Recuerdo del primer mensaje :

off/ Avisare a Dam cuando comience la batalla. El os avisara a los de su bando

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Estaba apunto de conseguir una mezcla pegajosa y explosiva cuando la probeta decidió agrietarse y derramar su contenido. Ya era la segunda que rompía hoy. Estaba claro que hoy no era mi día, así que salí para despejarme un rato.Me coloque mi tunica de fraile y mis botas de combate. Pasear por los jardines y los muros siempre me devolvían la inspiración. En los jardines encontré a un grupo de inquisidores jóvenes intentando propasarse un poco con una de mis hermanas de Orden y me apoye en una columna a contemplar el espectáculo. Era una de las supervivientes de Karannes y miembro de los Templarios de San Yago, grupo de la Orden encargado del adiestramiento militar y las misiones de combate. Este combate en concreto apenas duro diez segundos. Era duro pensar que los cincuenta Hermanos Juramentados de la Orden de San Yago podíamos contra la guarnición de la Academia, pero era asi. Holgazanes, prepotentes y corruptos, la mayoría se dedicaba a abusar de su poder. Nosotros en cambio nos dedicábamos al estudio. Felicite a mi hermana por el combate y me dirigí a las murallas para estar tranquilo, pero allí también había gente. Para ser exacto uno. El mismísimo Marco Gladius. Duque de Las Horcas y Cardenal de Nuestro Sagrado Señor, era prácticamente el líder de la Inquisición. Su fama de fanático religioso le precedía y seguramente mi Orden seria una espina clavada en su mismísimo trasero. Ya era tarde para darme la vuelta, así que actué con tranquilidad.

-Buenas noches, su ilustrisima-dije mientras me colocaba a su lado-¿Disfrutando de las vistas o implorando una plegaria por nuestros compañeros en la escuela de magia?


Sabia que gracias a lo de Karannes podía gozar de cierta inmunidad, pero tampoco quería abusar. Se lo había dicho con un tono respetuoso.

-Hemos interrogado a un pirata que sabemos que estaba con los atacantes. El unico superviviente de San Eufrasio ha estado "hablando" con el y solo ha dicho que dentro de dos semanas estaran en Zhante. En Karanes tambien escuchamos que los piratas iban hacia alli a reunirse con alguien y no me extrañaria que fuera su base de operaciones.

En esos momentos estaba rabioso y cabreado conmigo mismo por no haber ido a investigar antes. Posiblemente habría evitado el ataque a la Academia y no tendría que arriesgar tantas vidas para enmendar ese error. Por que tenia intención de llevar a todo San Yago a Zhante en busca de los guerreros oscuros y los piratas. Los últimos dos días habían sido buenos para la captación de nuevos miembros. No solo habíamos recuperado el numero anterior al ataque, sino que prácticamente lo habíamos doblado. La mayoría habían tenido su prueba de fuego en la Academia y por ello había muchos Iniciados y pocos Hermanos Juramentados.

-Esa basura herética se quito la capucha cuando se independizo del Reino. Desde que no tenemos presencia alli habrá crecido la influencia de los magos y demás adoradores del demonio. Hay que purgarlo. -dijo Titus mientras golpeaba la mesa- Déjame ir con mis tropas. Los arrasare y quemare en el fuego purificador.

.La Orden de San Telmo siempre tan burda y rápida en tomar decisiones incorrectas y simples. Solo pensaban en matar y quemar, no en guiar. Para mi eran una deshonra y el principal obstáculo para la reforma de la Inquisición.

-Si bien estoy de acuerdo en que debemos ir alli e investigar, no creo que una guerra con Zhante con tan pocas pruebas sea conveniente. Es posible que usen Zhante por medio de engaños, aunque sea dificil de creer. Yo tengo intencion de ir y mi Orden me acompañara por si debemos tomar decisiones drasticas.

-Así se hará,Ilustrisima- se despidió Titus mientras abandonaba la habitación, dejándome solo con el Cardenal

Era una suerte, pues ahora podría hablar mas libremente sin esperar tonterías propias de los de San Telmo

-Ilustrisima,¿Y que pasara si descubrimos que Zhante es una victima mas?¿Que pasara si vemos como sus soldados nos ayudan en la captura o aniquilación de nuestro oscuro enemigo? El problema de esta situación es que no es desconocida. No sabemos que nos podemos encontrar y me gustaría tener su permiso para poder negociar llegado el caso. En estos momentos no podemos permitirnos tener mas enemigos sin necesidad.

Entonces saque un rollo de papel de uno de mis bolsillos y se lo entregue al Cardenal. Era una carta de un amigo mio que había acompañado a la Reina al Lago de la Luna y en ella se describía la batalla y el resultado. Se había cumplido lo que yo había predicho. Por un lado estaba satisfecho mientras que por el otro lloraba por todas las muertes innecesarias que había supuesto esa absurda campaña. Deje que la leyera tranquilamente.

-La situación es muy grave,Ilustrisima. Tanto que he decidido no hacerlo publico aun para mantener la moral, pero acabaran por enterarse.

Iremos a Zhante a por es victoria,Ilustrisima- dije mientras me dirigía a la puerta. 

Tenia mucho que preparar. Suministros, los barcos y a mis hermanos. También tendría que ver como podría abrir la puerta de mi habitación con seguridad, ya que había oído varias explosiones dentro y seguramente habría mas. Aun no entendía como podía haber sucedido, teniendo en cuenta lo cuidadoso era par esas cosas. Lo único que agradecía era que mis notas se guardaban en la Cueva y no en mi habitación, si no lo habría perdido todo. Antes de marcharme me di la vuelta para dirigirme al Cardenal.

-Buena suerte en su viaje,Ilustrisima. Benedicti cum fortitudinis et fidei

Tras aguardar unos segunos para ver su respuesta sali de la habitación hacia mi destino, el cual era posible que fuera no volver a ver al Cardenal.