Tras el discurso todo habia sido confuso, habian aparecido Arer y Morbus y habían abierto una puerta hacia la cueva oscura, Yandrack estaba visiblemente confundido, conocía la estructura donde se encontraban pero¿de que?-el templo oscuro...- aquel lugar rezumaba oscuridad y no era para menos, era el lugar donde el dios comulgaba con sus mejores adalides , se había al fondo de una amplia estancia un altar pero ya se imaginaba Yandrack la naturaleza de cada una de sus piedras


quien?...- pero ahi se detuvieron sus pensamientos, descubrio a una figura encapuchada junto al altar-Mestro- dijo el joven cuando esta se descubrio¿que estaba pasando?¿estaba Dam descontento con sus acciones? o acaso ¿iba a recompensarlo? o tal vez lo habia llamado por un asunto que no tenia nada que ver, en cualquier caso le llamo la atencion que su rostrro estuviera tan serio, ya que con el siempre se mostraba jovial,su palidez no le llamo mucho la atencion pero si su voz cuando esta hablo con un tono que no era el suyo


Bienvenido, Yandrack,Creo que hace tiempo que quieres hablar conmigo- Yandrack lo miro entre extraño y soprendido, su maestro acababa de fundirse con una estatuaEl dios...- y lo pensó tan lenta e inexorablemente que bien podia haberse considerado un susurro mental, pero de repente Yandrack se encontraba alli, el aire el mismo ambiente parecia haberse detenido ante aquella presencia, el dios le estaba hablando


No tienes nada de qué preocuparte, chaval,Pregunta lo que quieras.- el dios estaba usando a Dam para hablar con el y la verdad es que no iba a desaprovechar semejante oportunidad, estaba enfadado pero tambien asustado, le costaba un esfuerzo titanico mantener la mirada a aquel ser en unos minutos estaria sudando-¿por que has decidido responderme a mi? tienes seguidores mucho mas poderosos que yo, con mas recursos y mas leales a tus ``metodos´´ ¿que buscais tu y la diosa tan desesperados como para tener que mantener unas relaciones tan hostiles, vidas desperdiciadas mientras la magia va decayendo por la intolerancia de unos y de otros¿que es tan valioso?- guardo silencio pero intento matizar sus palabras-puedo decir que he disfrutado con cada inquisidor que he matado y seguire disfrutando de sus muertes pero solamente porque atentan contra cualquier cosa magica,yo como dragon no puedo...- se le quebro la voz, tenia la garganta seca y efectivamente habia comenzado a sudar, no era solo la presencia de la deidad lo que lo atormentaba, se debatia constantemente entre su naturaleza de dragon, el fuego que ardia en el reclamaba reducir a cenizas todo, dominar y destruir, pero encerrado en aquel cuerpo humano que tan util le habia sido, aprendio los distintos matices de la vida, estaba muriendo, tal vez poco a poco pero aquel estado, aquella vida lo volveria loco, oscilando entre el deber y la furia ciega,no tenia escapatoria

