Índice
Monoko
Cuenta inactiva
Nombre : Monoko
Escuela : La Torre
Bando : La Diosa
Condición vital : Viva
Rango de mago : Aprendiza de primer grado
Clase social : Plebeya
Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Monokopor Monoko, Vie Jun 27, 2014 8:40 pm
Ficha de Monoko
♦ Nombre y apellidos: Monoko
♦ Sexo:Femenina
♦ Edad: 12
♦ Condición vital: Viva
♦ Bando: La Diosa
♦ Raza: Humana (licántropo)
♦ Profesión: Estudiante de primer grado
♦ Escuela: La Torre del Valle de los Lobos
♦ Clase social: Plebeya
♦ Descripción física: Tiene piel blanca y ojos de color verdes muy claro y grandes que resaltan mucho en su rostro, labios delgados y rosa fuerte natural, cuando hace frío son rojos; no es muy alta, tiene una estatura normal; dientes blanquísimos y bien alineados que se notan mucho cuando sonríe; cabellos cafés oscuros y pelirojos, ondulado, aunque igual tiene pocos rubios que no se notan; un fleco largo y despeinado que aparta lo suficiente para dejar ver sus ojos y normalmente lo tiene suelto; desde que nació tiene una luna creciente en su frente que parece cicatriz. Tiene una voz muy dulce y su mirada no trasmite nada, más bien, parece como si siempre hubiera terminado de llorar. Por el amor que tiene hacia las aventuras, normalmente en su cuerpo hay rasguños, moretones y raspones debido a eso.
♦ Descripción psicológica: Tiene una actitud demasiado alegre, es muy curiosa y es una grande aventurera desde pequeña, no se enoja tan fácil y es orgullosa. No duda en ayudar a quien lo necesite. Aunque no es muy sociable es amable con todos y es difícil que llame a alguien "amigo", no confía mucho en la gente y casi siempre está sola. Casi no tiene modales y no le importa lo que pueda pasarle en una de sus aventuras al exterior. Le gusta mucho hablar, aunque normalmente no para de hacerlo y, cuando está sola, empieza a cantar como si fuese la única en el mundo.
♦ Historia: Al poco tiempo de nacer quedó viviendo con su padre, una persona mayor de buenas intenciones, quien cuida de ella tras haber sido abandonados por su madre. Ella y su padre, Russel, viven en una cabaña en medio del bosque y cerca de donde todos los demás humanos vivían. Russel trabaja como herrero, y Monoko lleva a cabo varios de sus estudios ahí mismo. Tiene un amigo llamado Jemie de su misma edad, sólo que de unos meses mayor, con el cual lleva a cabo varias aventuras. Jamie y Monoko eran muy buenos amigos, tanto que él un día le obsequia un collar de diamante tan azul como el cielo por la noche con la forma de una luna creciente de su frente. A los 8 años, un día como todos, salió por una aventura con Jamie, quien le llevaba a ver la llegada de la primavera, que podía apreciarse ya cerca de la cascada, cuando, de pronto, notó que la pesada nieve estaba sobre la copa del árbol amenazando con caer sobre su amigo. Vio como cayó y Jamie se encontraba en peligro. Tan solo miró y gritó su nombre como advertencia de lo que sucedía, pero fue demasiado tarde. No se sabe cómo… Pero Monoko, con tan solo mirarlo y hacer un movimiento con su brazo, evitó que una tragedia sucediera, quedando totalmente confundida.
Llegando con el Russel después de su día agotador, Russel la tomó de los brazos pidiéndole que huyera, Russel, por lo visto, había hecho algo grave… Y, por lo visto, Monoko igual estaba involucrada, aunque no hubiera hecho nada. Russel no le dijo lo que pasaba por miedo a que llegase a odiarlo. La dejó marcharse advirtiéndole que huyera lejos, que nunca dejara que nadie del reino la viera o que, de lo contrario, le costaría la vida. Y así, sin más, Monoko se marchó sobre Lorelay, su yegua; se marchó triste y con la idea de que se iba sin ver, una vez más, a su amigo.
