Recuerdo del primer mensaje :




Solo esta carta es lo que tenía el guerrero Valerian que se encontraba ante la enorme ciudad de Ereaten, solo, con un puñado de monedas y unos ropajes de mendigo. Frente a él, la muchedumbre y la vida nocturna de la ciudad se desarrollaba con normalidad.

OFF: MAGIA RESTRINGIDA.

La mujer respiró profundamente, se acercó al joven y le liberó de las cadenas que le ataban, se acercó a la puerta y la abrió, volvió a mirar a Valerian y dijo:

- Si Prestalanza te envía, es para rescatar a Laranin, una de mis mejores alumnas y evidentemente miembro de nuestra orden, pero haz lo que quieras chulo, vete y enfréntate a la Inquisición solo, vuelve a Lanzanegra para enfrentarte a la ira del Mercader, huye para que te persigan sus asesinos y te maten mientras duermes... o quédate con nosotras, el Gremio de Hizah, las únicas que conocen el paradero de tu objetivo y planeamos rescatarla ¿Tu decides? Dame la mano o ahí tienes la puerta, tu espada se te dará cuando estés en la calle -.

Le tendió la mano y los cuervos saltaron a volar por la habitación hasta situarse sobre el muchacho. Las maderas de la habitación crujieron un poco y todo se hizo en un silencio incomodo mientras ninguno de los presentes se movía.

-Sus asesinos me dan tanto miedo como la misma muerte. Todo lo que un hombre que ha visto las cabezas decapitadas de sus padres arrojadas a sus pies puede tener-dije mientras me levantaba y estiraba un poco-Y si tenéis una katana o dos puedes tirar esa vieja espada oxidada. De todas formas no es mía.

No era del todo mentira, podía aguantar casi cualquier cosa sin ponerme nervioso, aunque si había vampiros cerca mis nervios se convertían en mis peores enemigos y mayores aliados al mismo tiempo. Me hacían mas rápido, prestar mas atención...pero cegaban mi razon aunque no me importaba.

-¿Que sabeis?-dije mientras agarraba su mano.

Crow estrechó su mano y asintió, le hizo pasar a un salón donde había varias mujeres que le miraron de reojo pero sin dejar sus tareas, la mujer cuervo se deslizó hasta la puerta de la calle, que no era más que un paso bajo de una alcantarilla. Fuera se encontraba una chica más, esta llevaba unos ropajes bastante simples que serían para moverse más rapido. Al acercarse a ella Crow le dijo:

- Silver, no acerques tus armas a este joven, es un namoriano -.

La mujer le miró con cierto desdén y asintió antes de seguir vigilando la calle, Crow se acercó a Val.

- Ella te mostrara el objetivo -.

Silver:

La mujer de armas plateadas se acercó también al muchacho y le dijo:

- Chico, tenemos que llegar a esa torre de ahí y a partir de entonces seguir hasta el lugar indicado, a ver quien llega primero -.

La torre se situaba a unos doscientos metros, y se alzaba unos treinta, los caminos estaban claros, el hombre lobo tenía mucho donde elegir, podía llegar a la torre por los tejados o por las calles, o subirla escalando o por el interior.

Silver se colocó justo bajo el arco de la salida de la guarida y el joven hizo lo mismo, tras contar hasta ''tres'' ambos salieron corriendo.

OBJETIVO: LLega a la zona superior de la torre.

CONSEJO: Cuanto más y mejor describas tu camino más probabilidades tendrás de ganar.

