La manada
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Maddie
La manadapor Maddie, Mar Abr 15, 2014 4:16 pm
Recuerdo del primer mensaje :
Robin y yo llegamos a dónde se encontraba la manada gracias al hechizo de teletransportación. Antes de irnos a adentrar a buscar a la manada, llevamos a cabo la transformación. Cuando nos transformamos, miré a Robin. Ya era de mi misma altura en lobo, pero a él le faltaba crecer y yo ya había crecido del todo.
Empecé a recorrer el bosque hasta encontrarme con un árbol hueco.
-En la manada lo llamamos el árbol aullador-le dije.
Metí la cabeza en el inmenso hueco que tenía cerca de las raíces y aullé, mientras ese aullido resonaba por todo el bosque. Me puse a olisquear el aire, y pronto eché a correr en dirección a donde había supuesto que se encontraba la manada.
Pronto, nos encontramos con la manada. Me acerqué a ellos, sin dejar atrás a Robin, ya que como ya no era de la manada, probablemente lo atacarían. Keryll, una adulta reconocida y respetada en el clan, se me acercó y habló conmigo. Después, se fijó en Robin.
-¿Qué hace él aquí?-me preguntó. A lo que yo respondí:
-Lo he traído yo, si hay algún problema me lo dices, ¿de acuerdo?
Keryll cogió a una cachorra y me la dejó entre las patas delanteras. La miré, sorprendida.
-¿Y esto? ¿Qué quieres que haga con ella?-le pregunté, confundida.
-La tienes que criar y educar-me respondió.
Me quedé parada. "¿Educarla? ¿Criarla?", pensé. ¿Pero para eso no estaban sus padres? Keryll dio media vuelta e hizo ademán de irse. Se lo dije, y me contestó, mientras seguía caminando:
-No lo entiendes, Maddie. Su madre era tu madre. Y ya no volverá jamás. Un cazador se la llevó.
Me derrumbé. Cogí a la cachorra y me la llevé a la cueva. A la mañana siguiente, me desperté y me llevé a la cachorra a dar una vuelta. Empecé a hablarle sobre que tendría que ser una líder algún día, pero ella solo estaba persiguiendo animalillos pequeños y buscando cosas con las que jugar.
-Ya está bien, Zira, escúchame-la reprendí.
Me miró, y me sentí rara, ya que como nunca había estado enseñando cosas a un cachoro de como liderar una manada, si exceptuamos a mi hermano, claro.
-Empecemos de nuevo. No puedes seguir persiguiendo cosas cada vez que quieras, ni tampoco buscar cosas con las que jugar, algunos humanos nos cazan, ¿recuerdas?-le dije a Zira.
-Vale-me contestó.
-Ante todo ya verás, que no comprenderás por qué razón un deseo no se cumplió cómo lo planeó tu corazón-le empecé a decir-. Más sabrás sin dudar que te vamos a ayudar, y tus dudas por fin cambiarás. No lo olvides jamás , nuestro orgullo sentirás; eres más una loba, eres de nuestra manada.
-Dime cómo he de vivir para ser yo y cumplir la ley del clan. ¿Es que puedo en mí confiar? ¿O no es más que estropear algún gran plan?
-Sigue a los que hoy no están, dónde estés contigo van. Tu rumbo también guiarán. En el bien y el dolor, nuestro orgullo y nuestro honor, es formar y amparar nuestro clan. Somos más que tú y yo, la manada nos creó; familias que al sol se unirán. El saber dirigir y el coraje de vivir, llegarán a sentir que eres parte del clan-le dije-. Mientras vivas aquí, esto es lo que eres. Algún día lo entenderás-le dije al ver su desconcierto-. Y recuerda: eres clan.
La cogí por el pescuezo y la llevé de vuelta con la manada.
Última edición por Maddie el Vie Abr 18, 2014 6:23 pm, editado 1 vez
Robin y yo llegamos a dónde se encontraba la manada gracias al hechizo de teletransportación. Antes de irnos a adentrar a buscar a la manada, llevamos a cabo la transformación. Cuando nos transformamos, miré a Robin. Ya era de mi misma altura en lobo, pero a él le faltaba crecer y yo ya había crecido del todo.
Empecé a recorrer el bosque hasta encontrarme con un árbol hueco.
-En la manada lo llamamos el árbol aullador-le dije.
Metí la cabeza en el inmenso hueco que tenía cerca de las raíces y aullé, mientras ese aullido resonaba por todo el bosque. Me puse a olisquear el aire, y pronto eché a correr en dirección a donde había supuesto que se encontraba la manada.
Pronto, nos encontramos con la manada. Me acerqué a ellos, sin dejar atrás a Robin, ya que como ya no era de la manada, probablemente lo atacarían. Keryll, una adulta reconocida y respetada en el clan, se me acercó y habló conmigo. Después, se fijó en Robin.
-¿Qué hace él aquí?-me preguntó. A lo que yo respondí:
-Lo he traído yo, si hay algún problema me lo dices, ¿de acuerdo?
