Había  llegado la noticia,la derrota del ejercito invasor se extendió por todo el reino y pese a que habían tenido algunas perdidas la atmósfera era alegre, poco a poco el miedo o las reticencias fueron disminuyendo hasta dejar paso al optimismo,aunque solo hubiesen pasado dos días,La noche alcanzo la ciudad una vez mas,una noche sin luna que parecía acompañar con sus sombras a las formas que se movían. Encapuchados pululaban por las ruinas del antiguo palacio, donde nadie se acercaba ya fuera por temor o respeto a la nigromante.


Tras lo que quedaba de los muros se erguía un pequeño altar y a su alrededor uno de los encapuchados observaba el espectáculo, un espectáculo horrible, un demonio, de piel oscura y membranosa,ojos amarillentos y sonrisa cruel se dedicaba a repetir una letanía, mientras miraba al cielo.Entonces el encapuchado se acerco al demonio con sumo cuidado,olía a azufre y sabia que no era el único que estaba allí aquella noche-Se nos agota el tiempo- le dijo simplemente pero el demonio no contesto, no inmediatamente-Ya casi esta-dijo con voz estridente, luego soltó una risita-solo necesitamos una ultima cosa para comenzar con el final- el extraño se acerco a el,ansioso, como si no pudiera reprimir su nerviosismo¿Que cosa? vamos, haz lo que tengas que hacer, no tenemos tiempo- a pesar de la situación lo había dicho con un tono bastante serio y tranquilizador.El demonio se giro entonces y señalo con el dedo, con lo que el encapuchado se giro, pensando que se refería a algo que había detrás de el,un ruido lánguido y desagradable recorrió el ambiente y el extraño cayo al suelo como si fuera un saco de estiércol, con un profundo corte en la garganta,sangraba como un cerdo y a medida que la sangre se esparcía por el suelo esta fue moviéndose, como si tuviera voluntad propia, hacia el altar, poco a poco, como  una masa que se arrastra.


Entonces el altar se ilumino y resplandeció con una luz que parpadeaba, sonó un ruido profundo, como el que hace el agua de una cascada al caer y entonces un torrente de magia salido disparado del altar y choco violentamente contra el firmamento de aleketh, brillaba y oscilaba sus colores de blanco a negro de forma ininterrumpida

La luz que salia desde las ruinas del palacio no paso desapercibida para nadie en kilometros a la redonda, incluso llegaba a divisarse a mucha distancia de la propia ciudad, ya que era la única luz en una noche sin luna.No fueron pocos los soldados del ejercito del crepúsculo que se acercaron hacia el lugar a toda prisa, encabezados por Jarlaxle, el elfo,ataviado  con su sombrero de ala ancha y sus brazaletes, vestía ademas con protecciones de cuero y una pequeña capa.El había sido el primero de los capitanes en unirse a Yandrack, cuando apenas se había llevado a un grupo de refugiados desde Zhanthe


Cuando llegaron a las ruinas no tardaron en divisar el altar y por supuesto al demonio que había alli,junto a un bulto inerte y sombrío que yacía en medio de un charco de sangre-Manteneos alerta y tu-dijo dirigiéndose al soldado mas cercano, otro elfo mas robusto que el,iba amado con un arco, un carcaj, flechas y una espada corta -Avisa a Racks y a los Zhanthianos- por toda respuesta el hombre asintió y dejo la formación a toda prisa,tras esto el capitán elfo se adelanto,saco una de sus dagas y con un grácil y mortífero movimiento la lanzo contra el demonio del altar pero la daga no impacto contra su objetivo, antes de llegar se desvió y golpeo de forma aletargada contra el muro contiguo, cosa que sorprendió al elfo-¿He fallado?- se preguntaba escéptico pero sabia que no había fallado, el no fallaba nunca, no al menos desde aquella distancia,entorno los ojos y lanzo otra daga sin previo aviso,repitiendo de forma idéntica lo que acababa de suceder, solo que esta vez vio como un pequeño destello chocaba contra el proyectil que había lanzado, era el tipo de luz que se reflejaba en una superficie pulida en movimiento y lo supo porque la luz que reflejaba era la misma que la que salia de la columna de luz del altar-Así que hay mas aparte del demonio y me apostaría mi sombrero a que son humanos


Se adelanto unos pasos y realizo una reverencia exagerada,luciendo una sonrisa falsa-De poco sirve esconderse si lo que en realidad queréis es proteger a esta criatura- pasaron unos segundos y no paso nada, entonces decidió esperar dos minutos mas pero tampoco paso nada,Jarlaxle estaba empezando a dudar de verdad que hubiera alguien pero de un rincón oscuro emergió una figura vestida totalmente de negro, llevaba capa y capucha pero debajo de estas las ropas parecían sencillas-Muy buenas...Noches-contesto con una voz melodiosa-Estoy francamente impresionado de que me hayas descubierto solo con dos lanzamientos pero a creo que debo pedirte que te vayas- los dos se estaban estudiando mutuamente mientras hablaban-Lo siento pero eso no sera posible, os superamos en numero¿Por que no te alejas de esa criatura y te rindes?- sonrió de nuevo, aunque esta vez la sonrisa era sincera-Permiteme discrepar - le contesto el extraño y de pronto salieron muchas figuras de negro de entre las ruinas-¿Por que sera que nunca se rinden cuando uno se lo pide?