Analice mentalmente el recorrido que había hasta la torre. Si bien había poca gente en la calle, la mejor opción seguía siendo los tejados. Cuando empezamos a correr localice un carro con un cargamento que me permitiría alcanzar el segundo de los tercer pisos que tenia el edificio. Subí rápidamente, provocando el enfado y las quejas del dueño del carro, y salte con la intención de agarrarme a la ventana del segundo piso y continuar escalando. Use la pobre decoración y los numerosos agujeros que tenia el edificio para llegar al tejado. No vi a mi competidora, por lo que o tenia mucha ventaja o la había perdido. Tampoco me importaba mucho perder la carrera, aunque si la ganaba mejor. En el tejado corrí por el caballete intentando no tirar tejas que delataran mi posición, aunque seguramente nadie lo notaria. La mitad estaban sueltas y parte de la otra mitad solo quedaba el hueco, consecuencias de ser un barrio pobre. Me acercaba a la torre y también se me acababa el tejado, por lo que tenia tenia que ir pensando el próximo movimiento. Tenia que volver a bajar a la calle. Había una casa justo al lado de dos pisos, que no seria nada para alguien como yo. Rompiendo una gran cantidad de tejas, salte a la calle los dos pisos que me quedaban aprovechando que nadie estaba mirando. Ahora me tocaba escalar la torre y seguía sin ver a la tal Silver. Era una torre bastante alta y tardaría mucho en escalarla. Entonces me fije en una cuerda que pendía de una polea situada cerca del tejado. Cogí prestado un caballo de carga de un carro y le ate un extremo de la cuerda. Termine justo cuando su furioso dueño venia a por mi con un cuchillo de cocina en la mano. Le di un manotazo al caballo que,al salir corriendo, me proporciono una velocidad de subida considerable. Las ventanas de la torre pasaron una a una frente a mi cara y vi que no había luz en ninguna de ellas Cuando el nudo que había atado para evitar matarme contra el poste se quedo trabado en la polea salte hacia el poste,quedándome suspendido en el vació. Con esfuerzo,conseguí impulsarme y colocarme encima de este, llegando finalmente al tejado.

Silver llegó subiendo el borde de las almenas, al llegar arriba suspiró y dijo:

- Mierda... tendré que reconocer que no eres del todo inútil -.

Dio una palmada en la espalda a Val y este se alejó un poco al ver la hoja oculta de plata, Silver se miró, le miró y chistó.

- Disculpa... -.

Se giró y le dio con el otro brazo que no llevaba arma alguna, la chica se acercó al borde de las almenas y señaló una zona algo apartada y oscura de la ciudad antes de decir.

- Esa es la prisión de Aznul-gerub, el Inquisidor Samus lleva allí a todas las acusadas de brujas o magas, en ese lugar las violan y las torturan... y es allí donde esta nuestro objetivo, Laranin es mi maestra y no voy a descansar hasta sacarla de ese espantoso lugar, pero para ello necesitamos a un hombre, ya que ese lugar es exclusivo para ellos... las mujeres solo entran presas o muertas, acerquémonos más, te veo abajo -.

Tras esas últimas palabras dio un par de pasos atrás y corrió para saltar al vació tras dar un mortal invertido. Val se asomó ligeramente preocupado por la locura de la chica y la vio caer en un almiar de heno, para su sorpresa se levantó, se estiró un poco e hizo señas al muchacho para que la siguiera.

OBJETIVO: ENCUENTRATE CON SILVER ABAJO.

Vi a la muchacha saltar al vació solo para caer en el heno. Después me hizo señas de que la siguiera, como si quisiera que yo también realizara semejante salto. La verdad es que no solía tener miedo,pero eso era una locura. Había que tener fe. Volví al poste donde se encontraba la polea y vi con satisfacción que el caballo ya no estaba atado. Me agarre a esa parte de la cuerda, dejándola trabada en la polea y baje unos cuantos metros. Entonces me coloque en el marco de una ventana y me impulse para rodear la torre balanceándome en la cuerda. Cuando tuve calculado,volví a deslizarme hasta llegar a escasos metros del suelo y de Silver. Salte y rodé varios metros antes de incorporarme. Me dolía todo el cuerpo,pero sabia disimularlo muy bien. Demasiadas caidas y demasiados retos a lo largo de mi escasa vida me había ayudado a lograrlo.

Al alcanzar el suelo Silver esperó a que el muchacho se le acercara y preguntó:

- ¿Demasiado para ti? Vamos, no perdamos el tiempo -.

Cruzaron los callejones hasta llegar al barrio de los artesanos, debían cruzarlo para llegar a los muros de la prisión, por seguridad ante los arqueros de los tejados trataron de acceder por callejones pero todos conducían de nuevo a la avenida principal, al intentar cruzarla fueron detectados por una patrulla de cinco hombres que les rodearon deprisa, su capitán, con una ostentosa cruz colgando de su cuello dijo:

- Vaya... estas no son buenas horas para estar en la calle ¿No conocéis el toque de queda? -.

