Ricardo Agripino
Ricardo Agripino
Humano
Nombre : Ricardo Agripino
Escuela : Santa acadmeia
Bando : La Diosa(el dios del centro)
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Maestre de la orden de San Longino
Rango de guerrero : Experto en armas a dos manos(lanzas) Experto en armas a una mano(espadas) experto en misceñanea(manguales) Experto en Guardian de la fe(especialidad de lucha)
Clase social : Clero
Mensajes : 15
Fecha de inscripción : 20/08/2017
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Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Ricardo Agripino, Mar Mar 31, 2020 3:08 pm
¡Señor!- escuché  la voz de uno de sus guardias en el pasillo, aunque no pude reconocerlo porque el casco le tapaba parte de la cara-Los informadores han hablado- yo mantuve el gesto-¿Y Bien? - dije, incitándole a continuar- Parece que se esconde en una cueva fuera de la ciudad,hemos enviado exploradores- Yo asentí y le puse la mano en el hombro-Reúne a unos pocos, los mas capaces- me di la vuelta para irme-¿ A donde va usted?- me preguntó-voy a dejar la sagrada lanza a buen recaudo, pienso usar una corriente de la armería. En caso de que sea una trampa y yo muriese ningún mago negro debe de hacerse con ella - el hombre asintió y yo recorrí el cuartel hasta llegar a mi habitación, una vez allí deposité la lanza en su soporte, apoyándola con todo el cariño del que fui capaz.

Pasados unos minutos yo ya estaba preparado para el combate-El santo padre de la reforma no ha aprobado esto gran maestre- aquel comentario me pilló desprevenido pero al girarme comprobé que el hermano que había hablado estaba mas preocupado e inquieto que molesto y eso fue suficiente para encararle con bastante suavidad-Temo que no tengamos tiempo para debatir algo así, de modo que yo asumiré la responsabilidad y pediré la validación de esta búsqueda cuando la hayamos concluido

La idea era simple, salir al amparo de la noche teniendo de guías a los exploradores, luego estos nos llevarían al lugar indicado donde se supone que se esconde el objetivo, por ultimo entraríamos para apresarlo a él y a todos los que estuviesen con él. Claro, yo era perfectamente consciente de que la mayor parte de las veces los planes no salían como uno quiere, por eso también había hecho llamar una de nuestras mejores incorporaciones, Valentina Rosaria. Alguien capaz de mimetizarse con las sombras, una autentica sicaria de Dios. Yo siempre creí que ella era su mano izquierda
Invitado
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Re: Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Invitado, Mar Mar 31, 2020 4:42 pm
El interior de su habitación estaba en completo silencio, apenas entrecortado por el sonido del metal de sus espadas chocando entre sí, afilándose o bien practicando contra la madera y los restos de lo que era una desfasada armadura inquisitorial colgada de un Estafermo. Llegaba a oírse más ruido realmente fuera de la habitación que dentro de esta, las continuas conversaciones hasta cuchicheos entre los de su calaña como entre sacerdotes pasando por delante de su puerta se hacían oír a hurtadillas.

La cosa se acrecentaba de noche, cuando la guardia era más abundante y vigilaban gran parte del interior incluyendo los pasillos donde se hospedan el resto de Inquisidores. Uno de esos días, la apodada como Valeria estaba parcialmente sumido en agua dentro de la ducha que era por aquel entonces una cavidad de cerámica vacía sin más llena de agua limpia. Por suerte para los de más alto rango, podían tomarse la libertad de bañarse sobre algo más que vulgar madera como el resto de pueblerinos.

Algo que ganaban gracias a la sangre derramada de culpables e inocentes vistos con malos ojos tanto como por el pueblo como por la gente con la que trabajaba. Ella lo sabía a ciencia cierta, pero si no se hubiese concienciado de esto desde un inicio, no se estaría dedicando a arrebatar vidas de cuerpos ajenos al suyo sin más.

Esa noche solo era una noche de trabajo más, durante su momento favorito del día.

Salió de la ducha enrollándose con una toalla a duras penas asomándose de refilón por la ventana  que comunicaba con una pequeña parte del patio exterior desde el piso superior donde estaba su habitación. Era de los pocos momentos del día donde saca a relucir lo atlético y esbelto de su cuerpo que a todas horas se esconde sobre una armadura representativa ocultando hasta un bonito rostro bajo una máscara. Deja caer alrededor de su cuello a su pequeña cabellera rubia que se mecea junto con el viento mirando tanto al patio como al terreno montañoso que rodea la Catedral con completa neutralidad.

