Argh...mierda me duele todo el cuerpo, sobre todo la cabeza...

Me incorporo. la mano me duele horrores, y veo que tiene unas serias quemaduras. La muevo de sitio, y desde el momento en el que la aparto de la luz solar me deja de doler. Mierda, que diablos...?

Entonces recuerdo las palabras del mago oscuro

"No tienes ni idea de lo que significa ser vampiro"

No...espera, esto es imposible...

Estaba patrullando la parte sur del valle de los Lobos, mientras Raven sondeaba la parte norte, tal como llevábamos haciendo los últimos días, en busca del maldito traidor, cuando de repente, otro mago apareció ante mí.

Era joven, y por lo visto un aprendiz. No se por que, pero parecía confuso y... ¿olía a quemado?

- ¿Que haces aquí, aprendiz? - Dije con tono amable pero autoritario. Tenía que parecer una Maestra de la Torre si quería que el joven mago no me delatara. - ¿Te ha ocurrido algo?

En ese momento, llegó a mi una telepática orden de "retirada". El traidor al que buscábamos ya había caído, misteriosamente, en manos de Xerxes. Ahora, debíamos reunirnos todos al lado del río para regresar a la base...

Sin embargo, el joven mago, y su extraña situación me intrigaban. Volví a fijar mi atención en él y le hable, con una cordial y sincera sonrisa en los labios.

- Escucha... no se muy bien lo que te pasa, pero aquí, solo, no estás a salvo. Acompáñame y te procuraré protección y sanaré esa mano tuya.

*La noche anterior había estado con uno de los maestros de la Torre mas importantes. Decidí en ese mismo instante que debía conocer mejor los alrededores de la Torre y los poblados cercanos antes de comenzar el estudio de ningún libro de Magia.

Ummmm-me quedé pensativo. Había encontrado a dos personas ante mí. Un chico herido y una muchacha con una reflectante y hermosa túnica roja, una maga consagrada-Ummm-repetí-¿Hola?-dije ya por primera vez-Tu herida es profunda, son quemaduras, ¿verdad?-miré a los ojos del aprendiz de tercer grado con una sonrisa, de presentación-Mi nombre es Aimizu Kanashimi y me he perdido por la montaña, no soy mucho de estas cosas...-me sentía un poco torpe y estúpido-Pero puedo curar tu herida. Bueno, mejor dicho, Uthamori puede curarla.-mostré la hermosa y delicada flauta celeste que guardaba en uno de mis bolsillos-No soy ningún mago pero el extraño poder de esta flauta me es muy útil. Me convencieron para que estudiase magia y soy nuevo en la Torre.-acerqué los labios a la boquilla de la flauta y antes de que pudiese tocar ninguna nota la flauta respondió pro sí sola, tocando una hermosa y delicada melodía dramática. La voz de una hermosa mujer comenzó a cantar y pronto un resplandor azulado comenzó a brillar en la rodilla de Bast.

No logro reaccionar hasta que veo la luz azulada en mi rodilla. parece que el chico se ha equivocado haciendo el hechizo.

hasta ese momento estaba pensando en mis cosas. ¿Que sabía realmente de los vampiros? Apenas nada. El mago que me ha convertido ha demostrado tener unas capacidades físicas sobrehumanas, el sol me daña y puedo transmitir la maldición a través de un mordisco. Eso era todo.

Finalmente hablo, aunque con una voz ronca que se asemeja mas a un gruñido:

-Tú, el chico...has de volver a la torre y decirle a Xeharort que un mago oscuro vampiro trata de matarle, ¿entendido? Dile también que siento no haber logrado detenerle-entonces me acordé que me acordé de que se había perdido. Cogí una flor e invoqué un duendecillo-. Él te guiará.

Ese simple hechizo me costó mucho de hacer, lo que hizo que viera que estaba débil. Entre tantas emociones nuevas no me había reparado en mis energías. Me giré a la maestra para contestarle, pero me paré en seco.

Olía sangre, y lejos de molestarme, fue como si se tratara de un dulce néctar paradisíaco. Pero lo que de veras me alarmó fue que la fuente del olor era ella.

Ya hubiese sido preocupante si tuviese una herida o similar, pero nada de eso. Olía el néctar carmesí en sus venas, y también pase a oír su corazón, a la vez que notaba como mis pulsaciones aumentaban considerablemente.

Y lo peor era esa sensación, una mezcla entre hambre, sed y necesidad de energía. Lo único que me apartó de ese trance de unos segundos fueron mis propios colmillos, creciendo y perforando mi labio inferior.

-Vete-murmuré, luchando por no abalanzarme sobre ella-

El miedo a mi mismo me devuelve el control de mi propio cuerpo. Sin decir palabra, echo a correr al bosque. Poco a poco, voy cogiendo velocidades superiores a las naturales, hasta que mis músculos, aún humanos, se desgarran por el esfuerzo. Una segunda parte de la transformación, mucho mas dolorosa, empieza.

