• Nombre y apellidos: Roth Fresno

• Sexo: Masculino.

• Edad: 32

• Condición vital: Vivo

• Bando: El Dios

• Raza: Humano

• Profesión: Aprendiz de segundo grado. Comerciante (Traficante de especias) e Investigador de ranas y su ecosistema. Aprendiz de guerrero (espadas, una mano)

• Escuela: Fortaleza de Aressher

• Clase social: Plebeyo

• Descripción física: Con cierto carisma natural tengo unos ojos expresivos de gran tamaño que brillan según mis emociones, de un verde oscuro asemejan a un profundo bosque. Tengo la cabeza grande pero lo disimulo bien disimula con el largo pelo ondulado a juego con mi larga barba castaña. Además tengo un bigote que acaba en dos puntas hacia arriba, me gusta pero reconozco que a veces me siento un poco ridículo. De lo que más orgulloso me siento es de mis espesas cejas aunque tengo una cicatriz en la derecha que la parte al final.

Soy un tipo delgado pero fuerte, no tengo manos delicadas de posadero, soy un tipo que se ha tenido que sacar siempre las castañas del fuego y eso se refleja tanto en marcas y cicatrices como en mi forma física. Me gusta vestir sencillo, incluso cuando me sobra el dinero. No veo necesario mostrar opulencia y no veo bien el egocentrismo, está claro que las ranas son más importantes.

• Descripción psicológica: Siempre entusiasmado (por las ranas) soy un hombre sencillo, de buenos modales cuando quiero o necesito algo pero normalmente no dudo en soltar una maldición cuando me pincho el dedo con la aguja de una rueca o proferir juramentos en voz alta si algo me molesta. Muy natural y a gusto conmigo mismo siento amor propio y amor por mi hija Dora, pero sobretodo amor por las ranas. Me gusta pelearme con los puños y me gusta conservar mi honor y mi palabra, por lo que no suelo prometer nada que no pueda cumplir. Soy muy empático con las ranas y aunque muchas veces no la comprenda siempre quiero lo mejor para mi hija y trato de ayudarla. Eso sí, en cuanto a las demás personas suelo sufrir de una gran indiferencia. Soy muy irascible pero trato de serenarme cuando me doy cuenta de que estoy enfadado porque sé que no estoy siendo un buen ejemplo para mi hija.

• Historia: Nací en el seno de una familia pobre, en un poblado pobre cerca de Fuerte Mar. Tuve una infancia dura con unos padres no muy encantadores; trabajando y buscándome la vida desde bien pequeño. Conocí a Olga una tarde de primavera, (sí, sé lo que vais a decir, un tópico ¿verdad?, pues que sepáis que es cierto), ella era hermosa de pelo rubio como el sol y tez blanca como la luna, y una mirada azabache de una profundidad que daría envidia al propio océano. Por aquél entonces era un ladrón y ella, cómo no, una dama. Pero su infancia tampoco estaba siendo una maravilla, nos veíamos a escondidas y nos contábamos historias en las noches sin luna donde ella parecía tener luz propia. Por aquél entonces se produjo una revuelta de campesinos por el aumento de los impuestos y mis padres fueron unos de los "ejemplos" de lo que pasaba si desobedecías la ley. No puedo decir que me apenó sin embargo, pero me quedé sin nada y pronto las tierras serían reclamadas por algún campesino enfadado ya que yo era demasiado joven para hacerme cargo de ellas y además nunca me había interesado. Fue entonces cuando le pedí a Olga que se fugase conmigo. Sí, era una locura, lo sé, y nunca es posible... pero sucedió, y por primera vez en mi vida probé la felicidad de primera mano. Confieso que fue duro para ambos, arrancados de una u otra manera de nuestros padres y nuestro hogar, sin dinero para comer y a veces sin fuerzas para andar. Pero juntos conseguimos sobreponernos y creamos un negocio de especias, los pocos conocimientos que mi padre me había enseñado eran de labranza y herbología.