Valentina en estos instantes era una vista mucho más peculiar y exquisita que el simple hecho de oírla hablar, y solamente lo hacía porque le era necesario. Para ello también recurría a leer en voz baja parte de su catalogo bibliotecario que bien, tomaba prestado entre el Clero o mantuvo medianamente ocultos y sin mucha justificación por su parte algunas obras literarias mas propias del pueblo llano que antaño robo por el simple hecho de aprender a leer y escribir.

Una vez se hubiese secado, cuelga la toalla de un soporte cercano y se viste con ropas de lino antes de colocarse la armadura, mira que sus armas están limpias y preparadas junto con el resto del equipo antes de colocarse la máscara. Si algo no podía resolver con la ballesta, un par de explosivos de humo le darían el tiempo suficiente para reaccionar. Cuando estuvo preparada, abrió la puerta.

Un par de pasos escuetos y la figura inconfundible de la recién ascendida Inquisidora alertarían a Ricardo, viajando hasta la esquina de una pequeña sala rodeada de una mesa y unas cuantas sillas esperando al resto de los miembros que iban a formar parte del plan. Ella simplemente esperaría en un costado de brazos cruzados tintineando un poco con los dedos, estaba deseando hacer malabares con una de sus cuchillas pero ya la advirtieron que hacer eso delante de la guardia solo haría que ponerlos más nerviosos de lo que ya están. Tenía que hacer algo con ellos para matar el aburrimiento, mientras esos ojos celestes se filtraban por las cuencas de la máscara mirando a su compañero en silencio.

Simplemente saludo.

¿Me llamabas?
Ricardo Agripino
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Re: Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Ricardo Agripino, Vie Abr 03, 2020 12:54 am
La voz de la mujer casi me pilla por sorpresa, casi, estaba tan acostumbrado a que apareciese de la nada que ya era algo rutinario-Si,hoy tus habilidades serán necesarias- le dije simplemente. Esperé  dos o tres minutos a que llegasen todos los elegidos y cuando estuvieron todos quise cerciorarme de que llevaban piedra de Dios, entonces tuve la gran tentación de ir a por la lanza de Longinus, ya que sabia que con ella todo seria mucho mas fácil pero hice un gran esfuerzo por contenerme-No- me dije-Es el camino fácil y yo sigo el verdadero- y aunque pareciera algo dramático el hecho de repetirme aquellos pensamientos me ayudaba a aceptar que, de salir algo mal, era mejor que la reliquia estuviese a buen recaudo.

Bien, quiero que os quede claro que el factor sorpresa sera crucial en esta operación, nada de lamparas ni antorchas,llevad blindaje ligero, nada de armaduras ruidosas o pesadas cotas de maya. Armas practicas y certeras, cuanto mas pequeñas y maniobrable mejor. Los hermanos penitentes iréis en la retaguardia, os quiero listos para efectuar tareas de asistencia medica y sanitaria a los heridos en caso de que los haya - La mayoría asintieron y yo pensé que efectivamente todo podría salir bien.

Esa noche abandonamos Zhanthe al amparo de la noche, un grupo apenas formado por unos veinte integrantes, silenciosos y raudos. Agradecí al cielo que hubiera luna nueva y tras llegar a una encrucijada cerca de un barranco tuve que enviar a Valentina por delante de nosotros para que marcara el camino en la penumbra y se asegurase de que no habían enemigos cerca-Silencio, en silencio- les susurré a mis hombres cuando observe que alguno trastabillaba y daba un golpe seco-Rosaria, ve y encuentra el camino hasta la cueva,observa cuantos son y si es posible entra sin que te vean para comprobar que esta el hombre que buscamos, si entrar te parece arriesgado vuelve y guíanos directamente
Invitado
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Re: Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Invitado, Sáb Abr 04, 2020 1:04 am
Factor sorpresa.
Nada de lámparas ni objetos de iluminación.
Cuero, ropa poco pesada en general, que le facilite moverse y no haga ruido.
Armas, cuanto más pequeñas y discretas, mejor.

Si, definitivamente estaban jugando a su juego.

Durante la explicación saco por inercia la daga de la funda, situándola en la yema del índice en una posición exacta entre la empuñadura y el filo justo en el foco de gravedad mientras jugaba a darle vueltas, impaciente por estrenarla un día más. Solo tendría una pregunta que se le escurriría de sus labios, mas rápido de lo que lo haría la daga en tratar de caer al suelo, mientras esta la tomaba medio al vuelo y la levantaba mirándose a sí misma reflejada en la hoja tenuemente iluminada por el ambiente, para posteriormente mirar a Ricardo devolviéndola a la funda.

