Eyra
Entrenamiento (Libro del Aire)por Eyra, Vie Sep 04, 2015 1:46 pm
Realmente había sido buena idea.
Me habían acogido con los brazos abiertos en La Escuela del Bosque Dorado, les había explicado que sólo deseaba quedarme por un tiempo, hasta acabar con mis estudios del Libro del Aire, pero no pareció importarles. Sentirme rodeada otra vez de elfos, como en mi niñez me reconfortaba más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Por supuesto, había dado mi nombre de elfa noble para que me admitieran. Astrid.
Volverlo a pronunciar me quemaba la garganta, pero debía continuar con mi pequeña farsa, ya nadie intuía que era en parte humana, mi familia lo seguía llevando en secreto, incluso que había sido repudiada.
Y por supuesto no iba a sacar a mis compañeros de su error, que supieran mi verdadera naturaleza sólo podía traerme problemas.
Después de un par de meses, ya me encontraba como en casa. Estudiaba, entrenaba, me relacionaba con otros elfos…
Si, desde luego una de las épocas más felices de mi vida.
Un día me sorprendí a mi misma levitando ante un Gólem Etéreo, al que había dejado sin sentido.
“ “ dije con voz fluida y potente, mientras el ser volvía a su plano, del que yo le había sacado.
Me senté en el suelo, jadeando, pero no demasiado cansada. Me miré las palmas de las manos con una sonrisa de satisfacción y superación.
Si, la magia del aire era más complicada que la de La Tierra, más elaborada y más intrincada, pero me reconfortaba enormemente utilizarla.
Sólo habían pasado un par de meses, pero había avanzado a pasos agigantados con este tipo de encantamientos. Se podía decir que tenía un talento natural para ella.
Me levanté sin dificultad. A pesar de que llevaba horas entrenando no me sentía especialmente cansada. Al contrario, sentía que podía estar así un par de horas más.
Miré al cielo expectante, quizá todo esto se debía a que se aproximaba la luna llena, y me sentía más fuerte que nunca.
Sacudí la cabeza mientras recogía mis cosas para marcharme de vuelta al interior de la escuela. Hacía mucho tiempo que controlaba mis transformaciones, y la luna llena había pasado hacía una semana y media.
Eso solo significaba que estaba mejorando, y me sentía muy orgullosa de ello.
Quizá era hora de tomarme un descanso y… visitar a mi “querida” familia.
Una sonrisa perturbadora se formó en mis labios, se iban a arrepentir de haberme repudiado.
Me habían acogido con los brazos abiertos en La Escuela del Bosque Dorado, les había explicado que sólo deseaba quedarme por un tiempo, hasta acabar con mis estudios del Libro del Aire, pero no pareció importarles. Sentirme rodeada otra vez de elfos, como en mi niñez me reconfortaba más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Por supuesto, había dado mi nombre de elfa noble para que me admitieran. Astrid.
Volverlo a pronunciar me quemaba la garganta, pero debía continuar con mi pequeña farsa, ya nadie intuía que era en parte humana, mi familia lo seguía llevando en secreto, incluso que había sido repudiada.
Y por supuesto no iba a sacar a mis compañeros de su error, que supieran mi verdadera naturaleza sólo podía traerme problemas.
Después de un par de meses, ya me encontraba como en casa. Estudiaba, entrenaba, me relacionaba con otros elfos…
Si, desde luego una de las épocas más felices de mi vida.
Un día me sorprendí a mi misma levitando ante un Gólem Etéreo, al que había dejado sin sentido.
“ “ dije con voz fluida y potente, mientras el ser volvía a su plano, del que yo le había sacado.
Me senté en el suelo, jadeando, pero no demasiado cansada. Me miré las palmas de las manos con una sonrisa de satisfacción y superación.
Si, la magia del aire era más complicada que la de La Tierra, más elaborada y más intrincada, pero me reconfortaba enormemente utilizarla.
Sólo habían pasado un par de meses, pero había avanzado a pasos agigantados con este tipo de encantamientos. Se podía decir que tenía un talento natural para ella.
Me levanté sin dificultad. A pesar de que llevaba horas entrenando no me sentía especialmente cansada. Al contrario, sentía que podía estar así un par de horas más.
Miré al cielo expectante, quizá todo esto se debía a que se aproximaba la luna llena, y me sentía más fuerte que nunca.
Sacudí la cabeza mientras recogía mis cosas para marcharme de vuelta al interior de la escuela. Hacía mucho tiempo que controlaba mis transformaciones, y la luna llena había pasado hacía una semana y media.
Eso solo significaba que estaba mejorando, y me sentía muy orgullosa de ello.
Quizá era hora de tomarme un descanso y… visitar a mi “querida” familia.
Una sonrisa perturbadora se formó en mis labios, se iban a arrepentir de haberme repudiado.
Temas similares
» Entrenamiento del libro del Aire.
» Entrenamiento de Korax Crow-Libro de Aire (Libre)
» UN LIBRO, UNA SALA Y UN ENTRENAMIENTO
» Prueba del Libro del Aire
» prueba del libro del aire
» Entrenamiento de Korax Crow-Libro de Aire (Libre)
» UN LIBRO, UNA SALA Y UN ENTRENAMIENTO
» Prueba del Libro del Aire
» prueba del libro del aire
|
|
Vie Abr 12, 2024 7:16 pm por ₊‧⁺ ðɛιɱïɘɴ δαʀ♱ɧƒŷяɛ ⁺‧₊
» la sombra sangrienta deimien darthfyre
Miér Mar 27, 2024 4:33 am por ₊‧⁺ ðɛιɱïɘɴ δαʀ♱ɧƒŷяɛ ⁺‧₊
» ola
Vie Mar 22, 2024 8:27 pm por princesita estrellita
» pricnesita estrellita
Vie Mar 22, 2024 8:01 pm por princesita estrellita
» Ser no tendría si algo pareciera
Sáb Jul 01, 2023 11:12 am por Neion
» Ficha de Lynn Feng
Lun Jul 18, 2022 2:42 pm por Lumière Noire
» Investigación forzada (Abierto)
Lun Jun 27, 2022 7:41 pm por Zane Beren Ciryatan
» Anaë'draýl NPC's
Mar Mayo 31, 2022 8:25 pm por Anaë'draýl
» Crónica y semblanza de Lope de Villegas
Lun Nov 22, 2021 11:04 pm por Lope de Villegas
» Habitación de Rurik (Noveno piso)
Vie Oct 22, 2021 9:15 pm por Zane Beren Ciryatan