~ Datos personales ~

Nombre y apellidos: Aarkan
Edad: Aparenta 19 años
Sexo: Masculino
Condición vital: Vivo.
Bando: La Diosa
Raza: Semi-elfo. (mentalista) (señor de los lobos).
Profesión: Mago consagrado, aprendiz de guerrero (espadas a una mano)
Escuela: La Torre
Clase social: -Pueblo llano.

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Gustos y aficiones: Pasear por el bosque y jugar con los animales
Cosas que detesta: Los lugares desérticos y a los inquisidores
Virtudes y defectos: Es muy ágil y rápido pero muchas veces descuidado.
Manías: cuando está nervioso se peina con los dedos
Curiosidades: Cuando nació ya tenia el pelo blanco.
Objetivos y metas: Controlar la naturaleza como un dios.
Otros datos de interés: -

~ Descripción física ~

Como hijo de un elfo y una humana tiene rasgos de ambas razas, tiene el pelo blanco como la nieve que le llega hasta los hombros
es moreno y muy delgado, tiene los ojos de un verde brillante, sus orejas puntiagudas son mas pequeñas que las del resto de los elfos,
A decir verdad se parece mas a un elfo que a un humano, pero es diferente de los elfos normales.

~ Descripción psicológica ~

Es muy alegre aunque un poco solitario, le encanta el bosque y ha vivido toda su vida en el, los animales confían muy rápido en el, aunque eso puede deberse a su condición de mentalista o puede que a que es licántropo, como mago le encanta la magia aunque la magia de la tierra es su favorita por encima de los otros tres elementos.

~ Historia ~

Hijo de un elfo y una humana, su padre era un druida licántropo y su madre una archimaga, cuando nació tenia el pelo blanco, a medida que iba creciendo sus padres vieron que no era un chico normal, su madre se dio cuenta de su condición de mentalista por lo que siempre mantenía sus barreras mentales mientras el estuviera cerca y Aarkan no se atrevía a leerle la mente a su padre por miedo a su forma licantropa, el savia que nunca le haría daño pero aun así le temía, cuando llegó a la adolescencia se dio cuenta de que había heredado la licantropía de su padre, cuando sus padres se dieron cuenta le ayudaron a controlar al lobo que tenia dentro, su padre le ayudaba con las transformaciones y su madre despertaba su conciencia las noches de luna llena para que pudiera practicar con su padre, al llegar a la madurez ya era capaz de controlar sus transformaciones,
así que decidió ir a una escuela de magia ya había controlado el poder obtenido por parte de su padre y era hora de controlar sus poderes por parte de madre, esta le enseño durante años la magia, por lo que era uno de los mejores alumnos de la escuela, pero en la prueba del fuego su madre retrasaba constantemente el practicar el libro, así que cuando el creyó que estaba preparado se presentó en secreto y casi muere en el intento, cuando su madre se enteró le castigó de manera bastante dura, gracias a su enfado su madre bajo las barreras que mantenía en la presencia de su hijo, por lo  Aarkan pudo leer que estaba muy preocupada y había estado llorando, por o que no la culpó.

La primera norma de una escuela de magia consiste en que un aprendiz no debe rebelarse contra su maestro.