Silver sonrió al guardia, se acercó a él y este desenvainó, la chica uso su mano con brazalete para apartar dulcemente la punta de la espada mientras sonreía al capitán que quedó algo embelesado por su belleza sureña, al quedar a pocos centímetros la chica susurró:

- No inventes mierdas -.

Hizo salir su hoja oculta y se la clavó al capitán en el cuello, cogió su arma y la tiró a los pies de Valerian, uno de los más cercanos trató de darle un tajo horizontal pero la asesina se agachó para esquivarlo, dio un rápido paso al frente y golpeó al Inquisidor en el cuello con el puño, acto seguido y con el mismo brazo le propinó un rápido codazo y tras girar sobre si misma le degolló con la hoja oculta tras lo que desenfundó su espada quedando espalda con espada con Val, los tres soldados restantes desenfundaron y se lanzaron al ataque, dos hacia Val y uno a por la chica.

POST DE COMBATE.

Estas chicas no sabían resolver nada de forma diplomática y ahora estábamos en problemas. O al menos lo parecía. Tres soldados, por muy bien entrenados que estuvieran, no eran rivales para dos guerreros como nosotros. O al menos como yo. Dos de ellos me eligieron a mi para combatir, cometiendo un gran error. Me coloque en una posición defensiva, dispuesto a esquivar el ataque y contraatacar. Si todo salia como tenia previsto, al primero le esquivaría y golpearía por la espalda. Al segundo le desviaría el golpe y ya pensaría como acabar con el mas adelante. Nadie había saltado la alarma y no se veían mas guardias, por lo que no creí que hubiera ningún problema

Val hizo bien esquivando el primer ataque pero no pudo prever bien el segundo que llegó casi al instante tras el primero, lo desvió por poco pero perdió un poco el equilibrio. El soldado mas cercano trató de rematarlo pero vio sus intentos frustrados pues Silver, usando a Val como un potro saltó y le pateó en la cara para luego clavarle la hoja oculta en la mejilla, no murió pero se desmayó casi al instante, ante esa tesitura quedaron dos contra dos, Val se vio forzado a detener un ataque y perdió el cuchillo, pero pensó rápido y tras un combo de tres puñetazos lo noqueó.

Silver esquivó rodando un tajo horizontal y uso su arma para rajarle los tendones de la rodilla al inquisidor, este cayó y vio el antebrazo de Val hacia su cara que coordinado con la posición del brazo de Silver mató al guerrero dejandole la hoja clavada en la nuca, ambos se levantaron y tras asesinar al desmayado la chica recogió una de las espadas y se la dio al joven tras asentir en señal de respeto.

Antes de poner pies en polvorosa escucharon un grito y de los callejones surgieron diez hombres más que rodearon a los dos muchachos, todo quedó en silencio hasta que se escuchó un silbido agudo, y todos miraron el tejado del edificio a la izquierda de Silver, una mujer cayó y asesinó a dos hombres aprovechando el saltó, acto seguido sacó una espada exótica; una katana y acabo rápidamente con otros dos. Hubo otro silbido y apareció una joven con otra espada similar que atravesó la espada de otro inquisidor, los cinco restantes se achantaron un poco pero cargaron contra ellos cuatro.

- Silver, para ti el de la derecha, Nair, tu ocúpate del de la izquierda, los dos del centro son míos... muchacho, para ti el segundo por la izquierda, no hagas el imbécil -.

Las dos chicas asintieron ante la mujer que guardó su espada y tras un chasquido hizo aparecer dos hojas ocultas curvas en su antebrazo, dejaban poco más que una espina por delante de los nudillos.

OBJETIVO: ACTÚA LIBREMENTE ANTE LA CIRCUNSTANCIA.

Mi oponente estaba algo nervioso y era normal. Había visto caer a sus compañeros de una forma horrenda y humillante, pero había algo mas. Era un crió, no podía ser mucho mayor que yo. Y ahora tendría que morir por equivocarse de profesión. Me lance a por el con la espada,lanzandole un tajo horizontal que apenas pudo parar. Sabia moverse,de eso no había duda, pero el combate se estaba alargando por que yo quería. Una sola patada cuando descuidara su guardia y estaría tirado en el suelo y muerto. Volví a la carga, esta vez con una estocada, pero la vio venir y desvió el ataque al tiempo que me devolvía el ataque. No podía ser aun un inquisidor.Imposible, como mucho un aprendiz. Estaba muy verde y asustado. Viendo que mis compañeras aun no habían acabado continué el combate. Avance mientras desviaba su espada y le golpeaba con la parte plana de la espada en la cara.

