Me encontraba de nuevo en la sala de entrenamiento, se supone que aquí vienen los guerreros a formarse, pero que mas da, tampoco voy a destrozarlo todo.
Cogí el libro del agua y me dispuse a encontrar algún hechizo por el que empezar, ''respirar bajo el agua'' , leí en una de las paginas, este podría estar bien, pero aquí no había agua por ningún lado, ''Bueno también podría crearla yo'' con este pensamiento recite algunas runas y pronto una bola de agua, de mas o menos un metro de alto flotaba delante de mi, me concentre y respire profundamente un par de veces y dije:
Y metí la cabeza en la bola de agua, por un momento esperaba que no pudiese espirar y me ahogase, pero pronto vi que podía aspirar y expirar como si estuviese respirando aire normal, me emocione y sonreí, pero pronto vi que el hechizo dejo de funcionar y me estaba ahogando, saque la cabeza precipitadamente y caí hacia atrás, si querer me corté el brazo con una pequeña daga oxidada que había hay colgada.

-¡Au!, Oh, mierda.- dije al ver la oxidación de la hoja del arma, tenia que hacer algo, de repente me acordé de un hechizo del libro del agua que serbia para desinfectar heridas, me fui a la bola de agua que había todavía flotando, pero la mayor parte del agua se había caído y ahora era apenas del tamaño de un puño cerrado, cogí el libro recitando las palabras del hechizo:
El agua cambió de color a un tono verde clarito, cogí el agua con la mano como si fuese un objeto solido, no se como lo hice simplemente me concentre un poco y salió, con el agua hechizada en la mano empecé a restregarla por la herida, me di cuenta de que era bastante fea, así que cuando acabe de desinfectarla, usé el hechizo del libro de la tierra para cerrarla.
No tenia intención de parar de practicar por este pequeño percance así que cogí el libro y pase las paginas, ''Golem de agua este podría estar bien'' me concentre, cerré los ojos y pronuncie las runas correspondientes:
y una masa de agua empezó a tomar forma delante de mi, cuando me acerqué mi que tenia un capa de hielo por toda la superficie de su cuerpo, había leído en el libro que si tiene objetos en su interior los lanzaría como munición, así que busque mi arco, debería de estar por aquí, lo encontré pronto, cogí mi arco y mi carcaj lleno de flechas elficas, y empecé a disparar, esto también me serviría como entrenamiento, tensé el arco de nuevo y con ojos de halcón apunte a su cabeza, disparé, le di de lleno pero este absorbió la flecha como si nada, le ordene al golem que me lanzara e vuelta las flechas a ver si era capaz de darme, todas sus flechas me pasaron rozando pero ninguna era capaz de darme, me movía muy rápido, cuando me lanzó su ultima flecha, con los reflejos de un gato moví la mano y la cogí al vuelo, me sorprendí a mi mismo, la verdad es que no pensaba que funcionaria, con la flecha todavía en mano, la guarde en mi carcaj, cogí todas las flechas desperdigadas por el suelo y las guarde.
Deshice al golem y me fui del campo de entrenamiento.