Tras oir sus preguntas, el Dios cayó un momento, entonces, alzó una colosal mano, separándola de su asiento de piedra y la abrió apuntando al jóven.
Ello despejó su mente y relajó sus músculos, también calmó al fuego de su dragón:
-Así mejor. Ahora te enseñaré a controlar esos humos, pero antes responderé a tus preguntas. Me han sorprendido esas cuestiones por parte de un mortal, pero no eres un mortal convencional, eres un dragón y eso nos lleva a tu primera pregunta:
"Todos mis súbditos y seguidores, por mínimos que sean, por poco poder que posean o poca devoción que muestren son escuchados por mí. Eso es algo que la Diosa no comparte conmigo. Dam Gurth vino a hablar conmigo y le respondí. De hecho, siempre me presento en sueños a aquellos que consiguen su túnica negra. Bueno...casi siempre. Contigo no me presenté porque siendo parte dragón no lo necesitabas. No lo necesitabas, eso no quiere decir que no fuese correcto o beneficioso para ambos. Y como todo aquello que gira alrededor mía toma más el matiz de lo que se quiere a lo que es necesario, por eso estás aquí.-sentenció.-Y estás aquí para responder a la otra pregunta..."
-Esta respuesta es un conocimiento fuera de lo normal, que no se otorga a la primera, pero como ya hemos dicho, no eres normal.
"¿Qué es tan valioso? En una sola palabra: "El Equilibrio". Piénsalo, no existe caos sin orden y no existe orden sin caos. No existe luz sin oscuridad y no existe oscuridad sin luz. Un nigromante controla la muerte, pero, en realidad, ¿qué controla?. Un archimago controla la vida, pero en realidad, ¿qué controla?. Es cierto lo que tu dices, da igual un bando que otro, pero ambos siempre tienen que encontrarse en equilibrio. La Diosa busca mantener ese equilibrio mientras que Yo busco romperlo, para generar el caos, pero de alguna forma, se mantiene una igualdad caótica. Todo se resume en creación y destrucción, lo uno no existe sin lo otro. Los inquisidores son una facción de mente desorbitada de la Diosa que en ocasiones me hacen más favores a mí que a ella. Buscan la destrucción de una de las partes más importantes del Todo, sin entender que ello es imposible. Ni siquiera los Secretos suponen una amenaza real, se creen con la capacidad de decidir, cuando todos vuestros destinos están escritos desde el inicio de los tiempos, creados para mantener este Caótico Equilibrio.
Yo no odio a la Diosa, simplemente, sabemos que esto es así, y por eso somos Dioses, porque hemos aceptado un destino sacrificado, un destino más allá de toda comprensión. Porque todo aquél que acepta su destino, se hace más poderoso.
¿Quieres conocer el tuyo?

Todo Parecía haberse calmado, a diferencia de lo había llegado a pensar el joven dragón el dios había aceptado de buen grado responder sus preguntas, explicándole al joven algunos detalles que no les serian revelados a otros mortales o mejor dicho a simples mortales-Equilibrio...- dijo reflexionando sobre todas sus acciones anteriores¿no podría considerarse que el mismo había contribuido a mantener ese equilibrio luchando contra la inquisición? de hecho ahora todo parecía cobrar sentido, el recién formado ejercito del crepúsculo era la antítesis de la propia inquisición, tan cegado estaba por su odio y su afan de derrotarlos que no se había dado cuenta, algo en su mente se abrió  ante la claridad de las palabras del dios que le estaba hablando¿como habia estado tan ciego?



Yo no odio a la Diosa, simplemente, sabemos que esto es así, y por eso somos Dioses, porque hemos aceptado un destino sacrificado, un destino más allá de toda comprensión. Porque todo aquél que acepta su destino, se hace más poderoso.
¿Quieres conocer el tuyo?- ante esa ultima pregunta el joven se vio tentado, entorno los ojos valorando las posibilidades-conocer el destino de uno puede ser beneficioso pero también horrible, osea que es al fin y al cabo una apuesta-levanto la cabeza mirando directamente a su interlocutorQuiero conocerlo

El Dios sabía que el chico estaba listo, pero en ocasiones, hasta él tenía que respetar algunos protocolos de formalidades.
-Perfecto. Empezaremos por la magia negra. Todo mago oscuro puede crear una esfera del elemento prohibido y lanzarla, provocando terribles efectos sobre el objetivo. Prueba a hacer uno.-lo hizo y todo funcionó bien.
-Así me gusta, ahora lo otro. -chasqueó los dedos, provocando una oleada de magia negra que alcanzó a Yandrack, despertando toda la furia del dragón, haciendo que éste luchase por salir con más fuerza que nunca. El Coloso enfrentó sus ojos a los llameantes del jóven que estaba sufriendo un dolor atroz puesto a que aún no podía liberar su forma con total facilidad y ahora debía hacerlo, pero el dragón era más fuerte que él:- Drakonus, no eres un dragón. Jack, no eres un humano. Yandrack, se tú-sus palabras cayeron como un yunque sobre la mente del chico que se derrumbó en el suelo.
Al conseguir levantarse con una mirada más poderosa, más imponente, todas sus dudas habían sido resueltas, consciente o inconscientemente y ya estaba completo, ya sabía quien era y su alma aunque no él conocía su destino.
Su mirada se percató de algo, su maestro cuyos ojos relucían en oscuridad, aunque volvió a ser él le tendió una mano:
-Levántate chaval, es hora de matar