Keryll cogió a una cachorra y me la dejó entre las patas delanteras. La miré, sorprendida.
-¿Y esto? ¿Qué quieres que haga con ella?-le pregunté, confundida.
-La tienes que criar y educar-me respondió.
Me quedé parada. "¿Educarla? ¿Criarla?", pensé. ¿Pero para eso no estaban sus padres? Keryll dio media vuelta e hizo ademán de irse. Se lo dije, y me contestó, mientras seguía caminando:
-No lo entiendes, Maddie. Su madre era tu madre. Y ya no volverá jamás. Un cazador se la llevó.
Me derrumbé. Cogí a la cachorra y me la llevé a la cueva. A la mañana siguiente, me desperté y me llevé a la cachorra a dar una vuelta. Empecé a hablarle sobre que tendría que ser una líder algún día, pero ella solo estaba persiguiendo animalillos pequeños y buscando cosas con las que jugar.
-Ya está bien, Zira, escúchame-la reprendí.
Me miró, y me sentí rara, ya que como nunca había estado enseñando cosas a un cachoro de como liderar una manada, si exceptuamos a mi hermano, claro.
-Empecemos de nuevo. No puedes seguir persiguiendo cosas cada vez que quieras, ni tampoco buscar cosas con las que jugar, algunos humanos nos cazan, ¿recuerdas?-le dije a Zira.
-Vale-me contestó.
-Ante todo ya verás, que no comprenderás por qué razón un deseo no se cumplió cómo lo planeó tu corazón-le empecé a decir-. Más sabrás sin dudar que te vamos a ayudar, y tus dudas por fin cambiarás. No lo olvides jamás , nuestro orgullo sentirás; eres más una loba, eres de nuestra manada.
-Dime cómo he de vivir para ser yo y cumplir la ley del clan. ¿Es que puedo en mí confiar? ¿O no es más que estropear algún gran plan?
-Sigue a los que hoy no están, dónde estés contigo van. Tu rumbo también guiarán. En el bien y el dolor, nuestro orgullo y nuestro honor, es formar y amparar nuestro clan. Somos más que tú y yo, la manada nos creó; familias que al sol se unirán. El saber dirigir y el coraje de vivir, llegarán a sentir que eres parte del clan-le dije-. Mientras vivas aquí, esto es lo que eres. Algún día lo entenderás-le dije al ver su desconcierto-. Y recuerda: eres clan.
La cogí por el pescuezo y la llevé de vuelta con la manada.
Última edición por Maddie el Vie Abr 18, 2014 6:23 pm, editado 1 vez
Arwin Ravenhood
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Mensajes : 198
Fecha de inscripción : 25/05/2013
Edad : 22
Localización : Justo detrás de ti xDD
Re: La manadapor Arwin Ravenhood, Mar Jun 10, 2014 4:35 pm
Ya llegamos a Ënawe. Shana manejó bastante bien a Astrick, que había batido su récord de velocidad al llegar allí. No tardamos en encontrar a Maddie.
-Hola Mads-la saludé. La miré más fijamente y me di cuenta de que tenía ciertas heridas, no profundas pero sí abundantes-. ¿Qué te ha pasado?
Me senté en una roca junto al río y cogí un poco de agua en las manos formando un cuenco y se la tiré a Maddie, no pretendía jugar, sino limpiarle un poco las heridas, pero sólo conseguí mojarla aún más.
-Ups.
Me senté al lado del costado de Astrick, que estaba tumbada y coloqué las manos sobre mis muslos.
-¿Algo nuevo?-les pregunte a las dos.
-Hola Mads-la saludé. La miré más fijamente y me di cuenta de que tenía ciertas heridas, no profundas pero sí abundantes-. ¿Qué te ha pasado?
Me senté en una roca junto al río y cogí un poco de agua en las manos formando un cuenco y se la tiré a Maddie, no pretendía jugar, sino limpiarle un poco las heridas, pero sólo conseguí mojarla aún más.
-Ups.
Me senté al lado del costado de Astrick, que estaba tumbada y coloqué las manos sobre mis muslos.
-¿Algo nuevo?-les pregunte a las dos.
Invitado
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Re: La manadapor Invitado, Miér Jun 11, 2014 7:46 pm
Arwin intentó limpiarle las heridas a Maddie, pero la mojó mas de lo que estaba. Se sentó al lado de Astrick y yo sobre una roca que había junto al río. Nos hizo una pregunta a Maddie y a mi.
-De momento no...creo.-respondí. Miré a mi alrededor y me levanté de repente.
Miré a las chicas y suspiré.
-Disculpen, tengo que hacer un trabajo.-les dije mientras me alejaba.- No se cuando nos volveremos a ver. Hasta otra.
-De momento no...creo.-respondí. Miré a mi alrededor y me levanté de repente.
Miré a las chicas y suspiré.
-Disculpen, tengo que hacer un trabajo.-les dije mientras me alejaba.- No se cuando nos volveremos a ver. Hasta otra.
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