Glaciem Flos
Glaciem Flos
Cuenta inactiva
Nombre : Theana Glaciem
Escuela : Escuela del Lago de la Luna
Bando : La Diosa
Condición vital : Viva
Rango de mago : Aprendiza de primer grado
Clase social : Pueblo llano
Mensajes : 10
Fecha de inscripción : 28/04/2015
http://www.latorre.foroactivo.mx/
http://www.latorre.foroactivo.mx/
http://www.latorre.foroactivo.mx/
http://www.latorre.foroactivo.mx/
http://www.latorre.foroactivo.mx/
Volver a escuchar lo que los oídos no pueden oír.por Glaciem Flos, Miér Abr 29, 2015 4:50 pm
Esta vez, iba abrigada bien. Llevaba unas veinte capas de ropa encima, y juraría que varias personas de la Escuela me miraron extrañadas, haciéndome mirar hacia el suelo, insegura.
Las hojas de los árboles bailaban un bonito vals junto al viento. Las nubes parecían motas de polvo grisáceas, tan esponjosas que imitaban partirse en dos. Los animales se escondían, intentando pasar desapercibidos entre la maleza, y con éxito. La hierba acariciaba mis pies como si fuera una dama, y las flores se movían de un vaivén continuo, pero hermoso. Acerqué mi cuerpo unos centímetros más cerca de los árboles, y suspiré, dejando un trozo de mi alma fundirse con el ambiente.
Cuando el último eco de mi respiración cesó, avancé con cautela, admirando el paisaje. Me sentía realmente pequeña, minúscula, una hormiga en un mundo de gigantes. La vegetación me rodeaba, dándome una cálida bienvenida, que yo agradecí con una sonrisa sincera. Los colores se fundían en un único ser, un único espíritu que tenía como centro el Lago; una masa de agua cristalina, tan pura, que parecía atravesarte. Su semblante era inocuo, modesto, pero con una fuerza que me hipnotizaba. Retrocedí unos pasos, dudosa, pero al final corrí hasta quedar reflejada en sus aguas.
Tenía el aspecto cansado, de alguien no había dormido mucho tiempo. Los ojos me brillaban con fuerza, y esta vez, estaba segura de que eran azules. Había cierto color en mis mejillas, tal vez por la excitación que me producía ese lugar. Subiendo un poco, se encontraba mi cabello suelto y muy enredado, pero lo ignoré lo mejor que pude.
Me senté en el suelo, y miré mi entorno por segunda vez, fascinada. Había pasado tiempo desde la última vez que me sentí tan en paz conmigo misma, y la sonrisa de mis labios no parecía querer esfumarse, por más que tratara de arrancarla de mi rostro.
No duró mucho el tiempo que estuve así, porque escuché un ruido a lo lejos. Inconscientemente, me sobresalté, y me alcé. Forcé la vista, y aunque podía escuchar "eso" aproximarse, no podía ver nada. Pero aún así, dejé atrás el lugar a paso rápido, mientras en mi cabeza planeaba mi próxima venida hasta aquí.
- Temas similares


Cambiar de escuela