Pasaron varios días y, una noche, decidió tomar un descanso. Se detuvo y encendió una fogata cuando, de pronto, sintió que alguien la miraba, solo que ella no podía ver quién. Efectivamente, alguien la miraba: dos ladrones. Echó a correr por en medio del bosque oscuro, dejando atrás a Lorelay. Cuando no encontró salida, se detuvo y miró atrás con lágrimas en las mejillas, observando acercarse cada vez más a esos dos ladrones. Cuando estaban ya enfrente de ella y los vio a punto de atacar, chilló cubriéndose, instintiva e inútilmente con un brazo mientras que, con el otro, inconscientemente apuntó a los ladrones… Después de unos segundos y de no recibir un ataque de su parte, levantó la mirada con las mejillas húmedas y se sorprendió al ver lo que había hecho: sin verles el rostro, debido a la oscuridad, los tenía levitando en el aire. Aprovechó la situación y corrió, nuevamente, por en medio del bosque, hasta llegar a Lorelay. Subió el ella y, lo más rápido que pudo, corrió sobre ella, mirando sus manos con temor… No podía creer lo que había hecho contra esos ladrones con sus manos y su mente.
Pasaron varios meses y seguía huyendo. Una mañana subió a un árbol, hambrienta, con las intenciones de bajar uno de los frutos, cuando, su capa se atoró y cayó al suelo; entre risas se puso de pie con una manzana en la mano, Lorelay estaba a un lado. Al levantarse, escuchó crujir una rama, lo cual se volvió para ver que había provocado el hecho, cuando fue sorprendida por un enorme lobo negro que se lanzó sobre ella haciendo rodar la manzana que tenía en sus manos. Chilló ante la situación, sentía su baba escurrir cerca de su cuello. De pronto, abrió sus ojos con horror para mirarlo, sorpresivamente, éste también la miró. Monoko cambió su expresión y el lobo retrocedió observándola. Lorelay se perdió de vista ante la situación, y Monoko se puso de pie lentamente y recargada en un árbol, nerviosa, sin dejar de mirar al lobo. Monoko veía en sus ojos negros inteligencia y, sobre todo, que era astuto. Aquel lobo la miró sereno y Monoko solo sonrió nerviosa, cosa que el lobo notó. El lobo se puso nuevamente de pie y, lentamente, se transformó en un humano. Era un hombre que aparentaba los 23 años, de piel blanca, cabellos negros, largos y lacios que terminaban un poco debajo de sus hombros, con ojos profundamente verdes, cuya mirada emitía intranquilidad. Monoko, ante la nueva forma de aquel ser que, sin duda, estaba desnudo, extendió su capa ofreciéndosela como prenda para que se cubriera. Lorelay regresó y desde ese momento surgió una amistad.
Pasaban los meses y Monoko ya tenía 9 años, el lobo se hacía llamar Tynus. Explicó a Monoko era un licántropo, la especie mejor conocida como Hombre-lobo, solo se transformaban en noches de Plenilunio, noches de luna llena, pero llevaba varios años tratando de controlarse y ahora era un Señor de los Lobos quien posee la habilidad de controlar sus transformaciones, y poder transformarse cuando lo deseara. Pero la pregunta que Monoko, instintivamente, se hacía era cómo un humano, a pesar de ser un licántropo podía durar varios años. Tynus le explicó que era un mago, y conocía hechizos para la vitalidad. Su amigo tenía muchos años años de vida, lo cual impresionaba. Habían pasado muchas cosas, entonces. Eso explicaba el porqué de su carácter serio y no hablaba mucho. Pero… ¿por qué si era así, cuidaba de ella? ¿Había algo entre los dos? ¿Por qué si, cuando se conocieron, en su forma lobuna y hambrienta no la devoró como hubiera hecho con cualquier otra persona a la que hubiese visto? Eran muchas las preguntas que daban en su mente. Tynus notó el don mágico que Monoko tenía, sin que ella aún lo descubriera en sí misma.
Con el paso del tiempo, Tynus le enseñó las cosas que la naturaleza otorgaba a quienes habitaban en ella, impulsándola a cambiar su atuendo por algo que no le estorbase para moverse libremente y de disfrutar todo a su paso. Elaboró, con su magia, un vestido blanco y corto, para poder moverse cuan libre pudiera y de disfrutar el espacio, solo para cubrirse, le dio unas calcetas rayadas de negro y blanco, que cubrían desde el pie (menos los dedos) hasta la pierna, y una máscara con una mariposa vede que aparentaba, a su vez, un gato, con las intenciones de cubrir su identidad ante todo aquel que quisiera dañarla, aunque, la mariposa, era reverencia hacia el diablo.