-No deberías jugar a ser lo que no eres-le dije mientras le arrancaba la espada de un golpe

El muchacho retrocedió con la mala suerte de tropezarse con el cadáver de uno de sus compañeros y cayo al suelo. Puse mi bota encima de su pecho y me agache para darle un guantazo. No odiaba a los inquisidores, pero si me caían bastante mal. No quería matar a este crio, ya que seguramente seria un segundo o tercer hijo que se alisto para dar de comer a su familia.

-No vales para esto,chico. 

Entonces en su cara se dibujo un expresión de rabia e intento golpearme con las manos,pero rápidamente le pise ambas manos,reteniendole. Su cara cada vez estaba mas deformada y sus ojos......no era posible. Era un licantropo. El muchacho inquisidor era un maldito licantropo. No podía matarle, pero tampoco dejar que se transformara. Usando toda la fuerza de la que disponía le golpee con la empuñadura de la espada, abortando su transformación y dejandole inconsciente. Mire a Silver con una cara que llevaba mucho tiempo sin usar. Una cara de total incredulidad.

-Es un hermano-fueron las únicas palabras que dije antes de volver a mirar al muchacho que yacía inconsciente a mis pies.

Yuhiko envainó su espada y se preparó cerrando los ojos, todo esto antes de que nadie alcanzara a su objetivo, suspiró y a una velocidad que parecía de teletransporte se deslizó entre los dos Inquisidores, al final quedó con la espada en su mano con su brazo extendido, ambos guerreros tenían un largo y profundo tajo en el pecho, por su parte Silver esquivó un hachazo vertical de su enemigo, le golpeó en las muñecas con el pie y le clavó la hoja oculta en el cuello, acto seguido fue a rematar a la victima de Val pero se detuvo cuando le dijo que era un hermano. El último enemigo luchaba contra la jovencita de quince que bloqueaba los ataques de su rival, un hombre de gran tamaño, aparentemente cansada y cuando Silver estuvo a punto de ayudarla la joven dio un paso atrás, dejo las piernas semiflexionadas y llevó su katana hacia atrás muy concentrada mientras suspiraba, Val pudo sentir toda la fuerza que estaba enviando a sus brazos, la espada dejaba aun yendo tan lentamente una pequeña estela blanca, el inquisidor cargó contra ella y como un rayo dio un tajo vertical que rompió el hacha de dos manos del guerrero que acto seguido murió cuando ella apresuró a clavarle la hoja oculta en entre las costillas.

Los cuatro supervivientes se miraron y Silver le dijo a la mayor.

- Maestra Yuhiko, este joven es Valerian, es el que va a ayudarnos a rescatar a Laranin y afirma que el inquisidor que tiene a sus pies es un hombre lobo -.

La mujer se acercó a Val, le miró atravesándole el alma con la mirada y haciéndole quitar el pie de encima del otro muchacho, ella se agachó y le dijo a Nair:

- Naireen, vuelve al gremio y pide ayuda para llevar este muchacho, le interrogaremos, Silver, lleva a Valerian hasta su destino, explícale todo lo que sepas y procura que no os cojan, si necesitais ayuda huid a este distrito y os ayudare ¡Largo! -.

Acto seguido la joven quinceañera corrió a toda velocidad calle abajo y ella llevó el cuerpo lejos de las miradas ajenas, Silver miró a Val y mientras caminaban preguntó:

- ¿Algo que decir? -.

-Jamas había visto a un licantropo inquisidor. Se que no son especialistas en detectarlos, ya que están mas obsesionados con los magos pero....No se, los veía prudentes cuando admitían a gente nueva.-dije mientras avanzábamos hacia la prisión- Y he estado a punto de matarlo. No hay muchas leyes entre los míos desde que vivimos exiliados, pero el respeto a alguien de nuestra condición es sagrado

Y nadie estaba por encima de las leyes del Reino de la Patria Errante, ni siquiera su rey. Al menos no lo había hecho al final. Me preguntaba si el chico sabia lo que era o no. No podía ser mucho mas pequeño que yo, por lo que tenia que haberse transformado al menos una vez en el caso de que fuera namoriano. Ahora que lo pensaba, antes habían nombrado a un compatriota mio. Fizer o Firez. No, Firens. Habian dicho Firens.

