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Neion
Humana
Nombre : Neion de Sessa
Escuela : La Torre
Bando : La Diosa
Condición vital : Viva
Rango de guerrero : Guerrero experto: Armas a distancia - Arco
Clase social : Pueblo llano - Noble
Mensajes : 101
Fecha de inscripción : 31/03/2015
Edad : 22
Entre mares y cielos [Priv. Capitán Sherak]por Neion, Lun Jul 27, 2015 10:58 am
Recuerdo del primer mensaje :
Aquel día estaba super nerviosa, y se notaba claramente en mis rápidos pasos por la cubierta. Mi estómago parecía estar gritando “¡Quiero vaciarme!”, pero me ahorraba las ganas de hacerlo. Oye, y… ¿por qué estaba yo de esa manera?
Recién me había unido a una tripulación. aunque yo tampoco sabía por qué. Hasta entonces había tenido pensado encerrarme en el “mundo” que me ofrecía la Torre, pero hice totalmente lo contrario. Además, el barco que usábamos no era nada normal, no. Por la Diosa, ¿qué barco, transporte construido para atravesar los mares, puede volar? Ninguno. Bueno, si, ese barco.
Y aun así, no eso era el provocante de mis nervios que afectaban a mi cuerpo incluso, no, lo que más me comía por dentro era que no había pegado ojo la noche anterior por haber estado pensando en si ir a hablar con el Capitán sobre algunas cosas o no.
Por favor, ¿qué cosas quería yo preguntarle a aquella persona? ¡Ni siquiera yo lo sabía! Necesitaba entablar una conversación con él, sobre cualquier tema, pero no podía estar más tiempo sin hablar durante al menos un cuarto de hora. Ay, era imposible aguantar, imposible para alguien como yo, una muchacha extremadamente habladora, y en algunos casos molesta. Nah, ya improvisaría yo, si tuviera la oportunidad al menos de estar con el Capitán a solas unos momentos.
Y la suerte me sonrió…
-¡Oye, gandules! Que uno de vosotros le lleve vino al Capitán.-dijo un miembro de la tripulación. ”Oh… ¡ésta es mi oportunidad! pensé y me acerqué a aquel hombre.
-Emm...disculpe, ¿puedo llevárselo yo?-le pregunté evitando el contacto visual.
-Anda, ¿tú eres la nueva? Si no tienes nada que hacer, vale. Ve a la bodega, y coge dos botellas de vino, que sean de la tercera fila, no la primera que esos son nuevos, y es mejor el otro. Vamos, tira.-explicó y se fue.
Sonreí y bajé a la bodega del barco.
Ahí encontré varios barriles de vino y muchas cajas una sobre otra. Tosí un poco, el olor a alcohol era bastante fuerte, y no estaba acostumbrada a él. Fui hasta la tercera fila de cajas, tal como se me ordenó y cogí dos botellas. ”¿Qué sabor tendrá?” aquella pregunta rondaba por mi mente siempre que veía bebidas alcohólicas. Sacudí la cabeza reprimiendo la curiosidad y salí de ahí.
Al llegar frente a la puerta de la cámara donde supuestamente estaba el Capitán solté un suspiro. Lo cierto es que tardé unos minutos perdiendome por el barco, hasta que finalmente me rendí y le pregunté a alguien por donde debía ir para llegar ahí. Tragué saliva y di suaves golpes rítmicos en la puerta.
-Señor, le traigo el vino.-dije intentando controlar los nervios. Di un paso hacia atrás y esperé a que me diera permiso para entrar.
Aquel día estaba super nerviosa, y se notaba claramente en mis rápidos pasos por la cubierta. Mi estómago parecía estar gritando “¡Quiero vaciarme!”, pero me ahorraba las ganas de hacerlo. Oye, y… ¿por qué estaba yo de esa manera?
Recién me había unido a una tripulación. aunque yo tampoco sabía por qué. Hasta entonces había tenido pensado encerrarme en el “mundo” que me ofrecía la Torre, pero hice totalmente lo contrario. Además, el barco que usábamos no era nada normal, no. Por la Diosa, ¿qué barco, transporte construido para atravesar los mares, puede volar? Ninguno. Bueno, si, ese barco.