… Cuantos?



(. . .)



La noche en el exterior se presentaba fresca, acogedora y tranquila, sin apenas viento que meciese las hojas de los arboles por los que se desplazaba hasta llegar a su objetivo. Justo el tiempo y las condiciones perfectas para estampar un virote a tiempo en el lugar deseado de tu enemigo sin segundos factores atemporales que intervengan. El camino común marcado sobre la tierra era el lugar por donde ellos esperaban que se aproximara el enemigo, ella en cambio tomo el lugar más alto, desplazándose entre el pasto y las rocas, tomando altura.

El rodeo fue largo y un poco extenso pero aprovecho el tiempo a su favor para comprobar contra quienes debía pelear para abrirse camino. Eran tan solo dos apostados afuera, ropas un tanto barbáricas por no hablar de las pintas y la conversación que entre ellos fluye. Simples mercenarios de parte de unos posibles magos que se encontraran adentro, pagados o encantados, sea cual sea el acuerdo entre ellos lo pagarían de otra forma.

En un momento dado, salta y agarra a uno de ellos amenazando al contrario con una daga en el cuello del apresado- Para quien trabajáis? –espeto por suerte para ellos, con una voz mucho menos ronca de lo normal. No era una experta en fuerza, así que pronto se vería obligada, mientras su otro oponente apuntaba a ambos sin saber bien que hacer, a rebanarle la garganta antes de perder la presa por la notoria fuerza que estaba imponiendo su víctima. Uso la fuerza de este a su favor, mientras estaba cayendo hacia el lado zurdo de la inquisidora desangrándose y tratando de sobrevivir deliberadamente agarrándose sin mucho éxito por alrededor del cinturón de esta, en lo que le flaqueaban las fuerzas usaba este temprano cadáver como escudo y a su vez ocultación, pasándose la daga a la mano zurda sabiendo que su víctima sería incapaz de robársela y mucho menos de usarla en su contra, tomando con la diestra la ballesta cargada que dispararía al hombro del otro mercenario, para ser más concretos el zurdo por donde agarraba su escudo.

Valentina se lanza abandonando la vera del futuro cadáver que era el compañero de su nueva víctima, usando su daga en la zurda mas pensada para parar los envites defensivos de su oponente mientras la espada sobre la mano diestra respondía a estos golpes con una suma contundencia sobre su escudo completamente a propósito, combinándolo con alguna que otra patada. La idea era debilitarlo ahogándolo en sus propios gritos de dolor por forzarle a parar su continua lluvia de espadazos y patadas con el brazo malherido por su virote, aun clavado sobre la extremidad. En cuanto perdió lo suficiente la postura, una estocada sobre la garganta bastaría para acabar con semejante ruido perfectamente relacionable con el de un sucio puerco a sus ojos.

Limpia sus armas, envaina y esconde los cuerpos a unos metros como buenamente puede sobre las piedras. Mira sus ropas sin encontrar nada relacionable entre ellas. Vuelve a la entrada de lo que presupone es la cueva, tapiada con un par de puertas de madera, sin dejar de descuidar sus alrededores.

Solo dos hombres y ninguna hoguera apostada? No encontró ningún tirador oculto en las sombras, ninguna antorcha, linterna, algo que iluminara la zona; todo indicaba aparentemente que lo que buscaban era vigilar la entrada del sitio sin llamar la atención a todo el que pasara por casualidad.

Volvió con el resto de hombres semi oculta entre los árboles y la oscuridad. Gruño golpeando el tocón del árbol donde estuvieran más cerca con el pomo de la daga gruñendo un poco a su vez, haciéndoles un gesto con el brazo levantado inclinándolo a si misma mientras hace lo mismo con la cabeza, apuntando adonde quisieran que la siguiesen.

Eran solo dos, apostados a la entrada de lo que presupongo es una cueva, tapiada con puertas de madera. Van como nosotros, a la ocultación, sin iluminar la zona. Quien juega como nosotros sin servir a la mano de Dios… ya sabéis que esperar de ellos. –le hablaba a Ricardo conforme avanzaban, y a decir verdad, no solo era de los momentos más preciados en que podía oírse la voz de valentina casi con completa claridad, también estaba demostrando la cultura adquirida después de tantos meses al servicio de la Iglesia- Ahora, a trabajar.