-Aunque tampoco sabia que había compatriotas míos deambulando por Ereaten. Antes han nombrado a un tal Firens de Namor.

Silver se quedó pensativa unos segundos antes de responder, sin darse cuenta habían llegado a un callejón paralelo a los muros del enorme patio de la prisión.

- Firens... si, el ''Viejo Lobo'' lo llamábamos las aprendices, fue el encargado de los registros del Gremio durante años, cuando se encontraba en el distrito de mercaderes... los inquisidores atacaron durante la noche y el anciano no lo contó, su forma de lobo blanco ciego esta ahora enterrada bajo un dolmen en los bosques de los alrededores, tal y como quiso. era un buen hombre, agradable y sencillo pero a la vez sabio y estricto, su muerte fue una gran perdida -.

La pena quedaba reflejada en la voz de la chica, era evidente que lo conocía bien, no dijo más sobre la Inquisición y sus hábitos de reclutamiento, en vez de eso guardó silencio y subió escalando al tejado de la casa más cercana a la cárcel, al llegar ambos arriba ella le señaló el lugar. Había varias patrullas de fanáticos a lo largo del patio, decenas de arqueros en torres y balcones y dos balistas de asedio apostadas sobre el gran portón de hierro, en un lado cercano a los muros exteriores había algunas pilas de cadáveres pero debido a la lejanía no podían distinguirse sexos.

- En el interior de esa enorme sala de tortura que ves ante ti esta mi maestra... realmente te necesitamos porque, solo los hombres visitan esa cárcel y salen de ella para contarlo, las mujeres acaban allí... -. Señaló los cuerpos pútridos. - ... en este horrible lugar las torturas y violaciones de todo tipo están permitidas, pero esos bastardos saben que han cogido a alguien importante, no se atreveran a tocar su virginidad así como así, y cuando salga de ahí... Laranin acabará con absolutamente todos los guardias que hay, hará arder este sitio, para que la puta de la reina vea lo que pasa cuando se te va tu fe de las manos -.

Por pura rabia dejó salir su hoja oculta y suspiró con fuerza.

Cuando era príncipe me toco estudiar el arte de la estrategia de guerra. Si bien jamas había luchado en una gran batalla, sabia localizar y evaluar las situaciones y los lugares. El sitio estaba mas que bien defendido. Descarte automaticamente escalar el muro, debido a la presencia de arqueros cada pocos metros. Solo quedaba entrar por la puerta y estaba seguro de que no dejarían entrar a cualquiera. Había una cosa que era verdad, solo dejaban a hombres.....inquisidores. Estaba seguro que el cachorro que habíamos capturado era de mi talla. Podía meterme en su armadura y entrar como cualquier inquisidor.

-De acuerdo, creo que ya se como puedo entrar.-dije mientras seguía mirando la carcel-Pero necesito la armadura del prisionero. Es de mi talla,de eso estoy seguro

Silver sonrió a Val, le dio una palmada en la espalda y volvió a bajar del edificio, cuando el joven hizo lo mismo ella dijo:

- Hace falta más que una armadura para entrar ahí... es de los lugares más vigilados de Ereaten, Crow sabrá que hacer... -.

Regresaron rápidamente a la base y vieron a casi todas las chicas con ropa de cama, algunas estaban entrando ya en su habitación, solo quedaban sin intención de dormir Crow y dos chicas más, la líder se encontraba ordenando unos papeles, a su lado y apoyada en la pared bebiendo se encontraba Yuhiko que llevaba un kimono rosa y el pelo suelto, la otra aun llevaba la armadura y estaba sentada leyendo con un gato en su regazo que no dejaba de mirar a Val. Al verles la mujer dejó su tarea y se acercó a ellos, Silver hizo una reverencia con la cabeza y dijo:

- Ya esta mi señora, le he llevado a la prisión ¿Puedo retirarme? -. Crow asintió con la cabeza y tras otra reverencia Silver se retiró a una habitación alejada, la mujer cuervo miró al chico y continuó:

- El prisionero esta a salvo, ahora duerme y si, es un licantropo, mañana sera interrogado y comenzaremos con la misión asignada, por suerte sabemos que los inquisidores no tocaran a Laranin debido a su progenitor, si deseas dormir pregunta a Yuhiko, la Zanthiense, o tomate la libertad de explorar un poco el lugar, eso si... no salgas y lo que es más importante, no entres en ninguna habitación que no sea la tuya, las chicas tenemos intimidad, buenas noches Valerian -.

