De complexión delgada y frágil, puede ser derrotado en una batalla física con facilidad. Su piel es increíblemente blanca, como la de un muerto, pero cuando se ruboriza se nota muy bien su sonrojo, dándole un tono más vivo a su cara.
Su cabello completamente plateado es lo que más destaca en él. De flequillo irregular y en cantidad, el corte de cabello en general le llega hasta el cuello. Hace un buen contraste con sus ojos, estos tienen un color verde azulado, que cambia según la luz que le de el sol. Su rostro es muy delicado: no puede verse ni rastro de barba (a pesar de tener diecinueve, aún no le ha salido, y dudo que lo haga ningún día), tiene unas pestañas muy largas que enmarcan sus ojos y una nariz pequeñita, como la de las musas esculpidas.  
En ocasiones ha llegado a travestirse, para eso usa una peluca de color negro y un vestido y corsé.  Lo hace bajo el nombre de Nélida, pero sólo cuando le conviene encontrar información.

¿Describirlo como un auténtico capullo estaría bien? Creo que esa palabra va perfectamente con él. No le importa pisotear a la gente con tal de conseguir lo que desea. El mundo le ha tratado mal, y él devuelve el trato de la misma forma. Es capaz de usar métodos pocos ortodoxos para hacer bien su trabajo: y es la información. Sabe enterarse muy bien de las cosas, tiene muchos contactos y sabe cómo utilizarlos. Sólo con analizar un poco el comportamiento de alguien, es capaz de saber cómo piensa. Pero nunca sabrá lo que siente, nunca sabrá sus emociones. Porque ni siquiera se preocupa por las suyas propias.
Con una sonrisa de autosuficiencia, de orgullo, mirando a todo el mundo por encima del hombro. Es todo un lobo, si lo miramos de esa manera. Sabe exprimir todo lo que queda en una persona y dejarlo con una cáscara.
Sin embargo, eso es sólo una máscara. Es una persona frágil, que puede ser herida si tocan sus puntos débiles.

Él nació en una familia de clase alta, perteneciente a la nobleza. De sus hermanos, él era el menor y poco le echaban en cuenta, sólo una de sus hermanas, la cual lo mimaba mucho y le quería como si se tratase de una joya. Neil recibió una educación bastante buena, pero en vez de aprender a luchar como hacían los jóvenes nobles como él, prefería estar encerrado en la biblioteca y saber sólo de armas lo suficiente para empuñar una para posar en un retrato.
Quizás le hubieran considerado maldito por su cabello albino y su averración al sol (ya que le molestaba mucho, pera fotofóbico), pero se evitó cualquier conclusión que tuviera que ver con el Dios debido al poder econocómico de su familia. Un día, cuando él tenía aproximadamente catorce años, su hermana intentó hacer cosas indebidas con él, ante lo que Neil quedó traumatizado y la rechazó, pareciéndole horrible el hecho del incesto. Su hermana, enfadada ante el rechazo de una muestra de amor carnal, consiguió convencer a su padre para tratarlo como si fuera escoria. Así pues, empezaron los peores años de Neil.
La familia noble de Neil era horrible, hacían cualquier cosa por obtener dinero, aunque tuviera que implicar la integridad de uno de los suyos. Sin embargo, él ya había sido tratado como escoria debido a los rumores que se corrían por culpa de su hermana.
Uno de ellos incluía a un noble marqués con el que solía pasear bastante y la muchacha, acostumbrada al comportamiento taciturno de Neil, comprendió que lo que buscaba con ese chico no era simple amistad. Así pues, le contó a su padre sobre la "desviación" de su hermano y ahí fue donde la vida sí que empeoró. Para ganar dinero y pensando que a Neil no le importaría, sus padres lo prostituyeron a los nobles. A veces lo vestían como mujer, otros lo dejaban simplemente desnudo. Era la vergüenza de la familia, pero mientras que nadie supiese de eso, todo estaba bien.
Ahí su carácter cambió y fue cuando empezó a ser acusado de sodomía, pero ya que su cuerpo era la mayor parte de ingresos de la familia, consiguieron defenderlo. Finalmente, el padre de Neil murió por situaciones desconocidas cuando el chico tenía dieciséis años. Sin embargo, en realidad lo que él había usado era matarratas, compinchándose con los cocineros para matarlo y envenenarlos poco a poco. Al final, Neil acabó matando a los sirvientes también para que no se dieran cuenta de nada.
Solucionado el asunto de su padre, Neil comenzó a infiltrar información de otras familias nobles, sobre todo los "clientes" que había tenido que frecuentar en aquel trabajo obligado. Estaba traumatizado por ello, aunque en aquellos momentos le daba igual. Sólo quería matar a su familia, así que se convirtió en un espía.
Ahora, prefiere no hablar de su familia. Vive algo lejos de ellos, pero sigue teniendo los beneficios de noble. Eso sí, sigue siendo lo peor entre los nobles por los rumores, pero él es feliz por el dinero ganado en su trabajo como espía.