Ficha de Carnal

• Nombre y apellidos: Carnë, rojo en élfico, aunque se le conoce entre humanos como Carnal.

• Sexo: masculino.

• Edad: 27 años.

• Condición vital: vivo.

• Bando: La Diosa.

• Raza: mestizaje entre elfo y humano.

• Profesión: estudiante de magia, primer grado.

• Escuela: La Torre.

• Clase social: pueblo llano, nómada.

• Descripción física: Es pelirrojo, tiene el pelo tanto como el de la la cabeza, como el de la barba, largo y en abundancia. Que no te extrañara que algún día se sacara, de pronto y sin avisar, un objeto cualquiera entre su maraña de pelos, aunque bien es cierto que, debido a su extremo sentido de la higiene, lo mantiene muy limpio y sedoso. Tiene los ojos grises, de expresión tranquila pero profunda. Tiende a mirar las cosas con mucha intensidad, como si las mirara de verdad o quisiera grabarsélas en sus pupilas, aunque lo cierto es, que si bien es cierto que es ciertamente intenso, también tiene algunos problemas de visión. No solo es que le falte un ojo (¡perdón por el engañoso plural!), sino que ve mal de lejos, así que tiende acercarse bastante.

Tiene una nariz más cercana al hocico de un animal, así como la hendidura que conecta nariz y los labios superiores. Tanto superiores, como inferiores, son finos, hendidos algo hacia fuera. Tiene las típicas orejas largas de elfo, salvo que son más bien como las de un cervatillo. ¿Cosas de la genética? Alguna gente de su pueblo tiene hasta cuernos, así que fíjate lo diversos que son.

Pero ninguno de los suyos tiene rabo trasero, ni siquiera él. No sabe porqué, pero preguntan mucho por él, aunque lo hacen entre risas.

Es, bastante peludo y corpulento. Tiene las manos bastante grandes. Ya sabes lo que dicen de la manos grandes. Él en general es bastante largiducho. Quiero decir, no llega a alcanzar los dos metros de altura por poco.

• Descripción psicológica: es un ser por lo general, bastante tranquilo y cordial, más dado a la reflexión (rasgo bastante identitario de los de su comunidad) que a la actuación impulsiva. Sin embargo, es juguetón y bromista a su manera. Debido a su percepción de la naturaleza y lo político, a veces puede llegar a ser bastante invasivo en cuanto al tema de guardar las distancias, aunque por medio de fallo y error, ha entendido que la condición de las mujeres es algo diferente allí que allá, así que tiene que ser respetuoso con ellas.

Tiene un gran sentido del deber, del deber natural. Respeta a todas las formas de vida por igual, aunque entiende que la vida es un constante proceso de generación y corrupción, así que acepta la muerte de las cosas, así como participar en este proceso. ¿Acaso no comen? ¿Acaso no cazan, cultivan, recolectan? Claro que lo hacen, pero siempre desde respetando esas vidas que arrebatan, y procurando siempre dar algo a cambio.

Es una persona además, bastante meticulosa y ordenada, al menos para sus actividades. Por eso, es muy raro ver que algo afecte a su rutina, llegando hasta puntos un tanto extremos. ¿Que tiene que lavarse todos los días en el río? ¿Y está lloviendo? ¡Se siente!

• Historia: Pertenece a los N'omën (los del lugar), una tribu nómada que fue expulsada del contenido élfico hace milenios. Debido a la falta de cultura escrita, un desinterés general por lo político, no se conserva en los relatos orales información de valor sobre su expulsión. Se caracterizan por su fuerte vínculo con la naturaleza, y viajan siempre por los bosques, aunque nunca terminan de echar raíces en ninguna sitio, ya que la naturaleza es cambio, movimiento, inestable. De vez en cuando, ofrecen ayuda a otras comunidades humanas, aunque rara vez son bien recibidos, si es que no los reciben primeros con piedras. Aunque en el fondo, lo entienden: los humanos temen lo diferente, y lo aceptan, porque está en la naturaleza del hombre y de la mujer el miedo. Como los N'omën entienden la naturaleza de las cosas, aceptan a los humanos y los perdonan.

No obstante, desde la llegada del pueblo nómada a Garnalia, siempre han habido humanos que han aceptado sus costumbres y que, queriendo compartir sus modos de vida, se volvieron N'omën. Esto produjo que, durante años, se diera un proceso de mestizaje continuado de la especie, llegado hasta el hibridismo. Desde hace cinco generaciones, ya no solo una mezcla de humanos y de elfos. Deben de ser algo más. Cada generación desde hace cinco generaciones, ha ido reduciendo su esperanza de vida un poco más que la anterior, desarrollando cada vez de manera más temprana, enfermedades que acaban con sus vidas. Carnë es el ser más jóven de su pueblo, y tiene 27 años. Calculan que enfermará alrededor de los 35, y posiblemente muera a los cuarenta. Cada vez son menos N'omën. El reemplazo generacional no se está dando. Cada vez es más difícil engendrar, como si se estuvieran volviendo estériles, y cada vez los jóvenes duran menos que sus padres. La mayoría de los miembros de la comunidad son demasiado viejos como para tener descendencia, los que están en edad reproductiva o tienen dificultades o están enfermos. Desde hace décadas, los humanos no quieren vivir más con ellos, porque cada vez desarrollan rasgos más animales y parecen bestias, y los humanos tienen medio a los demonios. Nunca han tenido una buena relación con otros elfos.

Por lo demás, los N'omën desprecian las formas de magia que se enseñan en las escuelas, considerándola antinatural, violenta, de crueles. Ellos tienen sus propias prácticas mágicas, que no se basan en el dominio, sino en el diálogo. Ellos piden, la naturaleza ya decidirá si les dará.

Pero son formas mágicas ineficientes. Los N'omën creen que hay que respetar el curso natural de las cosas, y que hay que aceptar la muerte como una fase más. Pero no pueden aceptar la extinción de su pueblo. Por ello, mandaron a Carnal a estudiar magia en la Torre, para que hallara una forma de curar a los suyos, a sus padres, y a sí mismo. En la naturaleza también hay contradicciones.

+ Gustos y aficiones: la naturaleza.

• Físico del personaje: The Wayward Bard — Marina Rey — Carnal

• Cuenta principal: Zane.