ÍndiceCapítulo II: El Nuevo Secreto (priv. para Nayade y Flextus)
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Xerxes Break
Semielfo
Nombre : Xerxes Montgomery Break
Escuela : Escuela del Lago de la Luna, Castillo del Mar Espectral
Bando : Neutral
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Mentalista
Rango de mago : Mago consagrado, Especialista en Magia Chamánica
Clase social : Noble, Barón de la Casa de Reinsworth, Duque de los Elfos de las Brumas
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Edad : 29
Capítulo II: El Nuevo Secreto (priv. para Nayade y Flextus)por Xerxes Break, Mar Nov 20, 2012 9:59 pm
Recuerdo del primer mensaje :
NOTA: Este post se desarrolla de forma paralela al capítulo I. El Capítulo I todavía no está cerrado y se puede seguir posteando en él.
Sentado en mi trono de hierro, observé a través del Espejo Generoso el desarrollo de la batalla. Centenares de nuestros soldados perecieron durante las primeras horas, mientras que el ejército invasor continuaba atacando sin piedad. Alquamed había muerto y el Secreto del Fuego escogió a Bast como su nuevo dueño. Para colmo, Titannia había decidido desertar, presa del pánico.
Pero de pronto, un rayo de esperanza surgió de repente... en forma de música. Mi plan había funcionado a la perfección: Iaga estaba utilizando su flauta para someter al ejército enemigo bajo un hechizo hipnótico. Reconozco que tiene mucho talento. En estos momentos, los soldados de Wolfkrone deben de estar dándose cuenta de lo absurda que es esta batalla y en breve arrojarán sus armas al suelo. Era consciente de que aquello no serviría de nada contra los monstruos de Amy, pero de eso se encargaría Raven.
Ahora tenía que ocuparme de otro asunto: ¿a quién voy a obsequiar con el prestigioso Secreto de la Tierra? Bueno, supongo que pronto lo averiguaré. Solo espero que tanto Flextus como Nayade sean puntuales. Odio que me hagan esperar.
NOTA: Este post se desarrolla de forma paralela al capítulo I. El Capítulo I todavía no está cerrado y se puede seguir posteando en él.
Sentado en mi trono de hierro, observé a través del Espejo Generoso el desarrollo de la batalla. Centenares de nuestros soldados perecieron durante las primeras horas, mientras que el ejército invasor continuaba atacando sin piedad. Alquamed había muerto y el Secreto del Fuego escogió a Bast como su nuevo dueño. Para colmo, Titannia había decidido desertar, presa del pánico.
Pero de pronto, un rayo de esperanza surgió de repente... en forma de música. Mi plan había funcionado a la perfección: Iaga estaba utilizando su flauta para someter al ejército enemigo bajo un hechizo hipnótico. Reconozco que tiene mucho talento. En estos momentos, los soldados de Wolfkrone deben de estar dándose cuenta de lo absurda que es esta batalla y en breve arrojarán sus armas al suelo. Era consciente de que aquello no serviría de nada contra los monstruos de Amy, pero de eso se encargaría Raven.
Ahora tenía que ocuparme de otro asunto: ¿a quién voy a obsequiar con el prestigioso Secreto de la Tierra? Bueno, supongo que pronto lo averiguaré. Solo espero que tanto Flextus como Nayade sean puntuales. Odio que me hagan esperar.
Nayade Leen
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Re: Capítulo II: El Nuevo Secreto (priv. para Nayade y Flextus)por Nayade Leen, Lun Dic 10, 2012 5:53 pm
Y, de pronto, Bast entró en escena. En aquel momento sentí ganas de matarle, pero también un gran alivio. De momento seguía vivo.
Mientras yo analizaba esta información, Bast y Flextus, tuvieron una discusión en la que Bast intentaba convencer a Flex de que se quedara con el secreto de la tierra. Finalmente Flextus accedió, no sin mostrar su descontento y exigir sus propias condiciones. Tras esto, Xerxes le mandó a una habitación y a mi me guió hasta un espejo.
"Puesto que eres tan importante para Bast, y yo soy todo un caballero, jamás me atrevería a poner a una dama como tú en apuros. Este espejo te conducirá hasta donde tú le ordenes. Basta con que le des las coordenadas y yo pronunciaré las palabras mágicas. Ponte a salvo hasta que termine todo"Explicó.
En ese momento, no quería irme, pero no iba a servir de ninguna ayuda quedándome. Pensé en los posibles destinos y, decidí que mi mejor opción era la casa de mis padres, "el castillo Leen". No tenía pensado volver por allí hasta que se me terminara el plazo, pero, este era un caso especial. Además, mi madre estaría encantada de verme.
Justo cuando iba a decirle a Xerxes a dónde quería ir, él miró a Bast y comprendiendo, desapareció de allí concediéndonos cinco minutos.
Bast se acercó y tras prometerme que sobreviviría, me dijo que le esperase en el sótano de la Torre, que él llegaría. Luego me besó en la frente y se fue. Así que me coloque frente al espejo, esperando a Xerxes, que no iba a tardar.
