Ventus Geth
Ventus Geth
Humano
Nombre : Ventus Geth
Escuela : La Torre, Rossnatt (Maestro de especialidad)
Bando : El Dios
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Maestro de Magia Temporal y de Magia Curativa (Rossnatt), Maestro de Magia Básica (Aressher)
Rango de mago : Nigromante
Rango de guerrero : Guerrero experto (espadas, una mano), Aprendiz de Guerrero de Hielo
Clase social : Nobleza (Señor)
Mensajes : 63
Fecha de inscripción : 10/09/2015
Edad : 25
Localización : El Tiempo no es un enemigo pero sí un arma, tal vez la más peligrosa
http://www.latorre.foroactivo.mx/
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La nieve apenas se desplazó cuando aparecieron, y al parecer no tenía intención de hacerlo, pero era normal aquella nieve llevaba décadas sin ser perturbada y no pensaba dejar su lugar a un extraño. Por suerte para Ventus ese problema solo lo tenía su mayordomo al cual le gustaba arrastrar en sus viajes en especial a lugares fríos tal vez para regodearse de la sangre sureña de su fiel compañero que poco o nada podía soportar aquél implacable viento gélido, no soplaba fuerte pero calaba igual. Se llamaba Gris y era un hombre de piel morena y mediana edad pero que se ha vuelto pálida con el paso de los años, de ojos negros y avispados siempre ha sido leal a Ventus pese a que a éste le guste torturarle de vez en cuándo en estos viajes fríos, normalmente le trata con respeto y tal vez le tenga cierto aprecio si es que un nigromante puede tenerlo.

Mientras él levitaba sobre la alta capa de nieve su sirviente hacía lo que podía para seguirle el ritmo. - Mi-mi señor, ¿por qué estamos aquí? - Preguntó sin poder evitar una repentina tiritona.
- Para aprender, por supuesto, debo finalizar mi formación como guerrero de hielo y no pretenderás que lo haga en el desierto, ¿no? - Una sonrisa apareció en el semblante de Ventus al ver cómo tiritaba - A menos claro que desees que vayamos a Vinteren Riv, ese también es un desierto - La cara del mayordomo se puso de pronto más pálida si cabe - No mi se-ñor, éste es el lu-lugar idóneo - Ventus asintió complacido - Eso pienso yo, me alegra que siempre compartamos opiniones querido mayordomo.

No muy lejos en la misma dirección se elevaban las ruinas de lo que una vez fue, volvió a ser y cayó de nuevo en el olvido, "La Muralla". Las marcas de las batallas se podían palpar todavía aunque tan sólo el fuego azul y eterno conservaba el brillo de la magia en aquél lugar. - ¿Conoces la historia de éste lugar Gris? - Preguntó Ventus sin interés en la respuesta del mayordomo - Hace mucho solía ser una escuela de Alta hechizería y ahora mírala, fría y abandonada. Así es cómo trata la Diosa a las cosas que ya no le sirven, no es misericordiosa ni restaura el mundo con su toque divino, es tan interesada como nuestro Dios solo que el nuestro lo admite, lo que la convierte en una mentirosa además. - Gris asintió dándole la razón a su amo, si algo había aprendido de él era su gran odio a la Diosa y su intolerancia a que le llevasen la contraria, eso te lo hacia pagar con el tiempo, aun así no entendía cómo alguien tan lleno de odio podía ser tan calmado y paciente.

Se acercaron a las puertas de La Muralla que estaban medio derruidas, lo único que se conservaba intacto era una torre que se elevaba sobre las nubes bajas, en su tiempo había sido la más alta, ahora era la única que se mantenía en pié. Con un ligero pero calculado gesto de su mano Ventus reparó la puerta, no a medias ni parecida, literalmente la dejó como antes de ser destruida. - ¿Piensas levantar de nuevo la escuela? - Preguntó con curiosidad el mayordomo ahora que las runas les protegían del viento. Ventus alzó la mirada hacia los pisos superiores algunas paredes tan destrozadas que se podían ver escaleras y cuartos del interior. - No, eso me llevaría mucho tiempo y energía, pero no me gusta ver las puertas de los lugares derruidas, al fin y al cabo toda tumba merece su lápida - Gris no entendió muy bien a qué se refería el amo con aquello pero tampoco quiso preguntar, no sería al primero que decapitan por hacer preguntas inoportunas.

Ventus se separó de las ruinas y se situó en el centro de un claro, desenvainó su espada y la clavó en la espesa nieve. - Toma la espada y córtame - Ordenó con calma - Pero mi señor - Miró el mayordomo el brazo que señalaba su amo - ¿Prefieres que haga las pruebas contigo? Aunque me cortases un brazo podría regenerarlo en segundos - Sin más dilación Gris tomó la espada y cortó la carne del brazo, la espada estaba afilada y era un corte limpio y profundo, sin embargo no salió sangre para sorpresa de gris una especie de líquido rojo escarchado y espeso cubrió la herida que poco a poco sanó.

Sonrió satisfecho y luego miró a Gris con una mirada divertida, malas noticias para él sin duda. - Me he percatado de que no te agrada mucho caminar sobre la nieve, probemos si te sientes más cómodo sobre el hielo - Estiró el brazo hacia delante y se empezaron a formar cuadrados de hielo sobre la capa de nieve apenas medían un metro cuadrado cada uno pero cada vez eran más, Gris trató de correr fuera de la linea pero la nieve era profunda y se le enganchaban los pies, el hielo le alcanzó y perdió el equilibrio, cuando iba a caer de bruces contra el suelo helado algo lo frenó en secó, se hallaba levitando, como Ventus. - Ha sido divertido verte correr anciano - Gris lo miró con dolor, eran palabras crueles de alguien que había vivido más de 700 años. - Aún tenemos mucho que practicar - Afirmó Ventus - Pero te dejaré descansar un rato Gris, lo has hecho bien.

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