♦ Nombre y apellidos: Alike Folchart.

♦ Sexo: Femenino.

♦ Edad: 14 años.

♦ Condición vital: Muerta (Kai).

♦ Bando: La Diosa.

♦ Raza: Humano.

♦ Profesión: Kai.

♦ Escuela:

♦ Clase social: Pueblo llano.

♦ Descripción física: Es rubia, con el pelo largo y abundante. Sus ojos son hermosos, de un precioso azul oscuro, sus labios finos y su nariz normal, ni grande ni pequeña. Es, en general, guapa, pero no brilla por su belleza. No es muy delgada y tampoco rellenita, tiene una figura que no se sale de lo normal, con caderas anchas y cintura estrecha. Es muy ágil.

♦ Descripción psicológica: Es una chica muy sensible. Le afectan mucho las palabras de sus seres queridos, aunque sabe obviar las de quienes no le importan. Es algo tímida, pero en seguida coge confianza y se muestra tal y como es, muy dispuesta a reír todo lo posible. Es aplicada y trabajadora, le gusta aprender, es inteligente y escéptica con la información que recibe.

♦ Historia: Nació en una pequeña aldea situada junto a la desembocadura de un río en el mar, al sur de Garnalia. Minutos antes había su hermana gemela: Meggie, la cual no sólo era idéntica físicamente, sino también en personalidad. Su padre, un gran escribano, fue quien les enseñó a leer y a escribir. Ya desde pequeñas mostraban una extraña afición por el mar: en cuanto encontraban un rato libre, sin tener que ayudar a su padre pasando a limpio sus escritos, marchaban a caminar por la orilla del mar. No aceptaban compañía, y cuando veían a alguien se alejaban, por lo que nadie sabía realmente qué hacían en aquellos paseos solitarios. Cuando tenían nueve años, en uno de aquellos paseos junto al mar, empezaron a notar que el estado del mar estaba siempre acorde a sus emociones. Cuando huían de alguna bronca por parte de sus padres, llenas de rabia, la mar revuelta les salpicaba compartiendo su odio. Cuando estaban tristes, o simplemente relajadas, las recibía un mar en calma de aguas cristalinas.
Al darse cuenta del fenómeno, buscaron libros entre su casa sobre lo que sucedía, y encontraron en una estantería un libro que siempre había pasado desapercibido. Sobre magia. Jamás le contaron a nadie lo que había ocurrido hasta que, con 13 años, llegó a sus manos un libro más detallado sobre los caminos de la magia que algún amigo de su padre les había regalado. Estuvieron un tiempo sopesándolo, discutiéndolo, hasta que decidieron que dedicarse a la magia era la mejor opción. Pese a todo lo que ello suponía. Prepararon las maletas y una noche antes de partir se sentaron con sus padres a decírselo. Sabían que su padre jamás les perdonaría haber guardado ese secreto tantos años. Pero se mostraron comprensivos y aceptaron, con pena y entre lágrimas, su decisión. También celebraron el don que les había sido otorgado con mucho orgullo, aunque apenas tuvieron tiempo de aceptar la noticia, pues sus hijas partieron al día siguiente hacia la Escuela del Lago de la Luna, la que habían elegido, debido al lago, para no sentir tan fuerte su añoranza del mar, montadas en su yegua blanca.

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Llevaba ya varias semanas viajando. Muchas noches de lágrimas, muchos impulsos de volver a casa. Mucho miedo, pero también ganas e ilusión, por llegar a la Escuela. Mi yegua blanca, Ayla, había soportado muy bien el viaje, pero me sentía mal por todo el viaje que habíamos hecho. Parecía no tener fin.
Con nuestros ahorros, y a veces a cambio de trabajo, pudimos pagarnos algunas noches en hostales, lo que mi espalda agradeció mucho. Intentaron robarnos una vez. No me robaron ningún objeto preciado. Me robaron la vida. Al intentar huir, puse mal mi peso en la yegua y me caí, con tal mala suerte que me golpeé la cabeza.
Cuando abrí los ojos, todo era distinto. Estaba en el mundo de los espíritus.


La primera regla de una Escuela de Alta Hechicería consiste en que ningún aprendiz debe rebelarse contra su Maestro.

Ficha aceptada, Alike Folchart. Te pondré el color de Kai cuando tengas un Kin-Shannay.