Y aun así, no eso era el provocante de mis nervios que afectaban a mi cuerpo incluso, no, lo que más me comía por dentro era que no había pegado ojo la noche anterior por haber estado pensando en si ir a hablar con el Capitán sobre algunas cosas o no.
Por favor, ¿qué cosas quería yo preguntarle a aquella persona? ¡Ni siquiera yo lo sabía! Necesitaba entablar una conversación con él, sobre cualquier tema, pero no podía estar más tiempo sin hablar durante al menos un cuarto de hora. Ay, era imposible aguantar, imposible para alguien como yo, una muchacha extremadamente habladora, y en algunos casos molesta. Nah, ya improvisaría yo, si tuviera la oportunidad al menos de estar con el Capitán a solas unos momentos.
Y la suerte me sonrió…
-¡Oye, gandules! Que uno de vosotros le lleve vino al Capitán.-dijo un miembro de la tripulación. ”Oh… ¡ésta es mi oportunidad! pensé y me acerqué a aquel hombre.
-Emm...disculpe, ¿puedo llevárselo yo?-le pregunté evitando el contacto visual.
-Anda, ¿tú eres la nueva? Si no tienes nada que hacer, vale. Ve a la bodega, y coge dos botellas de vino, que sean de la tercera fila, no la primera que esos son nuevos, y es mejor el otro. Vamos, tira.-explicó y se fue.
Sonreí y bajé a la bodega del barco.
Ahí encontré varios barriles de vino y muchas cajas una sobre otra. Tosí un poco, el olor a alcohol era bastante fuerte, y no estaba acostumbrada a él. Fui hasta la tercera fila de cajas, tal como se me ordenó y cogí dos botellas. ”¿Qué sabor tendrá?” aquella pregunta rondaba por mi mente siempre que veía bebidas alcohólicas. Sacudí la cabeza reprimiendo la curiosidad y salí de ahí.
Al llegar frente a la puerta de la cámara donde supuestamente estaba el Capitán solté un suspiro. Lo cierto es que tardé unos minutos perdiendome por el barco, hasta que finalmente me rendí y le pregunté a alguien por donde debía ir para llegar ahí. Tragué saliva y di suaves golpes rítmicos en la puerta.
-Señor, le traigo el vino.-dije intentando controlar los nervios. Di un paso hacia atrás y esperé a que me diera permiso para entrar.
Neion
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Re: Entre mares y cielos [Priv. Capitán Sherak]por Neion, Miér Ago 05, 2015 7:06 pm
Mi corazón dio un vuelco con las palabras de Sherak, mi alma se había estremecido con ello. Nunca había pensado que alguien me diría tales cosas, no podía creer podía tener una nueva familia. Oh, familia...esa palabra había sido como una flecha clavada en mi memoria. Sentía mis ojos ardiendo y humedeciendose cada vez más. Parpadee seguidamente intentando contener las lágrimas.
-Gracias, Capitán…-dije esbozando una gran sonrisa.-Daré lo mejor de mí por esta...esta familia.-añadí con dificultad. Me sorprendí al sentir mis mejillas húmedas y agaché la cabeza. Alcé la mano libre y cubrí mis ojos con el antebrazo, sollozando. Mis sentimientos salían a través del agua salada que mojaba mi rostro, y aunque no me gustaba la idea de llorar en ese momento, me sentía muy bien. Era como si me quitara un peso de encima, como si las cadenas de mi corazón se aflojaran…
Cuando conseguí calmarme, suspiré, me sequé las lágrimas y alcé la cabeza. Me pareció lamentable lo que hice, demostré lo débil que era, pero no me arrepentía, sabía que podía confiar en Sherak y que no cambiaría su actitud hacia mí después de eso, o al menos eso esperaba. ”¿Se puede pedir más que esto?” me pregunté y volví a sonreír.
