Una de las condiciones establecidas por Tai para que tanto yo como mis discípulos pudiéramos quedarnos en su castillo era que no conspirásemos a sus espaldas. Y si de algo puede presumir servidor, es de ser un hombre de palabra. Por esa misma razón, distribuí la siguiente circular entre los maestros de la escuela.


Yo y mis discípulos aguardamos su presencia en el Salón de Actos. Una sala redonda con un estrado circular en el centro. En el  había una serie de asientos, uno por cada maestro de la escuela. Ahí era donde se realizaban las audiencias y los juicios contra aquellos que atentaban contra la seguridad de los alumnos. Puesto que quería que vinieran todos, consideré que ese sería el lugar más adecuado.

Pacientemente, esperé a que los maestros aparecieran.

Ayer me llegó una carta de Xerxes Break, lider de los Secretos, que nos citaba a todos los maestros en el salón de actos del castillo.
Entré, si fuese la primera vez que lo hubiese hecho, me sorprendería, ahora tan solo lo admiro. Es enorme, y su luminosidad se debe a las velas, y no a la luz del sol, algo muy bien pensado, teniendo en cuenta que era una vampiresa.
Ví a Xerxes presidiendo la mesa, y me acerqué a él, no sin cierto reparo, puesto que notaba el poder que irradiaba su secreto de la luz, algo que, si se lo proponía, podría volatilizarme allí mismo.
-Buenas Xerxes, soy Marya Enerian, maestra de magia negra.-hice una pausa mientras alargaba la mano para darsela(para un apretón de manos, y no un besuqueo cual señoritinga, puag!)-Encantada de conocerle. Hace poco "perdimos" a Raven, una alumna mía que fue en su momento portadora del secreto de la oscuridad. Si bien siento la pérdida, puesto que parecía una alumna muy prometedora, me veo tentada a decirle que nunca he tenido mayor deseo que el tener el Secreto de la oscuridad en mis manos, y puesto a las circunstancias actuales, le pido por favor que si yo misma pudiese ocupar el puesto de Raven en los secretos, como posible portadora de éste. Nada me haría mayor ilusión ni me produciría mayor gozo-le miré a los ojos, donde ví reflejados los mios, el derecho, a punto de lanzar su siniestra llama azul-A demás de que ello uniría aún más a vuestro grupo(los Secretos) y a los integrantes del Mar espectral, por tener un miembro en común.
Hice una pausa, dí un paso atrás, y ladeé la cabeza:
-Y bien, ¿se lo pensará?-...

La primera maestra llegó a la sala. Se trataba de Marya Eterean, Maestra de Magia Oscura. Vampira, tenía entendido. Me sorprende que pueda mirarme a los ojos sin pestañear. Me ofreció un apretón de manos y me dio sus condolencias por Raven, además de ofrecerse voluntaria para ocupar su lugar como Poseedora del Secreto de la Oscuridad. No dije nada, simplemente dejé que Rosalie trepara por mi espalda hasta acomodarse en mi hombro y contemplar la cara de asombro con la que Marya nos observó

- No sabía que te importara tanto - le dijo la muñeca, con la voz de Raven

Yo no pude sino reírme. Aquella situación me parecía bastante cómica.

- No debéis preocuparos, señora mía - le dije a la Maestra de Magia Oscura - No es tan fácil acabar con uno de los nuestros. Y ahora, por favor, ocupad vuestro asiento. Lo sabréis todo a su debido tiempo.

Algo en mi interior me decía que Marya iba más detrás de nuestro secreto que de nuestra causa. Me cuesta fiarme de ella. Debo andarme con mucho ojo... ¡nunca mejor dicho!

Todos los asientos fueron ocupados, a excepción de dos. Bueno, tampoco era tan importante. La mayoría si que había asistido, y eso demostraba que, independientemente de si se trataba de si lo hacían para bien o para mal, todos estaban interesados en mi. Y eso puede ser muy bueno. Eché un vistazo rápido a mis discípulos y, acto seguido, comencé a hablar:

- Maestros del Castillo del Mar Espectral - anuncié, en voz alta - Gracias a todos por acudir a mi llamada. Quisiera aprovechar el momento para volver a agradeceros la hospitalidad que nos habéis brindado a mi y a mis discípulos. Os estaremos eternamente agradecidos.

"Os convocado a todos para cumplir con una de las condiciones que vuestra señora, Lady Tai, me impuso para permanecer en este lugar: informaros de los movimientos de los Secretos con el fin de preservar la seguridad de vuestra escuela. He aquí pues, mi último plan.