Acariciaba por debajo sacándola en un momento dado a escondidas una de las piedras encomendadas a su persona como reciente adquisición ante las filas de la Inquisición. De momento se conformaría con una básica capaz de molestar a casi cualquier conjuración durante sus mágicas convocaciones, hasta alcanzar un poder mayor, cualquier cosa que se le regalara ya era mucho más de lo que tiempo atrás pudo conseguir en las calles.
Ricardo Agripino
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Re: Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Ricardo Agripino, Jue Nov 12, 2020 5:24 pm
Tengo un mal presentimiento sobre esto- me dije, nunca era buena señal el tener que meterse en la boca del lobo y pasase lo que pasase yo seria responsable. Las palabras de la mujer no terminaron de tranquilizarme  pero supuse que había sido lo mejor-A mi orden- les dije a todos en un tono bajo, para no delatar nuestra posición. Todos nos pusimos en marcha y yo fui al frente, nos acercamos con cuidado hasta las puertas de madera y nos colamos intentando no hacer ruido. Compusimos un fila para avanzar dentro de la cueva y yo eché mano de la lanza mientras intentaba agudizar el oído para captar algún movimiento enemigo.

Las paredes eran macizas y aunque incluso el pasillo era amplio para ser una cueva podría transformarse asombrosamente rápido en una tumba en caso de derrumbe. Alcé una mano, indicando a todos que se detuviesen, ya que el camino se curvaba y quería asomarse en la esquina para comprobar que había delante. Me adelanté un poco y pude ver una estancia mas grande con algunas lamparas y candiles de aceite, aunque la mayor parte de la luz venia de unas esferas blancas que volaban por la sala de forma suave-Magia- les susurré a mis camaradas casi sin emitir ruido alguno al mover los labios, agité la mano derecha indicándole a Rosaria y otro mas se acercasen y se pusiesen detrás mía-Poneos por parejas ahora, cuando se pierda el efecto sorpresa dispersaos- era muy mala idea que un grupo estuviese demasiado pegado si te enfrentabas a mago y yo había aprendido esa lección por las malas


Dejé un momento para que todos nos mentalizáramos para el combate, tenia a la vista a cuatro enemigos pero podría apostarme mi brazo a que habrían mas en aquella misma sala-¡Ahora!-les dije, justo corrimos para ajusticiar a aquellas personas. Los dos primeros no tuvieron tiempo de reaccionar y pude golpearles con la lanza mientras se levantaban, al primero le clavé la punta en la rodilla y al segundo pude darle en la cabeza con la empuñadura del arma, ambos cayeron al suelo vivos pero incapacitados. Al girarme fue cuando vi a mis hombres luchando con otros enemigos recién llegados. Habían salido de un corredor en el extremo de la sala y una figura vestida con túnica negra observaba la refriega sin acercarse. Todo era un verdadero Caos-Rosaria¡Mata al mago! Antes de...- demasiado tarde porque parte de la pared de roca se desgajó del lugar formando un gran golem de piedras y roca. Me puse delante de la criatura para distraer su atencion y conseguir que dejase de bloquear nuestro camino hacia el mago negro, que ya corría por el tunel-TRAS ÉL-le grité a valentina

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Re: Oxido sagrado(priv Valentina Rosaria)por Invitado, Mar Ago 10, 2021 10:11 pm
Simplemente, asintió. Ya estaba todo dicho y más por su parte. Mientras la avanzada de Ricardo tomaba la delantera, reviso su equipo. Tenía la daga en el lado diestro del cinturón mientras que, tanto la espada como la ballesta, descansaban atrás de la cota sobre los omóplatos, una guarda preparada para desenvainarse con la mano zurda por encima del hombro y la otra lista para envainar la daga, coger la ballesta y apuntar desde la cadera. Atrás, separadas cada uno en un lado izquierdo y derecho, una bomba de humo y otra de sangre de cerdo, respectivamente, junto con el carcaj de virotes por encima de la rabadilla.

Se unió rápidamente a la comitiva con pies ligeros bajando una ladera reconocible. Pasaron por al lado de los dos cadáveres en la entrada, y Valentina se poso en uno de los lados del escondite. Abrió lentamente la puerta y empezaron a entrar, ella salvaguardando uno de los extremos del grupo. Se vio en la obligación de juntarse cuando, mientras avanzaban en fila, vio las paredes macizas y bien formadas de la cueva. Confiaba en que Ricardo supiese donde pisaba si nadie quería acabar con algún agujero de más, ella por su lado, los seguía en fila para evitar ser quien diese el paso erróneo. Se mantuvo alerta para abandonar la formación cuando el asunto se desmadrase.

