Como siempre estaba cansada, había hecho 2 exámenes seguidos en un mes. Estaba bien, al menos ya sabía manejar mis dos espadas. Entré en una taberna cuando el sol empezaba ya a ponerse. Había estado entrenando sola a las afueras de Tamika. Ocultándome entre las sombras para que el sol no dañase mi piel blanca. Al fondo de local había una mesa grande y no había nadie muy cerca de allí. Me senté allí y me sirvieron una cerveza. No era sangre pero tampoco estaba tan mal... Saqué mi diario y decidí escribir para descansar mi mente.

Hacía ya días que no salía de mi cuchitril de la torre,odiaba aquel sitio casi tanto como entre para estudiar,pero ella estaba allí mi querida y amada Narshel,solo ella podía apaciguar mi espíritu y llenar el vació que la muerte había dejado dentro de mi.¿Cual fue mi sorpresa? cuando decidí invitarla a cenar bajo la apariencia de Sir Loktar que era la que entonces llevaba,ella ya no estaba,había marchado a una reunión en el concilio,cada vez que recordaba el concilio recordaba al general archimago clavado en mi lanza de huesos,lo cual me hacía infinitamente feliz.

Aún no había celebrado la muerte del archimago,esta noche,sería la noche,una noche improvisada.El lugar indicado era Tamika,una taberna,la vieja taberna conocida como "el ultimo aliento".Entre y me recibieron como un héroe,sabía que Sir Loktar era reconocido con facilidad y mas si iba ataviado como yo con mi sombrero recubierto de adornos,las cadenas que iban de mi oreja casi hacía el otro extremo y mis ropajes siempre rojos,y como olvidar el corte en la cara,la única diferencia era el corte en el cuello. Después de estrechar varias manos y demás repare en una chica,ella no se había levantado,que extraño...olía a muerto,apestaba a muerto por los cuatro costados,la sensación era realmente desagradable,debía cosa del anterior dueño del cuerpo,se decía que Sir Loktar era un caza vampiros reconocido y muy persecutorio,debe ser que su cuerpo creo una manera de reconocerlos,no estaba mal el juguetito del señor Loktar.

Me acerqué a la chica por la espalda,parecía estar inmersa en la escritura de algún tipo de libro,toqué su oreja suavemente con una de mis largas uñas,me agache y susurre a su oído-Hueles a muerte,deberías esconder mejor tu olor..-Después de ello sonreí levemente.

¡¿QUE YO APESTABA A MUERTO?¡ Ya si quieres apesto a fragancia de unicornio, No te jode. Levanté la vista un momento para observar al elegante caballero de olor mejor que el mio. No pude evitar poner cara de asco. Volví a bajar la cabeza y seguí escribiendo. Cuando otra persona que rondaba por allí se acerco. Se dirigió al señor olfato. No pude evitar escuchar la conversación.

Conque Sir Loktar era el nombre del señor olfato, y al parecer era bastante famoso. La chica se llamaba Bianca Williamson. Entonces Bianca me miro y me pregunto si podía sentarse. La mire a los ojos. VENGA SIGAMOS INTERRUMPIENDO LA TRANQUILIDAD DE DAMON.

-Claaro, sientate Bianca.- No pude evitar ponerle un poco de sarcasmo a mis palabras. Suspiré y volví a describir mi entrenamiento en mi diario.

Vi que otra señorita se me acercaba de frente por el otro lado de la mesa,sonreí e hice una pequeña reverencia con grácil paso.-El mismo que calza y viste...hasta ahora no era tan famosoReí en un leve carcajada-Encantado señorita Williamson-Observe como la otra chica se giraba algo molesta a lo que respondí con un sonrisa siniestra escondido detrás de mi pelo y sombrero; Tape el corte de mi cara con mi pelo y escondí mis ojos tras del mismo,con un gesto indique al tabernero que sirviese bebida para 3,obviamente era vino.

-¿A si que un diario eh vampiresa?-aferré el libro bruscamente y sin permiso y me senté apoyando mis pies sobre la mesa y comencé a leer rápidamente.-¿a si que eres una guerrera?-sonreí vacilante esta vez.-Podrías desenfundar tu espada y cortarme el cuello,la pregunta sería ¿eso me mataría antes de incinerar hasta tu ultimo hueso?-hice una pequeña carcajada y deje el libro de vuelta en la zona de escritura de su dueña.