Los Seis Secretos necesitan de sus respectivos secretos para invocar a la Mano Negra, pues este funciona como portal a su dimensión. Como bien sabéis, los magos del Concilio tienen en su poder dos de estos secretos. Recuperarlos es vital si queremos ganar esta guerra. Y eso es lo que vamos a hacer."

Hubo un ligero murmullo. Pude deducir que muchos estarían preguntándose lo mismo:

"¿Cómo vamos a recuperarlos? Os lo diré:

Como bien sabéis, el Rey Henricus III el Reunificador ha pasado a mejor vida. Su hermana, la devota Isabella de Garnalia, ha heredado el trono, y ahora gobierna con una firmeza que no se recordaba desde hacía muchísimos años. Ereaten es una ciudad repleta de feligreses que veneran al "Dios" que les cuida y les protege. Resulta obvio que alguien tan devota como Isabella, tenga interés en erradicar a todos los magos del mundo, una misión que, si lo piensas, no va tan desencaminada de la nuestra.

El plan es simple, pero a la vez astuto y, para qué negarlo, incierto. Revelaremos a la Santa Inquisición de forma anónima el paradero de una de las Escuelas de Alta Hechicería leales a la Diosa. La más cercana es la Escuela del Lago de la Luna. En cuestión de horas, las tropas del Santo Padre empezarán a rodear la escuela, preparándose para un asedio, sin precedentes. Isabella tiene fe en la Iglesia, y ha donado auténticas fortunas a la misma. Ahora, las tropas de la Inquisición están mejor armadas y dotadas, y sus hombres están mejor preparados para hacer frente a un mago. La Inquisición se ha vuelto mucho más poderosa de lo que jamás fue, gracias al liderazgo de Isabella.

Yo he estudiado en la Escuela del Lago de la Luna. Conociendo a Alice, pedirá ayuda a los miembros del Concilio, quienes acudirán con sus tropas raudos a la batalla... y esa, es la clave de mi trampa."

Pausa de efecto. Parece que la cosa les está interesando.

"Con la mayor parte de las tropas del Concilio auxiliando a Alice, Eklher yacerá desprotegida. Y ahí será donde entremos nosotros:

Con la seguridad al mínimo, me infiltraré en Ekhler para encontrar a Shewë y hacerme con el Secreto de la Oscuridad... y con su vida"

Dicho esto, la sala explotó en murmullos y comentarios. No estaba muy seguro de quien estaba a favor y quien estaba en contra, pero lo que si se es que había conseguido lo que buscaba: demostrarles que estoy dispuesto a todo con tal de alcanzar mis objetivos.

Arthur siempre tan servicial,en apenas al rededor de un par de minutos había llegado,otra cosa fue entrar a la escuela,debía demostrar que era quien decía ser,por suerte Arthur no tardo mucho en caer en la cuenta y salio a mi busca en la entrada del dichoso Castillo,disculpas múltiples y palabrería barata después comenzamos el camino hacía la sala de reuniones,de nuevo vería a Xerxes.Nunca olvidare el día que le conocí y volcó toda mi vida,creo un caos blanco dentro de mi,mucho mas satisfactorio que el poder del oscuro.

Arthur abrió las puertas y ambos entramos a la sala,reconocí la mayoría de las caras con rapidez en algún momento de mi vida había cruzado mas que palabras y mas que alcohol con alguno de los allí presentes,los hermanos Angelus dirigieron una mirada a mi y Thomas sonrío con perspicacia.Cierto,nadie ahora sabía quien era,y por orden mía los tres hermanos no comunicaron mi vuelta a nadie que yo hubiese nombrado,en cuanto a Xerxes se merecía que fuese a visitarle personalmente.

-Sentimos la tardanza-dije entre las ultimas palabras de Xerxes,Arthur sonrío como de costumbre,era un joven muy alegre a diferencia de mi,quizás por eso eramos perfectos el uno para el otro.

-Que yo sepa,mi defunción no indica que saliese de la liga,y mas cuando jure vengarme...-dije con cierto dolor y ofensa,Arthur tomo su asiento y yo me senté en uno de los reposabrazos,mire a Tai y agaché la cabeza a forma de saludo.-Lord Loktar a su servicio,o si lo prefiere puede llamarme Felix Vonturin,supongo que Arthur le habrá hablado de lo sucedido...-Mire a Xerxes y sonreí-Tiempo sin vernos,continuaa por favor no es momento de ponernos sentimentales.-mi sonrisa y mirada salvaje se dejo entrever entre mi larga melena y el corte que cubría mi rostro.