Acto seguido dejó al joven y se fue a su habitación dejandole bastante libertad al muchacho.

Me despedí de la mujer con un gesto de cabeza y me di la vuelta para comenzar la búsqueda de cierto objeto que me era necesario: Alcohol. Lo necesitaba con urgencia. Si bien era complicado que me emborrachara debido a mi condición de hombre lobo y a otra cosa mas, me ayudaba a olvidar. Recorrí las estancias comunes hasta que encontré una bodega. No era muy grande, pero contenía varios barriles y botellas. Recogí un par de ellas que estaban señaladas con las tres cruces de fuerte,que era lo que necesitaba. Salí al pasillo y allí mismo me senté en un rincón para empezar a beber. El licor tardo bastante mas de lo normal en hacer efecto, por lo que no era tan fuerte como para ponerle tres cruces. No sabia si les habían estafado o es que las mujeres de por aquí no aguantaban bien el alcohol. Todo podía ser, aunque me inclinaba mas por esta ultima opción. No creí que nadie se atreviera a estafarlas. Entonces me di cuenta de que era Vodka de Paso Helado, una bebida de acción lenta. Vamos, que te emborracha con efecto retardado. Bueno, lo había aguantado siempre y hoy no seria una excepción. Entonces por alguna razón empece a pensar en el inquisidor lobito que habíamos capturado.¿Como narices había llegado a inquisidor? Vale que algunos miembros de la Garra habíamos colaborado con inquisidores ocasionalmente cuando se trataba de matar vampiros o a sus seguidores, siempre ocultando nuestra condición de hombre lobo, pero esto era diferente. Estábamos hablando de un miembro de la Inquisición. Tras terminare la primera botella me levante y decidí ir en su búsqueda. Necesitaba respuestas ahora, no mañana. Tras una esquina me encontré a Yuhiko caminando hacia su habitación o eso suponía. Seguía llevando ese kimono rosa.

-Hola,Yuhiko.

La Zanthiense se detuvo y miró a Val, su seria mirada carmesí volvió a cruzar los ojos del joven, cruzó los brazos y movió un poco los pies para acomodarse.

- Te buscaba ¿Que ocurre? -.

Era evidente que iba a vigilarle para que no cometiera ninguna estupidez, estaba claro que Crow no arriesgaba a ninguna de sus compañeras por ninguna cosa, a pesar del cómodo traje de la mujer aun parecía ser capaz de acabar con una decena de enemigos. Aun así Val distinguió el brazal de la hoja oculta bajo una de las anchas mangas, parecía algo que se separaba poco de las chicas del Gremio.

Poco más podría describirse salvo el tintineó que surgía de algunas de las habitaciones de alguna armadura mecida por el viento y el leve olor a vainilla de la habitación de Vanilla que tenía una planta de ese mismo aroma en una maceta junto al marco de su puerta.

No sabia si debia gustarme que me estuviera buscando o no. La verdad es que daba igual. Solo tenia en mente una cosa:el muchacho.

-Acerca del prisionero. Necesito verle.Por favor- dije en un tono que mezclaba el imperativo con la suplica.

No era habitual en mi actuar de esa forma, aunque no era la primera vez. Siempre que había encontrado a algún cachorro me había sentido así. Algunos me habían explicado que era parte de mi maldición, y no se referían precisamente a lo que la mayoría llamaban maldición. Para mi la licantropia no era una maldición,era simplemente una condición como lo era ser elfo o enano. Había visto a muchos asustarse cuando los había identificado y a los que había podido incorporara a la Garra o, al menos, a la Patria Errante me lo habían agradecido. Era lo único que ponía por encima de matar vampiros, salvar a licantropos.
Volviendo a la realidad, me quede esperando la respuesta de la zhantiana.