Hice un gesto a Bianca para que tomase asiento junto a nosotros,parecía que esa noche ya dispondría de diversión con suerte alguna acabaría en mi alcoba ocupando en mi cabeza la idea de que fuese Narshel,al menos mi mente era de imaginación amplía,saque una galleta con forma de hueso y la mastique fuertemente mientras hasta nosotros llegaba el vino que deposito en la mesa tras quitar mis pies un tabernero tembloroso.

-Vamos bebed,no muerdo,¿al menos no por el momento no es así?-Dije mirando a la vampiresa con una sonrisa un tanto maliciosa-¿Y que hacen aquí dos chicas como vosotras?,este lugar es peligroso aun quedan resquicios del poder de Felix y los secretos por esta zona,alguna fieles a su causa podrían secuestraros...-Comencé a jugar con mi cabello enredando y desenredando una y otra vez sin pensar en otra cosa que en la misma estúpida acción.-Esto es lo ultimo que me hizo un sicario del anterior "rey" elfico,nuestro "querido" Felix-dije mostrando el corte en mi garganta.



Cogí la jarra de vino y bebí como si mi sed fuese infinita que lo era,desventajas de ocupar un cuerpo muerto,eres insaciable a todas horas.

Entre la guarra que tenia sentada enfrente y el señor con fragancia de unicornio. Yo ya no sabia que iba a pasar aquella noche. Entonces el caballero amablemente me cogió mi diario. Hijo de su madre solo tenia que pedirlo. Suspire y cuando me lo devolvió lo guarde en mi bolsa.

"Podrías desenfundar tu espada y cortarme el cuello,la pregunta sería ¿eso me mataría antes de incinerar hasta tu ultimo hueso?" Lo mire con desconcierto. La verdad es que cada vez tengo mas ganas de cargarme al señor.

Trajeron vino. No pude evitar sonreír, y tapé mi boca con la mano para que no se notara. Nunca me ha gustado sonreír Y MENOS CON IDIOTAS ALREDEDOR. Suspire y cuando el señor termino de beber cogí la jarra con una agilidad increíble y bebí como si me estuviera muriendo de sed. Deje la jarra por la mitad y la deposite en la mesa. Me eché hacia atrás y mire al señor que comía galletas con forma de hueso. No pude evitar preguntarme a que mierda sabia eso.

Nos enseño una mierda de herida que le había hecho uno. Recordé lo que escondía el mechón de pelo que me ocultaba mi ojo derecho.

"¿Y que hacen aquí dos chicas como vosotras?,este lugar es peligroso aun quedan resquicios del poder de Felix y los secretos por esta zona,alguna fieles a su causa podrían secuestrarios..." -A mi que me secuestren así estaré mas entretenida. ¿por cierto quien es el felix ese?-

"Vaya, es usted un hombre curtido en mil batallas." no pude evitar soltar una carcajada cuando escuche el comentario y la risa de ella. Mis mejillas enrojecieron de vergüenza. No tenia autoestima, y mi propia risa me hacia sentir avergonzada. Agaché la cabeza y me cubrí mas el ojo derecho con el pelo nerviosa.

Sonreí al comentario de aquella chica,curtido en mil batallas,no tantas pero si en unas cuantas,mas de las que hubiese querido estar presenta.Parecía que la señorita Williamson quería jugar,lo intuía.Pues bien jugaríamos,pero aun no era el momento.Me centre en Damon y su pregunta de quien era Felix,vaya debía llevar meses encerrada o algo por el estilo todo el mundo supo en su momento quien era y aun lo recordaban.-Verás querida...Felix era...bueno mejor que te lo cuente otra persona..

