Es de estatura media y delgada. Su piel es blanca pero curtida por el trabajo. Su rostro está enmarcado por un cabello oscuro y ligeramente ondulado, cortado a la altura de los hombros. En su cara destacan sus ojos azules como el hielo, sus finas cejas, su nariz y sus labios morados.

Galene es una persona muy curiosa, le gusta aprender e investigar sobre cosas nuevas. También es creativa y tiene mucha imaginación. Es bastante prudente y no le gusta meter la pata o hacer las cosas mal. Es muy tímida con la gente que no conoce, pero conforme va cogiendo confianza con alguien se vuelve más extrovertida.

Hace quince años, en un pueblo de la costa de Garnalia Centro nació Galene. Creció en una familia humilde de pescadores, juntó a sus padres y sus tres hermanos. Con seis años comenzó a ir al colegio y allí aprendió a leer y escribir. Pero poco después tuvo que dejarlo porque su familia no podía seguir pagándolo. Entonces Galene se puso a ayudar a sus padres en su oficio de la pesca. No sólo pescaba en la vieja barca sino que también buceaba para buscar esponjas marinas.

Y así un día descubrió que podía moldear el agua, ella se lo enseñó a sus padres sin sospechar lo que aquello acarreaba. Cuál fue su sorpresa al observar la reacción de sus padres, se asustaron y le advirtieron de que no debía volver a hacerlo, y menos con gente delante. Pero Galene no fue lo suficientemente precavida, alguien lo vio y la voz se corrió por el pueblo. Sin embargo la gente no quería problemas, se limitó a mirarla mal cuando pasaban cerca suyo y evitar acercarse a ella.

Y sin más cambios su vida siguió hasta que un día llegaron los inquisidores y la gente habló. Ella tuvo aún tiempo de escapar, huir para salvar su vida. Caminó días y días, no sabría decir cuantos, pero no llegaba a ninguna población. Con la poca comida que encontraba en el bosque no pudo aguantar mucho y se desmayó. Cuando despertó ya no estaba allí sino en una cabaña, una mujer la había encontrado y cuidado. Cuando le preguntó, Galene prefirió no decir porque huía, pero la mujer lo supo de todas formas, porque ella era una hechicera. Cuando se recuperó, la acompañó hasta cerca de la Torre, donde según la mujer, estaría a salvo de la inquisición y perfeccionaría su poder.