A los pocos días, ambos encontraron un pequeño dragón abandonado, y decidieron cuidar de él. Monoko y el dragón se llevaban como hermanos, y Taynus los cuidaba, Monoko lo nombró Linl y Tynus no sabía porque le llamaba así, pero le quedaba bien. Monoko cumplió 11 años, y una tarde Monoko, con hambre, subió en el lomo de Tynus con su forma lobuna y caminaron al bosque en busca de manzanas. Monoko se tendió floja sobre su lomo, relajada, como burla a Linl, a quien habían dejado seguro en un árbol, éste solo sonrió y la transformó en una lobo. Monoko empezaba por enojarse debido al hecho que Tynus hizo con su magia, por lo cual le dijo que la devolviese a su forma normal. Tynus le negó. Tynus la transformó de nuevo en humana cuando ella decidió caminar sola y bajó suavemente de su lomo. Tynus la miraba caminar y la transformó de nuevo. Monoko, creyendo que era otra de sus bromas de mal gusto le pidió que la devolviese a su forma, pero Tynus de lo negó y le explicó que no era una broma, que había utilizado un hechizo para que revelara una de sus verdaderas formas. Monoko se confundió más y Tynus le hizo mención de su vida pasada, devolviendo a Monoko a su forma humana. Monoko no se daba a entender por qué seguía ahí; en ese momento, Tynus se paró de tras de ella y, volviéndola humana, le dijo que era una princesa, que había muerto tras irse con su madre tratando de escapar en medio de un ataque, que había reencarnado. Daba sentido a la marca que tenía en la frente. Se aclararon por completo las dudas de Monoko... al por qué, Tynus, no la atacó cuando se conocieron. "Princesa entre Lobos"... Era como sería conocida de ahora en adelante, la marca en su frente la delataría sin mencionarlo a alguien. Lo miró confusa y retrocedió mirándolo como a un desconocido. Aquel descubrimiento la hizo sentir rara, dio media vuelta y corrió tratando de secar las lágrimas que querían salir de sus ojos, dirigiéndose al árbol en el que se hallaba Linl. Subió a verlo, dormía, y solo se limitó en acariciar la piel escamosa de su cabeza, besando su nariz. Volvió a bajar del árbol mirando a todos lados, como cuidando que nadie la viera. Suspiró y dio media vuelta, caminó sin rumbo a seguir, con la mirada hacia abajo sin notar que, de entre los árboles, se hallaba su “padre”, observándola irse. Monoko se llevó las manos al pecho, tomando entre sus manos el collar que Jamie le obsequió, perdiéndose entre la espesura del bosque obscuro en busca de una nueva vida, sobre Lorelay. En su nuevo recorrido encontró un simpático mono al que llamó Mike, y pasaría las últimas aventuras de su vida a lado suyo. Fue, entonces, cuando llegó a la Torre, a los 12 años de edad.
♣ Gustos y aficiones:Le gusta cantar, ir por aventuras, comer y dormir. Es una amante de los dragones, música y las aventuras. Le gusta pasar la mayoría de sus tiempos libre con Mike.
♣ Cosas que detesta: No son varias cosas, sólo las personas hipócritas, tanto que sería capaz de golpear alguien por eso. Aunque es un poco temerosa a la oscuridad.
♣ Virtudes y defectos: Ayuda a quien necesite de su ayuda en ese momento, le gusta escuchar los problemas de las demás personas y ayudarlas en lo que pueda. Y no es cursi, pero sí u poco profunda al hablar de los sentimientos.
♣ Manías: Cuando no tiene nada que hacer y está en su cuarto, canta o destiende su cama haciendo casitas con ellas, juega muchas cosas raras. Cuando está nerviosa suele morderse mucho los labios y/o las uñas. Cuando está muy ocupada en cosas de la magia, se recoge el cabello, y no con ligas, si no que con lo primero que encuentre. Mantiene en su habitación un agradable desorden... Y sí suele ser desordenada. Por las noches cuando se siente nostálgica sale con un laúd, el cual sabe tocar a la perfección, y toca melodía que expresan lo que siente en esos momentos y no es de importancia si había lobos a los alrededores: por ser quien era no había problemas con ellos.