Tal y como había previsto, hubo muchos que me apoyaban y otros que no estaban muy seguros de que mi plan fuera a funcionar. Entonces, como si de un fantasma se tratara, Felix Vonturin hizo acto de presencia. No negaré que me alegré, pero también debo decir que no lo expresé como todos esperaban:

- ¿Para esto querías morir? - le pregunté, sonriendo - ¿Para aparecer de la nada en mitad de esta reunión?

Me acerqué a él y me tomé la libertad de darle un abrazo:

- Bienvenido - le susurré

Nuevamente, me dirigí a los miembros de la Liga Neutral , que todavía continuaban expectantes:

- Saldrá bien. - le dije a Gonsei - La pelea del Lago de la Luna sólo es un cebo. (Claro que si conseguimos que la Inquisición se lleve a alguien por delante, mejor que mejor).

"Nuestro objetivo es el Secreto de la Oscuridad de Ekhler y la vida de Shewë. Yo mismo lideraré la incursión. Y Lord Gonsei, si tan preocupado estáis de que no salga vivo de la refriega, ¿qué os parecería si uno de vosotros, grandes maestros del Mar Espectral me acompañara en tan glorioso propósito?"

Que Felix apareciera de la nada vino muy, pero que muy bien. Él mismo derrotó a Lord Stord, miembro del Concilio. Sin duda podría estar a la altura. Aunque algo me dice que más de un maestro se rifará el acompañarme en esta misión...

Mas de tres meses, ese era el tiempo que había pasado en coma después de que Lucien hubiese conseguido un nuevo cuerpo, me hubiese destrozado en combate y me hubiese dejado tirado, sin dignarse ni en rematarme, como si fuese un problema menor. Tres meses durante los cuales había estado en blanco, sin ver nada, como mucho oyendo la voz de las personas que me cuidaban y se hacían cargo de un cuerpo que yo ni siquiera podía mover. Pero ahora había despertado.

Cuando abrí los ojos, la luz me dolió en estos como nunca lo había hecho, por lo que decidí dejarlos cerrados. Traté de mover mi cuerpo, pero noté un dolor aguijoneante por la inactividad y desistí. Entonces me dí cuenta de que tenía memoria. Por primera vez desde que despertara en aquella playa abandonada, recordaba mi vida antes de perder la consciencia. Era extraño, mis recuerdos estaban allí pero yo no era consciente de ellos, como si tuviese que leer un libro o ver una grabación mágica, pero ademas de simples letras imágenes o sonidos también con sentimientos involucrados. Tras esta pequeña reflexión, me dispuse a saber que fuí antes de perder la consciencia.

Las enfermeras entraron de repente al oírme gritar, y quedaron conmocionadas al ver que el chico que hace nada no podía ni moverse ahora estaba gritando, con ambas manos sobre la cara y la lagrimas corriendo por sus mejillas. Me inmovilizaron rápidamente, temiendo que me hubiese vuelto loco y me automutilase, pero yo solo me dejé coger y lloré amargamente. Cuando finalemente recuperé el control sobre mí una de las chicas me preguntó que había ocurrido.

-Nada-respondí-, solo estaba recordando.




Horas mas tarde, aparecí en la reunión de la Liga Neutral. Estaba muy delgado, pero los elfos ya de por sí nunca somos tan grandes como los humanos por lo que no daba esa impresión antinatural que daría en otra especie. De hecho no tendría ni que poder levantarme, y no podría de no ser por la magia.

Me senté en un asiento libre.

-Siento llegar tarde-dije- y siento también haber perdido el Secreto de Fuego.

Es cierto. El Secreto de Fuego, mi Secreto...ahora lo tenía Lucien, como tantas cosas me había arrebatado. Por milésima vez en aquel día juré que le mataría y le haría pagar sus pecados. Pero ahora tocaba concentrarse en el presente:

-La idea de Xerxes es buena, dará resultado, pero aún se puede mejorar. Si atacamos al palacio de la reina haciéndonos pasar por magos del Concilio su respuesta será el doble de feroz, y estoy seguro que se lo creerán. Para ellos todos los magos son iguales.

Bast apareció por la puerta que Felix dejó abierta. De modo que al fin ha despertado...