Formo pareja con un muchacho de pelo negro y corto con algunas grescas malformadas, casi tan joven como ella, llamado Leo. Ante la orden de Ricardo, se separo de inmediato y avanzo a por los otros dos enemigos. Valentina tomo la iniciativa pateando y pisando posteriormente con fuerza la rodilla de uno de los dos, forzándolo a arrodillarse antes de pasarle el filo de su daga por el cuello. Vio a su compañero realizando una labor más bruta y sucia, pero igualmente rápida con el otro enemigo. La Inquisidora agudizo el oído, cuando los oyó venir se separo para irse hacia la pared y examinar la situación buscando un rincón elevado con la vista. Fue entonces cuando, junto con Ricardo, vio al mago.

No necesitaba decirlo dos veces. Salto rápidamente para perseguirlo girándose tan solo unos instantes para hacerle un gesto rápido a Leo, sin estar segura de si la había visto o la estaba siguiendo. No sabía bien que hacer, una buena compañera esperaría pero la presión por su objetivo la estaba atosigando mucho mas... finalmente se guio por un túnel, donde estaba por escapar su enemigo informando a los demás de la llegada de la “comitiva santa”. Valentina haría buen uso del sobrenombre cuando lo tuviese en sus manos.

Una cámara enorme se abrió ante sus ojos a través de la máscara, compuesta de varios pisos y andamios cubiertos con madera donde se podía oír por unos momentos, antes de ser interrumpidos, los continuos golpes de picos en la piedra. Valentina avanzo por el mismo piso donde había llegado, y al llegar a uno de los primeros andamios, vio una cuerda y comenzó a escalar de un salto cuando vio que le era imposible permanecer en sigilo por donde iba. Subió un par de pisos con esfuerzo, aferrándose a una cornisa con un pequeño balanceo y un salto, recorriendo todo el andamio tras incorporarse de lado a lado. El mago estaba en el piso más inferior, tratando de reunirlos a todos al menos en lo que a atención se refiere.

Bajo por otra cuerda y se encontró con la repentina mirada asustada de uno de los obreros. No se lo pudo pensar siquiera una vez. Siguió sus instintos y de una larga zancada, le calló la boca y le golpeo en la cabeza con el pomo de la daga, dejándolo caer despacio conforme empezaba a oponer menos resistencia. Se quedo por unos instantes pensando... ¿realmente tenía que actuar como una criminal sin compasión desde el lado militar de la iglesia? Mantuvo su mirada y actitud férreas envainando la daga, dejando escapar un casi imperceptible “Lo siento”, tan seco que rivalizaría con una temporada de sequia para un huerto.

El guardia que había tratado de evadir mediante el sigilo, había sido noqueado por otra figura que reconoció en la oscuridad segundos después de que Valentina levantase la espada contra él. Leo, un poco confuso por el gesto, se tranquilizo y bajo su arma.

Leo Veryard. –susurro su nombre y realizo un gesto santo sobre sus hombros, pecho y finalmente rostro.

Valentina Rosaría. –también había bajado el arma imitándole. La envaino sobre su espalda segura de que no estaban suplantando su identidad o manipulándolo con algún hechizo. Se desplazo hacia la cornisa, puso su atención sobre el discurso del mago mientras se desplazaba a toda prisa aparentemente seguro de que había perdido la atención de la inquisidora a quien no veía, reclamando la atención y auxilio de sus súbditos.

¿Lo has matado? –formulo curioso sobre el obrero que yacía en el suelo mas atrás, parecía hasta preocupado. Era una reciente integración a la inquisición, bastante más temprana respecto a la de Valentina.

Inconsciente. Lo alejaría justo de la posición que quiero... –se desplaza cada vez mas rauda hacia el andamio central desde un piso superior al del mago. Solo necesitaba tenerlo un poco más cerca, mientras se ocultaba en una cobertura y preparaba el primer virote de la misión sobre su ballesta.

Leo sujetaba la empuñadura, mientras Valentina, dio una suave exhalación desquitándose de los nervios. Lo tenía justo donde lo quería, a quince metros y un desnivel de distancia, lo más que pudo acercarse desde las sombras. Se asomo rápidamente desvelándose ante todos, y disparo al mago.
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