Elfgift Niloris
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Nombre : Elfgift Niloris
Escuela : Escuela del Bosque Dorado
Bando : La Diosa
Condición vital : Vivo
Rango de mago : Aprendiz de primer grado
Clase social : Noble (Príncipe en las Islas del Atardecer)
Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 12/10/2012
http://www.latorre.foroactivo.mx/
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Arribando a la Escuela de magiapor Elfgift Niloris, Jue Nov 08, 2012 8:18 am
Luego de caminar a través de los Dorados y mágicos árboles del bosque y de haberme abastecido en el pueblo lindero a la capital me dirigía yo siguiendo una fila de personajes encapuchados con túnicas de brillantes colores que iban con dirección de la Escuela del Bosque Dorado la cuál yo podía divisar desde mi posición

_ Con su permiso, disculpe, lo siento señor, que tenga buen día_ saludaba yo a la gente a medida que me abría paso apartando a la masa de hombres que se desplazaba como un gran ciempiés mientras algunos me saludaban amistosamente y otros me observaban con severidad o curiosidad en tanto yo avanzaba hacia los portales de la escuela con el objetivo de iniciarme en las artes mágicas que allí se enseñaban. Al llegar a la recepción me recibió un hombre vestido de un color pardo que me dió la señal de alto y me preguntó con seriedad.


_ ¿ Quién es usted extraño joven? identifiquese_ me preguntó el elfo de cabello blanco y sabio rostro, a lo que yo lo salude con una breve reverencia:_ Soy Elfgift Niloris, señor de las Islas del Atardecer y he venido para iniciarme en los misterios de la magia_ le dije yo a lo que el hombre de pronto pareció dar un salto al escuchar mis palabras al parecer se veía algo sorprendido.

_Elfgift Niloris entonces....mmmmm.... ese nombre no me es extraño joven príncipe pero bueno de todas formas eres bienvenido, ven sígueme por aquí por favor._me respondió el hombre y así fue que lo seguí a través de pasillos con grandes arcos sostenidos por columnas que conducían a maravillosos jardines con árboles y flores que yo jamás había visto en mi vida, y adornados con estatuas de mármol blanco que representaban a la Diosa y a grandes magos legendarios de nuestro pueblo graduados en la escuela seguramente. Estas esculturas estaban rodeadas de piedras que brillaban con distintas luces de colores embebidas tal vez en un extraño poder que yo no podía imaginar pero que deseaba comprender. Así me encontraba caminando con el sujeto pensando detenidamente en lo que me depararía el destino allí dentro.
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