Nombre y apellidos: Alcarin (hace años que no usa su nombre real)

Sexo: masculino

Edad: aparenta tener unos 35 años.

Condición vital: vivo

Bando: Neutral.

Raza: Enano. licántropo (señor de los lobos)

profesión: Aprendiz de guerrero (hachas a dos manos)

Escuela: Guardiadragones del mar.

+Clase social:
-Pueblo llano: (antes era minero)

Descripción física: Mide alrededor de un metro, como todos los de su raza, tiene la piel morena y una larga barba de color castaño, trenzada, acompañada de un largo bigote también trenzado, nunca se deja ver sin su armadura de platino, forjada por si mismo, tiene la nariz achatada y una mirada fría y pétrea que intimida a todo el que lo mira.

Descripción psicológica: Siempre se muestra serio, siempre esta muy seguro de si mismo y esta dispuesto a enfrentarse a quien sea lo bastante osado como para enfrentarse con el en un duelo cuerpo a cuerpo, jamás se deja corromper por aquello en lo que no cree, el piensa que una buena arma bien forjada puede hacer frente a cualquier hechizo o maldición.

Historia: Su familia vivía en una aldea construida alrededor de una mina de oro, antaño esto había hecho que la aldea viviese cómodamente y llevar una vida fácil, pero esa época quedaba ya muy atrás, ahora la mina estaba casi agotada y sus habitantes, tenían una existencia bastante pobre
y humilde. El padre de Alcarin, cuando era joven era minero fuerte y habilidoso con el pico, pero ahora ya no era joven y había dejado esa vida para dedicarse a la forja, era uno de los mejores herreros de Garnalia, una de las pasiones de este es forjar el oro y la plata, haciendo objetos llenos de belleza. Su hijo mayor, el hermano de Alcarin, era minero al igual que su hermano menor, Alcarin, este se dejaba la piel y los huesos, picando en las vetas mas profundas de la mina, mientras que su hermano mayor rascaba lo que podía en las vetas secundarias, picando Alcarin, descubrió una nueva veta, eufórico, comenzó a picar y extraer los minerales de la pared rocosa, a la débil luz de una vela, este siguió hasta que le sangraron las manos, cuando llenó la carretilla, salió al exterior de la mina, cuando los vio a la luz natural del exterior, se dio cuenta de que lo que parecía oro a la débil luz de la dorada llama, era en realidad plata, fue corriendo a decírselo a su padre, este le dijo que lo que traía consigo no era plata sino platino, un mineral mucha mas duro y resistente, Alcarin decidió guardarse esos minerales, ya que la veta parecía muy grande y el que el se llevase unos pocos trozos de mineral no haría ningún efecto negativo en la economía de la aldea.
Al cabo de unos años la aldea mejoro bastante, gracias a la mina de platino que les había devuelto un poco de la comodidad que tenían antaño, una noche de luna llena hubo una emboscada de licántropos, cuando los habitantes de la aldea se dieron cuenta de cual era la amenaza cogieron sus armas y fueron a luchar por sus hogares, cuando Alcarin decidió unirse a ellos, salió de casa, para encontrarse con que los lobos habían arrasado la aldea entera y no quedaba ni un solo enano vivo excepto el, intento esconderse, pero un licántropo blanco con ojos rojos se percató de su presencia y lo sacó de su escondite, clavándole los dientes en el costado, Alcarin desesperado cogió lo primero que vio y se lo clavo en la cara, era una daga decorativa de plata que forjó su padre hace años, el hombre lobo desesperado ante ese dolor tan intenso que le estaba matando por dentro, intentó deshacerse de la daga, el licántropo se fue huyo de la aldea y los demás licántropos se fueron con el, Alcarin se escondió en su casa para reponerse de su grave herida, mientras se curaba decidió que nunca nadie le haría sufrir del modo en el que lo habían hecho los licántropos y que nunca lo pillarían desprevenido, en cuanto pudo moverse, fue a coger los minerales de platino de su cuarto y se dirigió a la forja de su padre, después de años viéndole en la forja, pudo crearse una armadura que pocos herreros eran capaces de superar, cuando la termino se la puso, le quedaba como un guante, en cuanto se repuso de su herida, se fue de lo que había sido su hogar para no volver, paso semanas vagando por las montañas, hasta que una noche de luna llena sin saber por que un dolor intenso le recorrió todo el cuerpo, obligándolo a retorcerse, se arrastro hasta un lago, y se miró el reflejo en el agua, vio no sin horror que se estaba transformando en una bestia, un licántropo, se le había olvidado que la enfermedad se contagiaba con el mordisco, se despertó en un sitio completamente distinto al que estaba la noche anterior, savia lo que le pasaba en Garnalia había muchos licántropos humanos, y sus padres le contaron que era lo que les pasaba.
Pasó años entrenando su fuerza de voluntad, savia que podía controlar sus cambios, solo necesitaba entrenamiento y así paso décadas, pero nunca dejo de entrenar, las noches de luna llena siempre se amordazaba con cadenas en el interior de una cueva que solía encontrar entre los recovecos de las montañas, pero el lobo que había en el siempre se deshacía de las cadenas, una noche de luna llena, Alcarin notó el típico dolor horrible e indescriptible, pero algo cambió esa noche, su mente no se quedó dormida estaba, despierto con su cuerpo lobuno, por fin había aprendido a controlar sus cambios, los años siguientes los pasó entrenando su fuerza y habilidad con las armas, hasta que oyó en una posada a un guerrero, que había una escuela para guerreros llamada simplemente la Torre, decidió ir en su busca y por fin encontró la escuela donde se convertiría en un guerrero inigualable.

La primera norma de una escuela consiste en que un aprendiz no debe rebelarse contra su maestro

Bienvenido :) Todo bien, pero, si eres neutral, tienes que ir a Guardiadragones del Mar; y, si quieres ir a la Torre, tienes que ser de la Diosa (al menos hasta que termines tu aprendizaje).

No lo savia, ya esta corregido.

Ficha aceptada, Alcarin.