La famosa torre.... era conocida a travez de todos los rincones existentes, era practicamente imposible ignorarla y sus historias remontaban a cuentos que ya parecian leyendas y mitos. Un rincon de aventureros de alto calibre, magos de alto poder, guerreros de incuestionable experiencia, Seres que sobrepasaban la capacidad comun de los individuos. Ahi se encontraba Artemis Entreri el conocido Ratero de calle de Calimport... un puerto pesquero cuna del crimen, ya tan alejado de esta tierra que ni de esforzar los recuerdos se podria llegar ahi. Habian pasado meses de viaje, quien sabe si años para llegar a esta torre donde la promesa de una mejor competencia y un mayor crecimiento habian sido escuchadas.

Entreri habia entrado a la torre con desgano y poco interesado. Sus ojos vacios miraron al encargado de las habitaciones y sin cuestionar mucho pidio cualquiera... no le importaba la calidad, la vista, o incluso la situacion de esta (Los mas exquisitos solian pedir las habitaciones de pisos altos), solo le importaba llegar pues el no venia aca buscando comodidades ni nada parecido.

Como respuesta a eso habia recibido una habitacion basica, de hecho podia decirse que por su poco trato con el encargado y por su falta de educacion el encargado le habia dado la habitacion del conserje... incluso se podia decir que la habitacion del conserje tenia mejor aspecto. Al entrar un suelo adoquinado con piedras con una ligera capa de polvo sobre el, fue lo primero en asomarse, y el tipico raton huyendo ante la luz de la puerta abierta hacia debajo de una fea cama (si es que eso podia llamarse una cama) compuesta por un colcho de paja envuelto en mantas y tirado hacia la esquina de la habitacion.

Una silla y una mesa destartaladas estaban en una esquina ya tan cubiertas de polvo que no se podia saber si eran grises o color caoba, y encima decorando la mesa una pequeña lampara de aceite gobernada por las telarañas. No habia mas nada en ese cuchitril, pero de donde venia Artemis no podia pedir mas... no era un noble adinerado, ni un burgues, ni un guerrero entrenado... era un aprendiz lleno de odio que tenia una conocimiento rudimentario de las armas que habia robado, matado, y asaltado frecuentemente para poder pagar un viaje en barco, y una habitacion en la torre que le ofrecia esperanzas a su vida destrozada.

Su andar fueron las primeras huellas sobre el polvo de la habitacion en quien sabe ya cuanto tiempo. Sus pertenencia compuestas por 1 espada y una daga, ademas de un bolso con 1 muda de ropa y porquerias de viaje fueron tiradas sobre la cama mientras prendia la lampara de cebo y esta consumia las telarañas que la rodeaban. Se escucho un portazo al cerrarse la puerta y el hombre tomo la silla sentandose en ella... solo para mirar la llama de la lampara.... Alguna vez el habia sido conocido como el mejor asesino de Calimport... pero que demonios era Calimport no mas que un pueblo pesquero gobernado por mafiosos.... ahora estaba en la torre... donde buscaria ser, el mejor asesino del mundo...