Krahdovah y yo llevábamos mas o menos una semana viajando asta que lleguemos al
sur de Garnalia, a las tierras desérticas.

Como es obvio allí hacia mucha calor y esa era la razón perla que un hechizo para mantenernos frescos nos cubría.

- Krahdovah, si no te importa me gustaría bajar al desierto y ya luego nos vemos ¿bale? dije amablemente, tenia ganas de caminar por las arenas del desierto.

Le hice un hechizo al dragón para mantenerlo localizado para cuando quisiera volver.

El dragón paro y yo me baje, después el se fue volando y yo me quede allí.

Había calculado a la perfección el tiempo que tardaríamos en llegar al desierto eterno,
El chico me pidió que lo dejara en el desierto y yo acepte sin mas, al fin y al cabo se supone que los magos saben cuidarse ellos solos.

Estaba seguro de que no le pasaría nada, y según me había dicho el quería visitar alguna ciudad desértica lo que le llebaria varios días caminando a través de el desierto.

Yo mientras resolvería algunos asuntos pendientes que tiempo atrás me habia dejado en estas tierras.

Ya me había puesto en marcha hacia alguna ciudad del desierto, pero por desgracia no sabia hacia donde tirar así que tire por donde me pareció a ver si tenia un poco de suelte aunque eso es difícil.

llevaba oras caminando y aun no se veía nada en el horizonte solo mas y mas desierto,
pero yo seguía caminando sin mas.

Entonces empezó a hacer viento un viento que removía las arenas de un lado a otro, y que aumentaba la dificultad de moverse por es desierto.

Estaba volando en dirección a las ruinas del sol poniente cuando empezó a soplar un espantoso viento desértico.

Poco a poco pude empezar a visualizar las antiguas ruinas de las que hace tiempo fueron una prospera escuela de magia.

Me acerque y di barias vueltas a su alrededor para poder contemplarlas como es debido, hacia tiempo que no venia y tenia ganas de volver a contemplar las majestuosas ruinas.

Llevaba días por el desierto cuando pude visualizar una ciudad en el horizonte, se trataba de Aleketh.

Ya estando dentro, era mas grande de lo que me pensaba y lo que mas me llamo la atencion fue una torre muy grande llamada Torre Del Oro.

Había mucha gente sobre todo en una zona que parecía ser una especie de mercado,
la verdad es que había mes gente en esa ciudad que en todo el resto de el desierto,
y me había costado bastante llegar, mas de lo que creía.

Supuse que Flextus ya habría llegado a Aleketh y decidí ir a las afueras de la ciudad para esperarlo, me había cruzado con varias caravanas nómadas, y muchas de ellas se espantaron al verme al igual que otra mucha gente lo hacia, pero a mi me daba igual
ya que muchos dragones se dedican a hacer el mal y a aterrorizar a la gente así que me perecía normal que huyeran al ver a uno.

llegue bastante rápido a las afueras de la ciudad, allí aterrice para esperar a Flextus

Aun me encontraba en la ciudad cuando unos hombres armados entraron en la calle principal y se pusieron a atacar a la gente y a a intentar secuestrar a alguna personas e incluso llegaron a matar a algunos hombres, yo estaba allí en medio y no sabia que hacer.

Uno de ellos vino hacia mi montado en caballo para intentar arroyarme, entonces reaccione rápidamente:
y desde la tierra aparecieron numerosas raíces que formaron una barrera a mi alrededor y provoco que el jinete parara el ataque.

Todo el mundo se quedo mirándome y uno de los hombres armados que parecía ser el líder izo una especie de señal y todos los jinetes se lanzaron a la carga contra mi empuñando lanzas y espadas.

Sin pensármelo dos veces les lance una bola de fuego la cual los tiraría al suelo a todos:

Todos se dieron un buen golpe en el suelo y salieron bien chamuscados, poco a poco se levantaron como pudieron y algunos se montaron en los caballos y los otros salieron corriendo sin mas.

Entonces me acerque a unas personas y ellos me explicaron quienes eran, se trataban de una banda de saqueadores asesinos que iban por el desierto saqueando ciudades, secuestrando niños para venderlos como esclavos, violando a las mujeres y matando a los hombres y también me dijeron que no era la primera vez que se pasaban por allí.

Entonces supe que había sido demasiado blando con ellos, y que si me los volviera a encontrar no seria tan compasivo.