-Pues, será un honor para mí permanecer en este barco.-dije apoyando la espada en el suelo y enderezando mi cuerpo.-Por cierto, Señor, ¿qué piensa usted del fuego y las manzanas rojas?-pregunté estirando un mechón de mi cabello.
-Gracias, Capitán…-dije esbozando una gran sonrisa.-Daré lo mejor de mí por esta...esta familia.-añadí con dificultad. Me sorprendí al sentir mis mejillas húmedas y agaché la cabeza. Alcé la mano libre y cubrí mis ojos con el antebrazo, sollozando. Mis sentimientos salían a través del agua salada que mojaba mi rostro, y aunque no me gustaba la idea de llorar en ese momento, me sentía muy bien. Era como si me quitara un peso de encima, como si las cadenas de mi corazón se aflojaran…
Cuando conseguí calmarme, suspiré, me sequé las lágrimas y alcé la cabeza. Me pareció lamentable lo que hice, demostré lo débil que era, pero no me arrepentía, sabía que podía confiar en Sherak y que no cambiaría su actitud hacia mí después de eso, o al menos eso esperaba. ”¿Se puede pedir más que esto?” me pregunté y volví a sonreír.
-Pues, será un honor para mí permanecer en este barco.-dije apoyando la espada en el suelo y enderezando mi cuerpo.-Por cierto, Señor, ¿qué piensa usted del fuego y las manzanas rojas?-pregunté estirando un mechón de mi cabello.
Capitán Sherak
Humano
Nombre : Sherak
Escuela : La Torre, Castillo del Mar Espectral (magia), Guardiadragones del Mar (lucha)
Bando : La Diosa
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Mentalista
Rango de mago : Mago consagrado, Especialidad en Magia del Agua, Especialidad en Magia de Sangre
Rango de guerrero : Guerrero exaltado, Experto (espadas, una mano; lanzas,una mano; hachas, una mano), Especialidad en Guerrero de Hielo, Especialidad en Guerrero de Tierra
Clase social : Ex-General del Ejército de Wölfkrone; Capitán del Ōmibozu; Guardián de los Oceanos.
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Re: Entre mares y cielos [Priv. Capitán Sherak]por Capitán Sherak, Jue Ago 06, 2015 3:12 pm
Nei no pudo contener la emoción, pese a que parpadeó varias veces para no dejar salir las lágrimas, al final agachó la cabeza y se echó a llorar. La dejé que se desahogara, que soltara todo aquello que tenía que soltar. Desde que había entrado la notaba con ganas de hacer eso, de tener que soltar ese clavo que tenía clavado en el interior, haciéndola daño.
No pasó demasiado tiempo hasta que se tranquilizó y volvió a mirarme, ya sin lágrimas en los ojos, sin embargo estaban rojos, y con el rostro más tranquilo.
Apoyó la espada en el suelo y dijo que sería un honor permanecer en el barco, lo que para mi era una buena noticia, y algo que me alegraba.
Entonces me hizo una pregunta un tanto extraña, tan extraña que incluso para mi era dificil de responder. Quizás quería que buscara una relación entre ambas cosas, pero no conseguía encontrar ninguna.
Me acerqué a la mesita y bebí un poco más de vino, después miré a Nei y la invité a sentarse en el sofá.
-Bueno, el fuego es un elemento poderoso... Y destructivo a manos de alguien irresponsable. Y la manzana... Bueno, según la religión de los Inquisidores, es el fruto prohibido, quizás para ellos sea destructivo también.-Hice aparecer en una de mis manos una pequeña llama que se mantuvo estática, y en la otra mano hice aparecer una manzana roja, la cual tendí a la chica.
-Dime, Nei ¿Que piensas tu del fuego y de una manzana roja?
No pasó demasiado tiempo hasta que se tranquilizó y volvió a mirarme, ya sin lágrimas en los ojos, sin embargo estaban rojos, y con el rostro más tranquilo.
Apoyó la espada en el suelo y dijo que sería un honor permanecer en el barco, lo que para mi era una buena noticia, y algo que me alegraba.