Tal y como predije, Lucien se ha marchado y se ha llevado el Secreto del Fuego consigo. Nuestras fuerzas vuelven a menguar. Escuché su interés en atacar el castillo de la reina Isabella, haciéndonos pasar por magos de la Diosa. Andurk le apoyó de inmediato, pero yo desistí:

- No - le respondí - Necesitamos que las tropas de la Inquisición permanezcan intactas de cara a su combate contra a Alice. Tú y Andurk partiréis en busca de Lucien. Debemos recuperar el Secreto del Fuego a toda costa.

Seguramente Andurk insistiría en perjudicar a la Inquisición lo máximo posible, pero le tranquilicé. No era el momento de ir a por aquellos que, a pesar de su labor, habían asesinado a tantos inocentes de gentil corazón. Aún no.

-No tendríamos porque dañar mucho los ejercitos de la Inquisición. Matar algunos guardias, destruir parte del castillo, acercarnos peligrosamente a la reina...-dije, per los palabras murieron en mi boca.

¿A quien quería engañar? Ansiaba enfrentarme a Lucien. Tenía una responsabilidad como mago de acabar con los malvados como él, como Secreto de recuperar el objeto, como amante...como antiguo amante de matarlo. Apreté los puños debajo de la mesa. Pensar que lo había tenido tan cerca, en la misma habitación...Deje de apretar cuando me di cuenta que ambas manos me sangraban. Él había habitado este cuerpo antes, esta sangre había sido suya. Si me hubiese suicidado ese desgraciado hubiese muerto conmigo...

Pero ahora no sería mas que una tonta forma de perder mi oportunidad de vengarme.

-Esta bien. Déjame a ese bastardo-Esta vez no saldra vivo del encuentro-.

Finalmente, todos los integrantes de la Liga me dieron su aprobación para seguir adelante con el plan, algo que me hizo sentir realmente orgulloso. Por otra parte, Tai me advirtió que deseaba que el Vintrev Rin continuara en el anonimato, pues era el único refugio para todos aquellos que deseaban la neutralidad:

- Nadie conocerá nuestra procedencia - le aseguré a la nigromante - Entramos, cogemos el Secreto, matamos a Shewë y nos largamos. Se trata de entrar en Eklher sin llamar la atención.

"Por esa razón, creo que Felix Vonturin es el más adecuado para acompañarme en esta misión. Además, lo disfrutará más que yo. Tiene cuentas pendientes con ella, ¿verdad?"

Sonreí ante eso último. Si la resurrección no ha cambiado demasiado a Felix, estoy seguro de que estará ansioso por entrar en acción y cobrarse venganza.

Bast hizo acto de aparición a lo que agache la cabeza a forma de saludo y le miro con aquella rabia particular que le tenía.

El abrazo de Xerxes he de decir que me había sorprendido,el no era taaaaan ¿así?,siempre fue mas o menos "severo" conmigo y me mantuvo en la tierra dando siempre la impresión de líder que tenía que aparentar...me concentré en lo que decían y lo que termino diciendo Xerxes.


Sonreí,¿querer matar a aquella zorra?,aquello era poco,me entro la risa floja al fantasear atravesándola una y otra vez con una espada y sacándola el corazón mientras seguía viva y miraba como la arrancaba la vida,con un poco de suerte quizás pudiese hasta arrancarla el espíritu,deje de reír en seco y mire a Xerxes.

-Por supuesto...siempre es un placer ayudar a la causa-dije con cierto tintineo en "causa"-Además,ya sabes que se me da bien matar a gente poderosa.

Me encantaba recordar que YO y solo YO había matado a Lord Strord,y ahora era mas poderoso,a si que claro,confiaba claramente en las posibilidades de matar a Shewë,ademas esta vez no iría solo iría muy bien acompañado con suerte la podríamos hacer sufrir hasta que suplicase su muerte.

-Por mí podemos ir a matarla ahora mismo,estoy a tu completa disposición Xerxes-dije sonriendole.

Insistieron en los planes que tenía con respecto al Secreto de la Tierra, pero antes de que pudiera decir nada, Khalid hizo hincapié en que trazáramos un plan de ataque en caso de que el enfrentamiento con Shewë se prolongara. Sonreí ante aquello último. Esa era, precisamente, la mejor parte de mi plan:

- Pues veréis...

Les expliqué con pelos y señales lo que pretendía hacer. Debo decir que era un plan que sonaba absurdo. Era tan absurdo, que sin duda tenía que funcionar, más aún tratándose de alguien como Shewë.

OFF: Finalizo post.