Desde las afueras se escuchaban jaleo pero no podía saber que era exactamente así que me aproxime a sobrevolar la ciudad para poder ver lo que ocurría,
y desde las alturas vi a Flextus rodeado de un mogollón de gente...

Entonces aterrice y Flextus me contó lo sucedido, Mmmm, se me olvido decirte que por estas zonas ay mucha gente de esa clase, as echo bien en echarlos.

- Pues creo que ya podemos irnos, ¿que me dices?

El acepto y nos fuimos de la ciudad surcando los cielos, desde las alturas se podía ver todo, y como siempre nos movíamos a una gran velocidad y el viento me daba fuertemente en la cara y también hacia un agobiante calor desértico.

- Ahora nos queda un largo viaje asta el Reino Elfico que se sitúa al otro lado de el mar... ¿estas preparado? Dije sonriendo, me estaba empezando a gustar eso de viajar acompañado...

- si, pero...antes de irnos de el desierto... me gustaría buscar a los atracadores para hacerles pagar el daño que an echo... si no lo ago ellos seguirán atormentando a la gente de estas tierras y eso no lo podemos permitir. dije esto seriamente.

El dragón acepto mi propuesta, entonces volvimos a la ciudad y me puse justo en el lugar donde habían estado los bandidos y use un hechizo de rastreo que me izo aparecer justo en el lugar donde se encontraban los atracadores.

Era una especie de cueva iluminada con numerosas antorchas y al final de ella se encontraba un hombre con una túnica marrón varios amuletos y un bastón mágico,
todos los demas bandidos estaban arrodillados ante el trono en el que se encontraba ese hombre.

Cuando Krahdovah y yo aparecimos en la cueva todos se nos quedaron mirando y entonces el que parecía ser el líder se levanto del trono y uno de los atracadores me señalo y dijo: Fue el, el fue en niñato que nos ataco!!

Entonces el líder dijo: Pero como sois tan patéticos, os hebeis dejado vencer por un niño!!!

Yo le miraba con una expresión seria, y Krahdovah dio una especie de rugido amenazador mientras el líder se acercaba lentamente hacia nosotros.

El tipo que parecía ser el líder tenia pinta de ser hechicero y mientras se nos acercaba
yo di un rugido de advertencia y lo mire amenazadormente, se puso a mirar a Flextus fijamente y dijo: Mmmm al parecer eres mego ¿no?, dijo esto riéndose y termino mirándome y miro de nuevo a flextus y le dijo: ¿sabes? nadie que se allá osado a enfrentarse a mi o a mi banda sigue vivo, así que es mejor que te vallas despidiendo de tu amiguito dragón porque pronto seras reducido a cenizas.

Entonces yo dije: o quien sabe alomejor el que se tiene que despedir eres tu miserable

Pude ver como aquel hombre decía algunas palabras arcanas y de su mano salio una especie de onda la cual derribo a Krahdovah, la caída de el dragón formo una especie de terremoto y la cueva comenzó a derribarse entonces rápidamente toque al dragón y nos teletrasportemos fuera de la torre.

Entonces para asegurarme que el derrumbamiento acabaría con todos use un hechizo:



y la cueva derrumbada exploto en mil pedazos, creía que había acabado con todos pero de pronto sentí una presencia detrás de mi me di la vuelta y estaba ese hombre riéndose.

Se saco una daga y con un veloz movimiento intento clavármela pero me teletanporte unos metros hacia delante y evite que diera, Krahdovah se lanzo a la carga contra el y inmediatamente el mago levanto las arenas de el desierto y creo una esfera a su alrededor dejándolo encerrado para mantenerlo a raya.

Me encontraba encerrado y me puse a dar fuerte placajes contra la barrera mágica echa de arena pero no había manera de derribarlo, sin embargo se podía ver a través de ella.

Tanto Flextus como el otro mago se pusieron a lanzar ataques mágicos como locos, y mientras yo seguía intentando derribar la cápsula de arena que me cubría y me impedía luchar Grrrrrrrr, maldito seas!!!

Me puse a lanzar todo tipo de ataques mágicos para así para vencer a mi adversario, mientras tanto el dragón seguía encerrado golpeando la esfera de arena fuertemente pero todo esfuerzo era inútil y yo estaba demasiado ocupado como para poder ayudarle.