Mientras yo analizaba esta información, Bast y Flextus, tuvieron una discusión en la que Bast intentaba convencer a Flex de que se quedara con el secreto de la tierra. Finalmente Flextus accedió, no sin mostrar su descontento y exigir sus propias condiciones. Tras esto, Xerxes le mandó a una habitación y a mi me guió hasta un espejo.
"Puesto que eres tan importante para Bast, y yo soy todo un caballero, jamás me atrevería a poner a una dama como tú en apuros. Este espejo te conducirá hasta donde tú le ordenes. Basta con que le des las coordenadas y yo pronunciaré las palabras mágicas. Ponte a salvo hasta que termine todo"Explicó.
En ese momento, no quería irme, pero no iba a servir de ninguna ayuda quedándome. Pensé en los posibles destinos y, decidí que mi mejor opción era la casa de mis padres, "el castillo Leen". No tenía pensado volver por allí hasta que se me terminara el plazo, pero, este era un caso especial. Además, mi madre estaría encantada de verme.
Justo cuando iba a decirle a Xerxes a dónde quería ir, él miró a Bast y comprendiendo, desapareció de allí concediéndonos cinco minutos.
Bast se acercó y tras prometerme que sobreviviría, me dijo que le esperase en el sótano de la Torre, que él llegaría. Luego me besó en la frente y se fue. Así que me coloque frente al espejo, esperando a Xerxes, que no iba a tardar.
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Re: Capítulo II: El Nuevo Secreto (priv. para Nayade y Flextus)por Xerxes Break, Mar Dic 11, 2012 8:13 pm
Pasados los cinco minutos, los tortolitos se despidieron. Bast partió a la espera de su contrincante. Nayade se acercó al espejo y entonces yo aparecí. Pronuncié las palabras mágicas y en el gigantesco espejo se materializó un bosque de vivos colores, en el que se podía distinguir una casa:
- La casa de tus padres, ¿eh? - le dije, sonriendo - Me parece una buena opción
Me acerqué a ello y le ofrecí mi más sincera sonrisa:
- Tranquila, Nayade - le dije - Si todo va bien, nadie tiene por qué morir en los duelos. Y si por lo que sea, algo hace que las cosas se tuercan, te prometo que no dejaré que le ocurra nada malo a tu prometido. Te doy mi palabra de caballero.
Entonces me di la vuelta y subí las escalinatas que conducían al trono. Me acomodé en él y me dirigí a Nayade por última vez:
- Parte ya
Los duelos están a punto de comenzar.
- La casa de tus padres, ¿eh? - le dije, sonriendo - Me parece una buena opción
Me acerqué a ello y le ofrecí mi más sincera sonrisa:
- Tranquila, Nayade - le dije - Si todo va bien, nadie tiene por qué morir en los duelos. Y si por lo que sea, algo hace que las cosas se tuercan, te prometo que no dejaré que le ocurra nada malo a tu prometido. Te doy mi palabra de caballero.
Entonces me di la vuelta y subí las escalinatas que conducían al trono. Me acomodé en él y me dirigí a Nayade por última vez:
- Parte ya
Los duelos están a punto de comenzar.
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Re: Capítulo II: El Nuevo Secreto (priv. para Nayade y Flextus)por Nayade Leen, Miér Dic 12, 2012 6:36 pm
Xerxes apareció a mi lado y pronunció unas palabras. Entonces pude ver la casa de mis padres y mi amado bosque en el espejo. La verdad es que aunque no quisiera admitirlo, tenía ganas de volver a casa. Y a Xerxes parecía gustarle mi elección. Le observé mientras me hablaba.
-Tranquila, Nayade. Si todo va bien, nadie tiene por qué morir en los duelos. Y si por lo que sea, algo hace que las cosas se tuerzan, te prometo que no dejaré que le ocurra nada malo a tu prometido. Te doy mi palabra de caballero.-Me dijo. Sus palabras me tranquilizaron, pero de verdad deseaba que no tuviera que cumplir su promesa, ya que eso significaría que las cosas le habían ido mal a Bast. Y es era una posibilidad que no quería contemplar.
Tras esto, Xerxes volvió a sentarse en su trono y se despidió de mí. Lo que significaba que los duelos empezarían pronto. Asentí con una inclinación de cabeza, mientras caminaba lentamente hacia el espejo. Le dediqué un último pensamiento a Bast, y, traspasé el espejo, de vuelta a casa.
-Tranquila, Nayade. Si todo va bien, nadie tiene por qué morir en los duelos. Y si por lo que sea, algo hace que las cosas se tuerzan, te prometo que no dejaré que le ocurra nada malo a tu prometido. Te doy mi palabra de caballero.-Me dijo. Sus palabras me tranquilizaron, pero de verdad deseaba que no tuviera que cumplir su promesa, ya que eso significaría que las cosas le habían ido mal a Bast. Y es era una posibilidad que no quería contemplar.
Tras esto, Xerxes volvió a sentarse en su trono y se despidió de mí. Lo que significaba que los duelos empezarían pronto. Asentí con una inclinación de cabeza, mientras caminaba lentamente hacia el espejo. Le dediqué un último pensamiento a Bast, y, traspasé el espejo, de vuelta a casa.
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