Llegué a mi habitación de las prácticas de magia, ya estaba listo, pero decían que necesitaba más entrenamiento. Recuerdo que cuando llegué, los demás pensaban que era elfo, suelen confundirse, pero cuando se acercan más, pueden apreciar que soy tan solo un "simple" humano. Cuando vieron que era humano, comenzaron a tratarme de forma diferente, "nuestra escuela no puede aceptar a tal escoria" decían.
Todo cambió cuando vieron el potencial que alcanzaba mi magia del aire, "Eres bueno, pero humano, lleva siempre una capucha cuando estés por aquí, y no pises nuestra escuela más de lo necesario, vistas tus dotes, supongo que la teletransportación no te resultará dificil".
Al menos era algo. Suspiré, miré mi cama, ya había dormido lo suficiente el día de antes, y no me sentía cansado en absoluto. Me asomé a la ventana, y disfruté de la magia del aire que llenaba el lugar, era lo único que me gustaba de por allí.
No había ninguna pertenencia en mi habitación, por lo tanto, pronuncié el hechizo de "caida de pluma"(las caidas no hacen daño, cortesía de un servidor) y convirtiéndome en lobo parcialmente, flexioné mis patas, y salté(o volé, como prefiera llamarsele, porque fue impresionante, el viento en mi cara, la velocidad, la euforia, sentirse como un pájaro, todo).
Caí al bosque en un revoloteo de hojas, las sacudí de mi ropa y corrí transformándome en lobo por completo.