Llegué con Raud hasta la cueva, volando sobre el lomo de Ogadrack, el cual llevaba su armadura.
Recordé cómo al salir, recibimos vitores por parte de los nuevos guerreros tras la sorpresa inicial de ver a Ogadrack.
Al llegar, le pedí a Raud que fuese llevando su espada en las manos, y mi teoría fue acertada: a causa de la magia negra que almacenaba cada rincón de la cueva, la espada sería siempre a Pesadilla, mientras se encontrase en la cueva.
La Fortaleza era una construcción aún más imponente que la de Santiago, que a su lado, parecería una torre cutre y maltrecha.
Ordené a Raud que llevase sus cosas a su habitación y se asease.
Recibí al nuevo con la calidez más propia de un maestro estricto, y tras ello, los cité a ambos en el campo de entrenamiento.
Cuando llegasen, nos verían a Ogadrack y a mí esperándoles, cité a cada uno en una entrada diferente, si eran inteligentes, sabrían que quería que se enfrantasen entre ellos.
Ogadrack se alzaba imponente en el inmenso campo de entrenamiento, y su presencia, aunque se encontraba al margen, al igual que yo, producía un aura de poder y oscuridad.


MASTER: Raud aparecerá con la armadura oficial del Colmillo Negro, y no con una cota de malla. Exar, al contrario, luchará con una armadura de cuero. Deberán luchar aprobechando las ventajas de cada uno, Raud se encuentra en desventaja física, puesto a que ha tenido que llevar las riendas de Ogadrack y sus brazos están algo embotados, así como sus reservas de adrenalina están más vacías. Por el contrario, Exar se ha recuperado completamente de su caminata. Raud tiene una espada magica y Exar, no, pero Raud tiene más práctica.

-Qué empiece la función!-dije cuando ambos aparecieron.



PISTA: Dam no ha establecido ninguna norma

Raud, algo cansado pero sonriendo por ser la nueva incorporación a la escuela echó la mano a su espalda y dejo caer la punta de La Soñadora al suelo que instantáneamente se transformó en Pesadilla, la agarró con las dos manos y dejo su filo atrás, decidió al igual que hizo con Dam esperar a que su oponente atacara, Dam y Oga observaban todo lo que se iba a despachar en la arena. El guerrero dejo caer un suspiro mientras una suave brisa recorrió sus manos y el filo de su espada que curiosamente daba extrañas señales a su dueño de necesitar una pelea, esto le llevo a recordar una cosa y sin dejar de mirar a su oponente dijo:

- Dam, podríamos luego pasarnos a mirar alguna explicación de porque mi espada tiene distinta ''personalidad'' -. Puso un énfasis divertido en la última palabra y continuó esperando a su rival.

Llegue al lugar donde había acordado el sujeto de la última vez, mire mi al rededor instantáneamente para ubicarme donde me encontraba. Me di cuenta de la otra persona que se encontraba en el mismo sitio conmigo, había desenvainado su espada y yo ya estaba acomodando mi mano derecha para desenvainar la mía, y así fue como lo hice con la razón de derrotarlo, pues, me entere de que lo que realmente quería ese hombre que me había dicho que viniera acá era luchar contra él, y ver quien era más fuerte y quien era el más débil.

-Vaya.. vaya.. así dan las bienvenidas en este lugar.- Diciendo eso último con una sonrisa y tapándose la boca con la mano izquierda para no soltar una carcajada. -Bueno.. al parecer, tengo que ganarte.- Exar no estaba confiado sabía que si cometía un error todo se iría al desagüe. Movi mi espada de lado a lado para luego dirigirme caminando hasta mi oponente obviamente sin bajar la guardia, porque, si hacía algún movimiento en falso podría ser mi fin en esta ''prueba''

Estando ya a una distancia considerable mire como se ponía en guardia y de una vez corrí hacía mi oponente para luego dirigir mi espada horizontalmente hacia su hombro derecho. Luego de este ataque moví mi espada verticalmente a la suya, para así evitar algún tipo de contra-ataque suyo.

-Las espadas son espadas, la única diferencia es que la tuya es mágica.- Lo miré fijamente a los ojos al decir esas palabras.

Raud se arriesgó a recibir sin moverse el primer golpe en el hombro pues de primeras ningún golpe atravesaba una armadura de placas, y aun menos si había sido diseñada por los ingenieros del Mercader, el segundo golpe fue en vano pues Raud no planeaba usar su espada aún de hecho Pesadilla absorbió parte de la energía de Exar, lo que hizo fue agarrarle del cuello, a pesar de tener la misma estatura él estaba a acostumbrado a cargar pesos grandes durante un tiempo prolongado, aunque no se arriesgó a que le hiciera un corte en el brazo por lo que nada más agarrarle le levantó unos centímetros del suelo y lo lanzó contra el suelo a un metro de distancia, Exar miró al guerrero y este muy serio dijo:

- Las espadas son espadas pero a la hora de salvar tu pellejo no solo ellas te salvaran la vida, no descuides ningún flanco ni des nada por sentado ¡Otra vez! -. Dio un par de pasos atrás para que Exar se levantará, acto seguido volvió a ponerse en guardia, si el guerrero era inteligente se mantendría alejado de su espadón pues desde la guardia que tenía podía cubrir de un golpe rápido un área de 360 grados en una distancia de casi dos metros, atacarle por debajo mientras tampoco era aconsejable pues una patada o rodillazo con la armadura de placas podría ser muy doloroso para Exar.

- Esto es un entrenamiento Exar, no voy a usar ninguna técnica demasiado compleja pero tampoco voy a dejarte ganar así como así -.

Suspiró y esperó pacientemente a su oponente sin apartarle mirada, Pesadilla parecía aun más animada, las espinas de rosa que tenía parecían temblar de la emoción.


OFF: Raud usa para pelear muchos giros y ataques bajos para derribar a su oponente sin cansarse, atacarle de frente es una locura pero cuidado al golpear sus flancos que se puede girar con mucha rapidez mientras te lanza un tajo, cualquier golpe con Pesadilla probablemente te hará caer al suelo y ese ya sera tu final, muy atento a cualquier cosa

Les ví pelear...Raud tenía madera de lider y de maestro, elegí bien. Sonreí. Por su parte, Exar parecía no ver las desventajas de su oponente, "punto en contra, chaval", pensé.
Raud está muy cansado y dolorido en las piernas, la armadura es pesada y entorpece sus movimientos al igual que su espada. Exar esta fresco y es más rápido. Uno cuenta con la ventaja de una espada mágica y otro cuenta con la ventaja física.
Mientras les observaba, mi mente estaba en varias partes a la vez. Por una parte, examinando sus habilidades, por otra, pensando que quizás debería darme una vuelta por la cueva para ver lo que ha cambiado durante este tiempo.
Entonces, me acordé de Shana, estaba con Santiago, en una misión, y decidí darle un consejillo, sonreí.
Me concentré buscando a Shana alrededor de los territorios humanos, estaba en las montañas, busqué su mente y entré en ella, mandándole un mensaje que si era inteligente, sabría pillar.
Finalmente decidí dejar a Ogadrack al cuidado de los alumnos, no sin antes decir:
-Alumnos, tengo asuntos que atender, Ogadrack se quedará con vosotros. Os dejo decidir si merece la pena matar o herir a vuestro oponente. Cuando termineis, le he dejado instrucciones a Ogadrack, él os estará observando, será mis ojos.
Invoqué mis alas y salí por el techo abierto del campo de entrenamiento fundiéndome con la oscuridad de la cueva...