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Off: Vale, un pequeño problemilla. Os contaré como va la cosa:

En teoría yoya hace unos días que tuve que abrir ese tema para que Titannia y Raven me encontraran, pero tardé demasiado, de manera que aunque lo abrí pregunte a Xerxes que hacía. Él dijo que detallara como acababa la transformación y me arrastraba hasta la mansión.

Entonces podemos hacer dos cosas:

-Me dejáis acabar el tema según los planes.

-Esta segunda me parece mas creíble. No he detallado cuanta distancia recorrí expresamente, para que Titannia pueda alcanzarme si quiere. Podríamos seguir la idea original y que ella me lleve.

Aimizu...bueno, eres un pequeño "imprevisto". Puedes volver a la torre y hacer lo que te ha dicho Bast o , si ha nadie le molesta, continuar e tema con nosotros. Eso sí, no digas que me levaste a la Torre o algo así porque enviaría todo el tema al traste.

¡¡Ummm!!-me sobresalté-¡Se ha ido!-me dirigí hacia Titannia-Ese chico es bastante extraño, ni siquiera Uthamori ha podido curarle... Bueno, da igual, ¿Qué podemos hacer ahora que ha salido corriendo?-miré el recorrido desde la lejanía, intentando divisar a Bast, que se había marchado, estaba totalmente asombrado de su reacción, ni siquiera hubiese suponido que alguien herido puediese huir de tal forma...(Debe de ser la Montaña)-mis pensamientos le hablaron a aquella increíble y hermosa flauta color celeste, estaba bastante asombrado, Uthamori era muy poderosa y aún así, no había podido siquiera curar al muchacho...

Off: no se si se adecuara a lo que teniais pensado, espero que sirva. :

On:

Humm...alertar a Xehanorth?...

-Si, se ha ido corriendo, pero no te preocupes, yo me encargaré de ayudarle. Es peligroso que tu le sigas. este es mi consejo; ve a la Torre, alli estaras a salvo, pero no le digas nada al maestro Xehanorth, este chico esta muy trastornado por lo que le esta pasando y no piensa con claridad.

Hable al muchacho, de nuevo con fingida autoridad. En parte lo hacia por su bien, en.parte por el mio.
- Siento decirte que esa flauta tuya no te serviria de mucha ayuda contra un vampiro totalmente formado. Aunque como aun eres un no iniciado no tienes por que hacerme caso. De todas formas, ya sabes hacia donde ha huido. Yo voy a seguirle; tu haz lo aue juzgues mas sensato.

Y tras despedirme del joven.con un.gesto de cabeza, invoque unas alas que me elevaron gracilmente sobre la floresta. No tarde en.divisar a Bast, y tampoco perdi detalle de su extraña tranformacion. Una vez se detuvo a descansar, aun.sobrevolando el.bosque, convoque la magia telurica y una gran masa de tierra, sobre la que estaba el.vampiro justamente, se elevó, mientras miles de ramas y raices ataban a este al levadizo piso, atrapandole irremediablemente. Lentamente, la masa de tierra floto detras de mi, de camino al.campamento del.rio, donde agualardaban Raven y los otros.

-¡Sol!-grité con furia.

Poco a poco, una segunda parte e la transformación empezó, cambiando esta vez mi cuerpo. A medida que mis músculos se desgarraban vi que la tierra se levantaba, hasta el punto que los arboles dejaron de cubrir mi cuerpo de los rayos del astro rey.

Finalmente, usando mis últimas energías cree una capa de hojas para taparme de la luz. Eso fue una bendición por partida doble, ya que quedé fuera del alcance del Sol y me cansó lo suficiente como para acabar inconsciente.

Comprobé como el sol dañaba a mi forzoso compañero de viaje, pero logró utilizar la hojarasca para cubrirse. Por lo visto, cayó desmallado tras el conjuro.

"Mejor para mi. No se para que le querrá Xerxes, pero así tendré un viaje más tranquilo."
Lo único que inquietó mi vuelo hasta el.campamento de Alquamed y Andurk fue el no saber si ese extraño joven, el que portaba una poderosa flauta, había decidido seguir a Bast...


(Dejo Post. Pasemos a "Reuniendo a la familia")

Ummmm... -me quedé pensativo un momento, decidiéndome que hacer. En parte, podía volver a la Torre y explicar al maestro todo lo sucedido, pero sabiendo de su poder, tal vez ya lo sabría. Además, ya había estado antes con Xeharnoth y no quería volver a molestarlo-Aquí pasa algo extraño-dije mirando la Kanashi Furuto-El Sol está apareciendo y... creo que eso fue el origen del daño de aquel chico-entonces decidí seguir a Titannia y a Bast, seguramente podría ayudar mucho más con ellos que sentado en uno de los polletes de la Torre...