Lock Brandford
Lock Brandford
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Nombre : Lock Brandford
Escuela : La Santa Academia
Bando : La Diosa (conocida como Dios)
Condición vital : Vivo
Rango de guerrero : Guerrero aprendiz (espadas, una mano)
Clase social : Príncipe del Reino de Évezhor
Mensajes : 9
Fecha de inscripción : 25/04/2014
Edad : 28
Localización : Évezhor
http://www.latorre.foroactivo.mx/
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Évezhorpor Lock Brandford, Sáb Abr 26, 2014 4:58 pm
Mi futuro reino. Évezhor, actualmente gobernado por mi padre, el rey. Algún día sera mio y yo reinaré toda la isla. Pero mientras debía instruirme en todo lo que pudiera. Envie una carta para ingresar en la Santa Academia, quería instruirme en las artes de la guerra para entrar en la Inquisición, y no había un lugar que te facilitara tanto la entrada como mi futura escuela.

El barco con rumbo a la Santa Academia me esperaba en uno de los puertos del reino. Era el puerto que solía utilizar mi familia comúnmente así que estaba adornado con todo tipo de lujos. Los barcos allí era extremadamente galardonados. Pero no me gustaba mucho llamar la atención con lo que escogí uno de los barcos mas humildes que encontré. Aun asi lo encontré muy prepotente para mi gusto.

mis padres vinieron a mi encuentro. Sabían que estaría mucho tiempo fuera de casa, mi padre tenia en la cabeza que únicamente volvería cuando tuviera que asumir el trono.

-Adiós hijo cuida te.Y no olvides convertirte en un gran hombre, porque ya sabes que algún día tu me sustituiras-me dijo mi padre con una voz firme y monótona como siempre.

-Adiós cielo. No te olvides de disfrutar la vida, eres joven y tienes que divertirte. No olvides escribirnos cuando llegues a tubdestino- me dijo mi madre con un tono melancólico.

Subí al barco y me quede fuera en el barco hasta que perdí de vista a mis padres.Luego me interne en mi camarote, y dormí. Tenia un largo viaje por delante y un aun mas largo vieja por mi instrucción y mi ingreso en la inquisición. Tenia un objetivo, un sueño y lo iba a cumplir fuese como fuese.

El viaje se me hizo muy largo. Aunque la mayor parte del viaje la pase conociendo a los tribulantes. Y, por fin, mi destino asomaba por el borde del fin del mundo, como llamándome a entrar en el.


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