿Luchando con viejos fantasmas del pasado, compañero?

Estaba en mitad de una pesadilla esa pesadilla la solía tener muy a menudo, se trataba de que estaba en mitad de una gigantesca ciudad y yo me encontraba atado a un palo y unos tipejos se disponían a echarme fuego, se trataban de la hoguera de la inquisición, derrepente sentí que algo no cuadraba en el sueño y me desperté de un sobre salto, y vi a un tipo en la ventana un tipo extraño pensé nada mas verle.

¿quien eres? ¿que haces aquí?
dije alarmado, en seguida me levente de la cama y prepare en mi cabeza varios hechizos de ataque y defensa.

Esa persona me miraba sonriente como si le pareciera divertida la escena, cosa que me mosqueo bastante, pero en seguida pude notar que ese extraño no quería nada hacer nada malo.

me tranquilice y lo mire,
Aun estoy esperando una respuesta...

El chico me vió y rápidamente se puso en guardia. No hizo falta decir absolutamente nada, pues era más que evidente que no quería hacerle ningún daño. Casi al instante, el muchacho se relajó, pero su mente seguía en guardia. Me preguntó que quién era:

- ¿Yo? Un simple admirador de tu historia - le contesté, manteniendo mi sonrisa - Y... digamos que hay algunas cosas de las que me gustaría hablar contigo

Sólo espero que esté dispuesto a colaborar. Cómo tenga que hacerlo todo yo... ¡va a ser agotador!

Me sorprendieron mucho las palabras de ese extraño, pero a la vez e intrigaron,
pero la pregunta era ¿de que me conocía ese tipo? ¿y que sabia a cerca de mi pasado?
al parecer ese muchacho me conocía por alguna razón.

¿a si? y ¿que sabes tu sobe mi historia?

también me dijo que quería hablar de algo conmigo algo de lo que yo no tenia ni idea pero fuera lo que fuera yo estaría dispuesto a escucharlo.

El chico parecía sorprendido por mis palabras. No lo culpo. ¡Después de todo, soy una caja de sorpresas!

- Sé que estudiaste en la Escuela del Lago de la Luna - le expliqué - y también que llevas muchos años enfrentándote con la Inquisición. Sé que lo único que ansías es que te respeten, y que estás dispuesto a hacer cualquier cosa con tal de conseguirlo.

Me sorprendió la facilidad con la que estaba desarrolándose la conversación. ¡Qué alivio!

- y también... sé que eres el único que puede ayudarme

Giré mi cabeza y contemplé a la Luna, brillando con fuerza sobre aquel manto de oscuridad:

- Dime... ¿has oído hablar de una organización llamada "Los 6 Secretos"?

Mmmm así que los seis secretos ¿eh?, la verdad no se de que pero eso me suena de algo... y dime ¿de que se trata?

Lo cierto es que yo había oído hablar algo a cerca de los seis secretos pero en ese momento no tenia ni misera idea de lo que se trataba.

El joven dijo que podría ayudarle y me sorprendió ya que era la primera vez en mi vida que alguien pedía mi ayuda.

El muchacho se giro y miro hacia la luna que brillaba intensamente.

Había oído hablar de nosotros... bien, eso agilizará un poco la cosa:

- Nosotros - le comenzé a explicar, recalcando lo de "nosotros" - somos una organización cuyo objetivo es alcanzar la paz mundial mediante la invocación de la Mano Negra, la más poderosa de las invocaciones.

"Para ello, necesitamos los 6 Secretos, objetos mágicos que potencian cada magia elemental cuando estás cerca de ciertas escuelas. Necesito a alguien que me ayude a obtener el Secreto del Agua... y tú puedes ayudarme.

Si me ayudas, prometo ayudarte en tu venganza. Te daré el poder que necesitas para deshacerte de la Inquisición de una vez... y para siempre.

¿Y bien? ¿Qué me dices? ¿Me ayudas a crear un mundo mejor?"

Así que necesitaba mi ayuda para conseguir el secreto de el Agua, interesante pensé,
Además su oferta era demasiada buena como para rechazarla, si verdaderamente el me ayudaría a acabar con los inquisidores, ese había sido mi objetivo durante casi toda mi vida.

Me quede mirando a ese joven y al instante le conteste,
La meno negra ¿eh? así que necesitas los seis secretos elementales para esa invocación y alcanzar la paz mundial... ¿sabes? me gusta tu propuesta
y esa es la razón por la que te ayudare a ti y a tu organización

Lo cierto es que estaría dispuesto a encontrar el secreto de el agua e incluso a mas,
para conseguir ayuda en mi objetivo.

- ¡Espléndido! - dije - Pero antes de formar parte de los nuestros, hay una cosa que deberás hacer


Saqué los pies por la ventana y me quedé sentado de espaldas al chico:

- Encontrarás el Secreto del Agua en la Escuela del Lago de la Luna - le expliqué - En una gruta submarina que hay debajo del islote en el que se encuentra la escuela. Hazte con él, y traémelo a la Mansión Reinsworth, en Ereaten. Tráeme el Secreto, Andurk. Tráemelo, y comenzará tu venganza.

Y sin más dilación, salté por la ventana para, a continuación, realizar el conjuro de teletransportación en el aire.

Me explico exactamente donde debía ir a buscar el secreto de el agua, y después se fue por la ventana... yo me asome a la ventana y mirando a la luna mientras mis ojos brillaban a la luz de la luna y una diabólica sonrisa se lucia en mi rostro.

Estáis condenados, malditos...

Os are pagar todo el daño que abéis echo, mi venganza se cumplirá y por fin mi sangre dejara de hervir de tal menera

al dia siguiente comenzaría mi misión en busca del secreto de el agua