♦ Nombre y apellidos: Pandora, aunque ese no es su verdadero nombre.

♦ Sexo: Femenino.

♦ Edad: Aparenta 23 años.

♦ Condición vital: Vivo.

♦ Bando: La Diosa.

♦ Raza: Elfo.

♦ Profesión: Estudiante de magia de primer grado.

♦ Escuela: La Torre

♦ Clase social: Burguesa.

♦ Descripción física:

Pandora:

A pesar de no saber cuántos años tiene Pandora, podemos observar en su rostro, en sus facciones y en su cuerpo que no debe de tener más de 25 años, hablando claro está, desde un punto de vista humano.

El cabello que cubre su cabeza es de un blanco extremadamente pálido. Su pelo es largo, llegándole aproximadamente por la altura del pecho. Siempre lo lleva suelto y se lo peina cada mañana antes de desayunar como una especie de ritual, y solo puede peinarse ella porque no soporta que la toquen, por mucha confianza que tengáis.  Si, por ejemplo, ella tropieza y mientras cae, un señor la sujeta del brazo evitando su caída, ella dará un grito ahogado, se incorporará y rápidamente intentará zafarse de la mano que sujeta su muñeca desesperadamente. Después de liberada, se separará varios metros del hombre, moverá la cabeza como señal de disculpa y correrá lejos.

Su piel es pálida excepto por sus mejillas y sus labios, que poseen un color rojizo que destacan tras aquel lienzo blanco. Su piel, que no tiene ningún imperfecto a primera vista, posee una suavidad característica de las cosas puras e inocentes. Inocencia que no existe en aquellos ojos azules, tristes y vacíos acompañados de sus cejas finas y medio caídas. Ojos que han visto cosas que una mujer no debería ver jamás, y mucho menos alguien tan joven como ella. A pesar de que ella no lo recuerde, la historia olvidada duerme en su interior y late en silencio, justo en su pecho, clavada en dolores mudos que son reflejados en aquellos ojos, en aquellas rosas de la noche.

Su nariz es redonda, perfecta y como un pequeño pájaro dormido. Debajo de aquella pequeña nariz, está su boca, formada por unos dientes blancos y perfectos, protegidos arriba y abajo por unos labios rojos, hechos para sonreír pero que desgraciadamente, no lo hacían desde lo ocurrido. Su sonrisa era hermosa, era como ver el florecer de las flores o una puesta de sol. Pero ahora su rostro es una continua triste inexpresividad. A veces puede fruncir el ceño y reflejar el enfado en su rostro, e incluso hay días en que puede sonreír levemente, pero no es algo que sea vea muy a menudo.

Entre sus ojos, podemos contemplar un símbolo azul formando por un punto y tras bandas anchas, la del centro más ancha que la de los lados. No sabe que es, o al menos no se acuerda. No conseguirás nada preguntándoselo, al igual que si intentas preguntarle por el colgante que lleva siempre, formado por una cadena de oro y una piedra azul con ciertas propiedades lumínicas bastantes inusuales.


♦ Descripción psicológica: Partiendo la base de que todos sus recuerdos se han esfumado de ella, es complicado hablar de su personalidad o de como es.  Es fría, como todo lo que forma parte de ella. Y es muy sensible: No le gustan los ruidos fuertes, no soporta que la toquen y no resulta demasiado complicado hacerla llorar, al igual que no resulta demasiado hacerla enfadar. Algo curioso respecto a lo de los ruidos fuertes, son los truenos. Cualquiera pensaría que la asustan, cosa que sería lógica y normal. Pero no: la tormenta, la lluvia y los truenos, precisamente los truenos, la calman y relajan.
A veces puede llegar a ser irritante, odia no llevar la razón y suele quejarse constantemente. Tampoco es capaz de hacer algo por ella misma, por ejemplo, tareas básicas como barrer o comprar algo en el mercado y ello le causa una impotencia que camufla con una increíble dosis de mala educación e irascibilidad.  


♦ Historia: (como es un recuerdo olvidado e inexistente, los detalles son inexistentes y superfluos.)
Recuerdo olvidado y arrancado de Pandora 1:

Pandora caminaba lentamente por un camino de piedras grises. Durante su trayecto se cruzó con varias personas que conocía y ella esbozaba la mejor sonrisa que tenía y los saludaba con calidad. Las personas que recibían sus saludos, se los devolvían con alegría y, sobre todo los hombres, al mirar su rostro sonreían bobos. Aunque ella ignoraba aquel detalle.

–¡Hola querida! ¡Cuánto tiempo! –Saludó una anciana.

–¡Hola! Si, ¡Cuánto tiempo! –Repitió Pandora alzando los brazos y sonriendo.

Hablaron de sus vidas, de recuerdos y del futuro. Cuando terminaron de hablar, se despidieron efusivamente con un abrazo, y después cada una siguió su camino.

Pasados unos minutos andando, no demasiados, llegó a una pradera y se tumbó encima de la hierba, aplastándola bajo su peso. Pasados unos segundos mirando la forma de loas nubes, cerró los ojos. Y se durmió.

Y cuando abrió los ojos, un elfo estaba parado delante de ella y la miraba fijamente. Estaban muy cerca. Pandora entonces se incorporó, y miro alrededor, en busca de personas. No había nadie.

El elfo hizo lo mismo, y sonrió. Pandora solo pudo poner una expresión de miedo. Se levantó rápidamente, y corrió. Pero el hombre fue más rápido y la agarró del brazo. Aquel brusco gesto hizo que cayera de bruces contra el suelo, quedándose durante unos instantes en cuatro patas. Él también cayo con ella. Estaban frente a frente, y Pandora había puesto una mano en el pecho de aquel hombre para que se apartara. Pero no ocurrió nada.

Entonces comenzó el forcejeo, ella gritó. Pero nadie vino. Pandora miró rápidamente de izquierda a derecha, buscando a alguien, pero solo había árboles y arbustos que ocultaban su paradero. Entonces, sintió como la mano de aquel elfo se dirigía hacía una zona de entre sus piernas. Frío.

Lloró. Pero jamás nadie vino. Y él se fue cuando terminó. Y a ella ya no le quedaba voz para gritar ni fuerzas para seguir el forcejeo. Cerró los ojos, y decidió olvidar. Y acabó aprendiendo a hacerlo.

Pasaron los días, y olvidó, y fue olvidando hasta quedarse vacía. Entonces, un buen día, al despertar, lo hizo en un sitio desconocido, encima de la hierba verde, y por algún motivo, le asustó y gritó. Había una Torre, y no sabía quién era. Y en cuanto quiso darse cuenta, no sabía nada.

♣ Gustos y aficiones: Nada.

♣ Cosas que detesta: Todo.

♣ Virtudes y defectos: No lo sé.

♣ Manías: Cosas.

♣ Curiosidades: Yo.

♣ Objetivos y metas: Recuperar.

♣ Otros datos de interés: Nada.

La primera regla de una escuela de hechicería es jamás revelarse contra su maestro.