Con un gesto vacilante hice que el tabernero se acercase a nuestra mesa.-¿Podría usted contarle quien era Felix "El rey sin corona o El sol y la luna" del que tanto se ha hablado estos meses?-el tabernero trago saliva rápido y se dispuso a contestar nervioso cual flan.-Claro señor.Vera señorita Felix era un bastardo del rey el cual este acogió en palacio y fue tratado como hijo legitimo solo que el no podía optar a la corona.Felix rabioso de esto mato a su hermana la cual violo antes y después mato a su hermano Aeglos el cual fue suplantado días después por el mismo .Resumiendo con el tiempo logro escalar lo suficiente como para apoderarse con la corona sin que nadie supiese nada matando a casi todos sus familiares a sangre fría.Ese hombre es un demonio disfrazado,mientras el era rey vino aquí a robar todos lo cargamentos procedentes de la vendimia,intente defender el cargamento pero poco o nada pude hacer,me cogió del cuello,me levanto del suelo como una pluma y...era como si absorbiese mi vida,da miedo realmente,quizás sea solo mi imaginación pero en sus ojos podía ver los espíritus de sus victimas rogando que las quemasen o que las liberasen pero que acabaran con aquella tortura...el hombre paro para respirar nervioso y volvió a hablar-Sin animo de ofenderle Sir,pero se parecen enormemente,su parecido siempre ha sido bastante,solo que después de el juicio llevaba un corte en el ojo contrario al de usted..

Paro y sonreí--Puede que yo sea el mismo Felix,!bu¡-comencé a reír a carcajadas.-Muchas gracias tabernero,ahora sirve mas vino.-El hombre se alejo sonriendo forzadamenente y con un reverencia servicial.

-Espero que te haya servido de referente Damon-Mire a la otra chica-Y bien señorita Williamson cuéntenos algo de vos.-dije mirándola con interés cautivador

Derrepente ese tal Felix me empezó a caer bien. Bianca pregunto sobre nosotros. Joe, que pesa de verdad. Suspire y mire hacia mi regazo en el cual se encontraba mi bolsa con mi diario, carcaj, ropa y demás pertenencias. La deje en el suelo y con un suspiro empecé a contarle mi historia.
-Pues, me llamo Damon, mi bando es el dios. Y bueno como ya abras notado soy guerrera experta en espadas a dos manos, y arco. Soy noble, heredera al trono de Blur. Pero me escape de mi reino un día antes de mi coronación. Descubrí mi don por la magia afortunadamente y partí hacia la fortaleza. Tras andar 2 días me uní a un grupo de bandidos. Los cuales me abandonaron. llegue a un pueblo entre en una taberna...- Me quede callada. Era muy duro para mi recordarlo.
Cerré los ojos intentando olvidarlo. -Ui, de repente hace frío- dije casi en un susurro.
Cogí mi capa y me eche la capucha ocultando mi cara. En ese momento mis mejillas se empaparon de lágrimas. me eché sobre mis piernas. Ya me dio igual que notaran que lloraba.

-Señorita Williamson...¿Usted sabe que soy inspector del concilio? podría detenerla ahora mismo por la confesión hecha...-mi rostro era serio y frío como el de un muerto,la mire directamente a los ojos desafiante y sonreí-Pero no agüemos la fiesta...esta vez lo pasare por alto y haré como si no supiese nada...-en mi cara se formo una sonrisa picara y estática.

-¿Cuales son sus planes para esta noche? ¿Quizás volverán a sus respectivas escuelas?-Volví al tic de enredar mi pelo con la misma frecuencia que solía hacer últimamente,tenia que quitarme esas puta manías al final me terminaría por pillar pero bueno al final todo salía a la luz.

Hacia rato que había dejado de llorar. Pero la conversación se torno interesante. Alce la cabeza y los mire atónita. Osea el señor este era del concilio. Me alegré de no haber soltado la mitad de mi vida. Bianca dejo de caerme mal si  quería detenerla era por una razón genial. Entonces escuché algo que me intereso: "Conozco su secreto, Sir Locktar. Pero también lo pasaré por alto. Además, no es la primera persona que intenta detenerme. Y le aseguro que nadie nunca lo ha logrado. "
Secreto?¡ entonces intente atar cabos. Recordé que el tabernero le había encontrado cierto parecer a Sir Locktar con Felix... ¿Eran la misma persona?
Me sequé las ultimas lágrimas con la manga de la capa. Seguí escuchando la conversación con atención. -Yo tengo prisa por volver a la fortaleza. Asi que me voy a ir ya. Encantada y suerte.- dije por primera vez con mi tono de voz normal y sin sarcasmo.
Cogí mis cosas me levante y les hice una reverencia. Salí de la taberna y partí hacia la fortaleza.

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