Entonces me hizo una pregunta un tanto extraña, tan extraña que incluso para mi era dificil de responder. Quizás quería que buscara una relación entre ambas cosas, pero no conseguía encontrar ninguna.
Me acerqué a la mesita y bebí un poco más de vino, después miré a Nei y la invité a sentarse en el sofá.
-Bueno, el fuego es un elemento poderoso... Y destructivo a manos de alguien irresponsable. Y la manzana... Bueno, según la religión de los Inquisidores, es el fruto prohibido, quizás para ellos sea destructivo también.-Hice aparecer en una de mis manos una pequeña llama que se mantuvo estática, y en la otra mano hice aparecer una manzana roja, la cual tendí a la chica.
-Dime, Nei ¿Que piensas tu del fuego y de una manzana roja?
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Re: Entre mares y cielos [Priv. Capitán Sherak]por Neion, Mar Ago 11, 2015 2:14 pm
Asentí con la cabeza, aceptando su invitación, y tomé asiento en el sofá, con la espalda recta y una pierna sobre la otra, como la dama que una vez fui. Escuché su respuesta a mi pregunta y sonreí, su respuesta era bastante buena para ser improvisada, pero se notaba que lo pillé desprevenido. Y era normal, ¿quién hace tal pregunta? Estiré la mano derecha y cogí la manzana, para luego darle un pequeño mordisco y saborearla.
Su sabor era fuerte, y justo como las prefería, ácido y amargo, además de que tenía mucho líquido y estaba un poco dura, por lo que deduje que aunque fuera roja, no era bastante madura. ”¿Hace cuánto que no como una manzana tan buena?” me pregunté y me quedé observando la manzana de forma extraña, perdida en mis pensamientos.
-Fuego y manzana roja…-susurré.-Vuestra respuesta es buena, me ha sorprendido. Pero, al fuego usted lo ve como algo que se usa solo para atacar, para destruir, lo ve como un arma...o al menos eso deduzco de esa respuesta. Y la manzana...también, porque nombráis a la Inquisición y decís su punto de vista, Señor, no el vuestro.-dije dando mi opinión sobre sus palabras. Miré a Sherak durante unos segundos y volví a concentrarme en la manzana, y a la llama de su mano.
Mi mente en ese momento iba bastante rápido, quería encontrar las palabras correctas para responder, y tomé una gran bocanada aire, sabiendo que volvería a hablar mucho, como siempre.
-El fuego a veces puede ofrecer muchas sensaciones, aunque sea un mero elemento del que dependemos en varias ocasiones. No solo da calor a nuestro cuerpo, no solo quema cosas, no es siempre peligroso. Yo, cuando miro al fuego, siento calor, pero en mi corazón. Me hace pensar en muchas cosas, emociones que a veces me incomodan, recuerdos que me alegran y entristecen a la vez… El amor por ejemplo, en ocasiones olvido lo que es amar a alguien, pero cuando miro al fuego, recuerdo lo que sentía por mi familia, recuerdo por qué amo las armas también. Entonces, el fuego no siempre es destructivo.-expliqué y sonreí inconscientemente. Suspiré y seguí comiendo de la manzana, dándole un poco de tiempo al capitán, yo era muy agobiante a veces por lo mucho que hablaba, y lo sabía.
Cuando ya me quedaba solo mitad del fruto, abrí la boca para seguir con mi “discurso”.
-Y las manzanas rojas...muchos prefieren las amarillas o las verdes. Yo las rojas, no sé por qué. También pueden ser destructivas, según la religión, pero yo...no creo en eso. ¿Qué culpa tiene una fruta de que alguien haya pecado? No, eso es cosa del humano. Aunque…¿realmente ocurrió lo que se dice?-pregunté y esbocé una sonrisa socarrona. Lo cierto es que todo lo que decía la Inquisición me parecía ridículo.-Las manzanas son fuentes de energía, así como otras frutas, e incluso verduras. Aunque...hay algunas que están podridas. No por fuera, no, la piel de la manzana puede ser de un rojo intenso, casi como la sangre, y te puede hacer pensar en el amor también, en la pasión, en el placer… Pero, en su interior, como ya dije, pueden estar medio o completamente podridas.