Y justo debajo del mago enemigo aparecieron una raíces que se le enredaron en las piernas y poco a poco lo enredaron entero, entonces el intento teletransportarse para escapar de las poderosas raíces que le sujetaban pero no pudo: Estas raíces te dejan completamente inmovilizado no tendrás escapatoria.

Esas raíces eran muy útiles pero a la vez tardaban muy poco en desaparecer y entre mas tiempo las utilice mi energía bajaría rápidamente, así que tenia que aprovechar el tiempo al máximo, pensé que lo mejor seria intentar liberar a Krahdovah.

Me acerque rápidamente a donde estaba el dragón encerrado y cuando estaba intentando deshacer la cápsula de arena vi como derepente el mego enemigo apareció justo delante mía y saco una daga que parecía estar encantada y sin nisiquiera dejarme reaccionar me clavo la daga 2 veces a la altura de el estomago,
ni siquiera me había dado tiempo pensar en como había escapado de las raíces.

Lentamente caí al suelo con las manos puestas en las heridas.

Despues de ver la tragica escena, un ataque de ira se apodero de mi ser y le dije: ahora vas a ver la verdadera furia de un dragón!!!, estas condenado!!

Después de estas palabras di un gran rugido y le di un fuertisimo golpe a la cápsula y la derrumbe por completo, mire fríamente al miserable hechicero y me lance contra el dándole un destructor coletazo en la cabeza que lo revoleo bastante lejos.

Me acerque a Flextus que permanecía medio muerto en el suelo.
- Flextus... tienes que oírme... ay una manera de evitar tu muerte, escuchame, se que estas muy débil y que apenas te queda energía, aun así no puedes rendirte... debes concentrar la energía que te queda y extender tus brazos hacia arriba, en cuanto notes mi energía en tus manos tienes que pegar rápidamente tus manos a tu pecho y así es la única forma de salvarte en este momento. Flextus iba a preguntarme que que pasaría conmigo cuando le dije: Por favor, no agas preguntas tu solo limitate a hacer lo que te e dicho...

Lo volví a mirarle y dije: Asta la próxima, amigo.
y lleno de tristeza me eleve a los cielos, y cuando estaba mas alto que las mismas nubes, me lance en un vuelo en picado hacia abajo y de mi cuerpo empezó a salir un gran luz que resplandecía en las alturas y a una gran velocidad seguí volando hacia abajo poco a poco mi cuerpo se ilumino por completo, y justo cuando estaba pegado a las manos de Flextus dije: Adiós...

Entonces el junto sus manos a su pecho y mi alma se fusiono con la de Flextus.

Sentí un fuerte escalofrío y luego sentí un extraña energía en mi interior, entonces empecé a recuperarme y pude levantarme lleno de energía pero sentía algo extraño
y entonces mi espalda empezó a hervir y me empezó a quemarme mucho, se trataba de una extraña marca que me estaba saliendo una especie de tatuaje con forma de dragón que me cubría casi toda la espalda, entonces cogí una piedra y la transforme en un espejo, me mire y me lleve una sorpresa mi apariencia había cambiado ahora era mas alto y tenia los músculos mas marcados aunque no demasiado aparentaba unos 18 años aunque mi edad real seguía siendo 14.

Mire a mi alrededor para buscar a Krahdovah, y no lo vi en ninguna parte, entonces empecé a comprender que el dragón se había sacrificado para salvarme y había fusionado su alma con la mía y a eso debía ser la razón de mi cambio de apariencia...

Entonces me di cuenta de que aquel miserable seguía alli y estaba levantándose de el suelo después de el golpe que le había dado Krahdovah.

- Yo te rematare maldito!!! le grite.

No estaba mostrando mis sentimientos pero en realidad la pena me estaba recomiendo por dentro.

Me acerque al enemigo,

Invoque a un golem etéreo y este se lanzo contra el enemigo y de barios golpes lo dejo debilitado.



Entonces empecé a aumentar la temperatura de el mago enemigo cada vez mas y mas entonces se desplomo en el suelo con una alta temperatura y yo seguí aumentándola sin piedad alguna, el malvado mago se puso de un color rojizo a causa de la alta temperatura y sudaba a mares.
entonces le di el ultimo aumento y su corazón se paro en seco, y alli tirado se quedo.

entonces empecé a sentirme mal y me maree y me pareció muy extraño ya que hacia un momento estaba repleto de energía y no había gastado mucha que digamos, cada vez me sentía peor y entonces me desmaye y me caí al suelo.