♣ Curiosidades: Sus colores favoritos son el azul y el rojo, cumple el 16 de noviembre y le gustan muchos los lobos, los monos y las mariposas. Tiene varios gustos raros, pero agradables. Aunque no parezca, sabe volar sobre un dragón y sabe manejar la mayoría de las armas.
♣ Objetivos y metas: Llegar a ser una gran Archimaga aventurera y permanecer siempre cerca de los lobos.
♣ Otros datos de interés: No lee mucho, es muy creativa y, literalmente, todo lo que piensa lo dice. Habla mucho.
"La primera regla de una Escuela de Alta Hechicería consiste en que ningún aprendiz debe rebelarse contra su Maestro"
Última edición por Monoko el Miér Jul 02, 2014 2:42 am, editado 5 veces
Invitado
Invitado
Re: Monokopor Invitado, Vie Jun 27, 2014 11:21 pm
Hola y bienvenida, Monoko! ^^
Voy directo al grano. Corrige lo siguiente:
Y bueno, eso es todo.
Perdón por las molestias y avisa cuando hayas editado eso. Si tienes alguna duda no olvides publicarla aquí o preguntar a quien te encuentres por el ChatBox y claro que también existe la opción de mandarle un Mp a algún miembro del Staff.
Voy directo al grano. Corrige lo siguiente:
- Si tu pj es Humano no puede cambiar su apariencia en las noches de Plenilunio. En primer lugar, tiene un cierto parecido con la licantropía, y como no se trata de eso en tu caso(o en el del pj), pues no vale. A menos que des una explicación lógica en la historia. O lo mas fácil, quitar eso.
- Punto de Clase Social-Muy bien, se trata de una plebeya, pero el problema es que no se si es Campesina o hace parte de la Burguesía. Aquí encontraras mas información sobre las clases sociales.
- Otra cosa mas. En realidad no tiene ninguna importancia(al menos desde mi punto de vista) pero algo pasó con el Negrita
en la parte de Sexo y la frase. Te lo digo para que(te recuerdo que es opcional) lo arregles, es solo para darle un mejor aspecto a la ficha^^
Y bueno, eso es todo.
Perdón por las molestias y avisa cuando hayas editado eso. Si tienes alguna duda no olvides publicarla aquí o preguntar a quien te encuentres por el ChatBox y claro que también existe la opción de mandarle un Mp a algún miembro del Staff.
Lady Admin
Admin
Mensajes : 1896
Fecha de inscripción : 02/05/2011
Re: Monokopor Lady Admin, Mar Jul 01, 2014 12:16 pm
Hay otra cosa que debes cambiar, y es lo de agarrarte el pelo con bolígrafos. Los bolígrafos no existían en la Edad Media.
Monoko
Cuenta inactiva
Nombre : Monoko
Escuela : La Torre
Bando : La Diosa
Condición vital : Viva
Rango de mago : Aprendiza de primer grado
Clase social : Plebeya
Mensajes : 7
Fecha de inscripción : 27/06/2014
Re: Monokopor Monoko, Miér Jul 02, 2014 2:49 am
Ya, disculpe. xD Es que... Creí que se llamaban igual aquel entonces. :v En todo caso, me refiero a lo que existía entonces.
Ya edité esa parte de la ficha. Gracias. ^^/
Ya edité esa parte de la ficha. Gracias. ^^/
Raud
Cuenta inactiva
Nombre : Raud ''Vientonegro''.
Escuela : Fortaleza de Aressher
Bando : El Dios
Condición vital : Vivo
Cargo especial : Maestro de espadas a dos manos
Rango de guerrero : Guerrero experto (espadas, dos manos; armas arrojadizas), Guerrero aprendiz (Miscelánea)
Clase social : Pueblo llano
Mensajes : 91
Fecha de inscripción : 03/05/2014
Re: Monokopor Raud, Miér Jul 02, 2014 1:13 pm
Pues plumas o palos con carboncillo en la punta, era lo normal en la época XD
Lady Admin
Admin
Mensajes : 1896
Fecha de inscripción : 02/05/2011
Contenido patrocinado
|
|
|
» la sombra sangrienta deimien darthfyre
» ola
» pricnesita estrellita
» Ser no tendría si algo pareciera
» Ficha de Lynn Feng
» Investigación forzada (Abierto)
» Anaë'draýl NPC's
» Crónica y semblanza de Lope de Villegas
» Habitación de Rurik (Noveno piso)