¿Sabes? Hay personas así, creo que la mayoría, incluso yo lo soy…-finalicé la frase en un susurro y volví a jugar con mi cabello rojo. ”Como una manzana roja podrida…” repetí en mi mente, como si fuera un lamento.
Suspiré y terminé la manzana, dejando de ella solo el rabillo. Estiré mis brazos y solté una risa infantil mientras miraba a Sherak.
-Lo siento, hablé mucho y dije demasiadas tonterías, una mala costumbre.-dije, sonrojandome levemente por la vergüenza.
Su sabor era fuerte, y justo como las prefería, ácido y amargo, además de que tenía mucho líquido y estaba un poco dura, por lo que deduje que aunque fuera roja, no era bastante madura. ”¿Hace cuánto que no como una manzana tan buena?” me pregunté y me quedé observando la manzana de forma extraña, perdida en mis pensamientos.
-Fuego y manzana roja…-susurré.-Vuestra respuesta es buena, me ha sorprendido. Pero, al fuego usted lo ve como algo que se usa solo para atacar, para destruir, lo ve como un arma...o al menos eso deduzco de esa respuesta. Y la manzana...también, porque nombráis a la Inquisición y decís su punto de vista, Señor, no el vuestro.-dije dando mi opinión sobre sus palabras. Miré a Sherak durante unos segundos y volví a concentrarme en la manzana, y a la llama de su mano.
Mi mente en ese momento iba bastante rápido, quería encontrar las palabras correctas para responder, y tomé una gran bocanada aire, sabiendo que volvería a hablar mucho, como siempre.
-El fuego a veces puede ofrecer muchas sensaciones, aunque sea un mero elemento del que dependemos en varias ocasiones. No solo da calor a nuestro cuerpo, no solo quema cosas, no es siempre peligroso. Yo, cuando miro al fuego, siento calor, pero en mi corazón. Me hace pensar en muchas cosas, emociones que a veces me incomodan, recuerdos que me alegran y entristecen a la vez… El amor por ejemplo, en ocasiones olvido lo que es amar a alguien, pero cuando miro al fuego, recuerdo lo que sentía por mi familia, recuerdo por qué amo las armas también. Entonces, el fuego no siempre es destructivo.-expliqué y sonreí inconscientemente. Suspiré y seguí comiendo de la manzana, dándole un poco de tiempo al capitán, yo era muy agobiante a veces por lo mucho que hablaba, y lo sabía.
Cuando ya me quedaba solo mitad del fruto, abrí la boca para seguir con mi “discurso”.
-Y las manzanas rojas...muchos prefieren las amarillas o las verdes. Yo las rojas, no sé por qué. También pueden ser destructivas, según la religión, pero yo...no creo en eso. ¿Qué culpa tiene una fruta de que alguien haya pecado? No, eso es cosa del humano. Aunque…¿realmente ocurrió lo que se dice?-pregunté y esbocé una sonrisa socarrona. Lo cierto es que todo lo que decía la Inquisición me parecía ridículo.-Las manzanas son fuentes de energía, así como otras frutas, e incluso verduras. Aunque...hay algunas que están podridas. No por fuera, no, la piel de la manzana puede ser de un rojo intenso, casi como la sangre, y te puede hacer pensar en el amor también, en la pasión, en el placer… Pero, en su interior, como ya dije, pueden estar medio o completamente podridas.
¿Sabes? Hay personas así, creo que la mayoría, incluso yo lo soy…-finalicé la frase en un susurro y volví a jugar con mi cabello rojo. ”Como una manzana roja podrida…” repetí en mi mente, como si fuera un lamento.
Suspiré y terminé la manzana, dejando de ella solo el rabillo. Estiré mis brazos y solté una risa infantil mientras miraba a Sherak.
-Lo siento, hablé mucho y dije demasiadas tonterías, una mala costumbre.-dije, sonrojandome levemente por la vergüenza.
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