Ambiente de la batalla:

Los dardos y flechas volaron en la oscuridad mientras los dos grupos chocaban y se enfrentaban. Jarlaxle levanto los brazos y los bajo en un súbito movimiento, haciendo aparecer una daga desde cada manga, que al instante se alargaron hasta alcanzar el tamaño de dos espadas cortas e inmediatamente después dio un paso a la izquierda y sostuvo la espada de la mano derecha para repeler a uno de los atacantes,que intentaba empujarlo, así que el elfo cedió terreno y cuando llego el momento hizo ademan de atacar con su espada de la izquierda pero cambio de trayectoria y golpeo con la otra mano, pillando a su enemigo desprevenido,así que aprovecho para pisarle en la parte delantera del pie y cuando perdió el equilibrio de forma definitiva le corto la garganta en un rápido movimiento.


Junto al altar el extraño seguía con la vista fija en el capitán elfo, que poco a poco se abría camino entre los emboscadores e incluso habría jurado que a cada hombre que mataba menos duraban los siguientes, así que cuando mato al ultimo que le cortaba el paso decidió aplaudirle.Pasaron unos minutos en los que se encontraron, estaban apenas a escasos metros y los soldados del crepúsculo comenzaron a ganar terreno,dos de ellos incluso adelantaron a su capitán y corrieron hacia el extraño líder, para acabar con el-No tenia pensado hacer ejercicio justo ahora - dijo el extraño hombre,algo había sacado de entre la oscuridad de su capa, era un látigo que hizo restallar inmediatamente, primero golpeo en pleno rostro al soldado que venia de frente, el cual paro de correr, aturdido por la rápida sacudida del látigo, de hecho, le había cortado en la mejilla derecha, su compañero venia detrás y le sobrepaso inmediatamente, saltando hacia el enemigo con la intención de cortarlo con un gran mandoble pero el hombre se aparto a un lado y de forma ágil uso el látigo con las dos manos y cuando el soldado levanto la espada, que había golpeado el suelo, vio que no podía usar bien su arma porque aquel hombre había enrollado parte del látigo en la hoja y tiraba de ella y aunque el elfo tenia mas fuerza que el no conseguía darle, con lo que el extraño aprovecho uno de los ``intentos por golpearle´´ para lanzar un rodillazo al pecho de su oponente, que retrocedió sin poder moverse y tuvo que agacharse, era demasiado tarde porque el hombre del látigo en un rápido movimiento le contorsiono el cuello y se lo rompió




El soldado que quedaba de pie, abrió los ojos como platos al ver morir a su compañero de una forma tan fría,soltó una maldición en elfico, se le nublo la vista por un momento, cosa que era normal porque estaba llorando, aunque parecía no darse cuenta-¡Haldir, Quieto!- oyó la voz de Jarlaxle a sus espaldas pero no la escucho y corrió hacia el asesino con intención de ensartarlo con su lanza-¡ESTAS MUERTO!- le grito mientras embestía con la lanza pero su rival era mas rápido se agacho, así que retrajo su arma pero para su sorpresa el latigo estaba enrollado en ella, con lo que recibió un fuerte golpe en la cabeza que ni siquiera vio venir y luego sintió un dolor punzante en el costado, que se miro sorprendido y horrorizado a partes iguales, le había clavado una daga-¿Sabes?- le hablo el hombre mientras sacaba el arma de sus entrañas-No eres el primero que me lo dice...Ni el primero que se equivoca-Habia sido todo tan rápido...En ese momento apareció Jarlaxle ante el-Luchas bien- le dijo el extraño-Tu tampoco lo haces mal.Mi nombre es Jarlaxle,capitán del ejercito del crepúsculo- le respondió muy cortes, el extraño le hizo una pequeña reverencia con la cabeza-Curioso nombre.Ya que tu me has dado el tuyo es lo justo que yo te diga el mio.Me llaman Von Muerte,Neo Von Muerte-Entonces ambos emprendieron una carrera en dirección hacia su rival y cuando estuvieron lo suficientemente cerca como para alcanzarse Neo cambio de trayectoria en un giro brusco y se adentro en los laterales de las ruinasDije que no quería hacer ejercicio...- y Jarlaxle fue tras el gruñendo por aquella falta de respeto.