Tras ciertas averiguaciones que no estoy dispuesto a revelar nos propusimos crear un negocio juntos, un tanto fraudulento sin duda, pero ni que fuese yo el único que ha evitado la ley en su vida. Al ser traficantes y no tener casa nos movíamos mucho y viajamos por toda Garnalia expandiendo nuestro negocio haciéndonos un nombre. En uno de los viajes pasamos por un bosque (bastante húmedo todo sea dicho) en el que parecía reinar la naturaleza, con estanques y bonitos claros. En los estanques descubrí un animal precioso que me enamoró la vista, tiempo después averigüé que se trataba de una rana y que las había de muchas clases. De hecho descubrí que llevaban mucho tiempo en el mundo y mi interés creció. Por lo que dediqué el resto de mis días a estudiarlas, enterándose así de que algunas especies estaban en peligro de extinción y sentí la necesidad de protegerlas. Convirtiéndose en el proyecto de mi vida y el de mi pareja continuamos nuestro viaje. En el transcurso de este tuvimos una hija, Dora, fue el momento más feliz de mi vida.

Un mal día, ciertamente el peor, unos guardias borrachos salieron a nuestro encuentro en el camino, nos dijeron que las cosas iban mal pero que si les dábamos nuestras pertenencias no ocurría nada. Entonces vieron a mi esposa. Sabía lo que iba a pasar, traté de evitarlo pero iban armados y estaban mucho más entrenados en la lucha que yo, por lo que… bueno, no hace falta que lo cuente todo. Aquella noche corrió la sangre, les envenené y maté a todos, marcándolos con un hierro en su pecho y en sus manos. Perdí a mi mujer y durante mucho tiempo también el cauce de mi vida, por suerte mi hija Dora me ayudó a superarlo poco a poco y juntos retomamos el camino que su madre y yo habíamos escogido tiempo atrás. La gente ya no me importaba, solo las ranas y mi hija.

No os aburriré contándoos cómo descubrí que tenía dotes para la magia, pero me introduje en su senda aunque nunca con mucho esmero, nunca sentí la necesidad de ser un gran mago, además requería mucho tiempo y yo necesitaba a mis ranas por lo que siendo aprendiz de segundo grado y mi hija de primero, nos marchamos de la fortaleza (por supuesto que del Dios, ¿qué esperaban?¿que me juntase con el bando que mató a mi esposa en nombre de la Diosa?). Ahora sigo como comerciante a ratos e investigador de ranas, pero sobre todo como padre a tiempo completo. Mucha gente dirá que lo que hacemos no es importante, que solo se trata una rana solo es una criaturilla gorda, oscura y fea, pero este animal nos está diciendo que hacemos algo mal: cada vez son menos, y no es de extrañar. Personas, parásitos, hongos, enfermedades, depredadores... pero incluso cuando conseguimos ayudarlas y curarlas, la urbanización de sus hábitats naturales cada vez mayor nos hace preguntarnos si quedará algún lugar donde puedan vivir en paz, sanas y salvas. No olvidemos que las ranas se encuentran en el medio de la pirámide alimenticia animal (Una pirámide que, por cierto, he creado yo a partir de mis investigaciones).

+ Gustos y aficiones: Las ranas, los ranos y los ranxs.

+ Cosas que detesta: Cosas que no son ranas. Soldados sobre todo.

+ Virtudes y defectos: Gran observador lo que me hace distraerme con facilidad.

+ Manías: Me muerdo las uñas aunque no me gusta hacerlo.

+ Curiosidades: Me suelen sudar las manos por lo que con frecuencia me las seco en la túnica o en la ropa que lleve.

+ Objetivos y metas: Salvar a las ranas de la extinción. Crear un registro de fauna y flora y cómo se relacionan todos entre sí. Aprender a tocar algún instrumento, quiero probar la guitarra pero también me llama la atención la ocarina.

+ Otros datos de interés: En "negocios" clandestinos suelen conocerme como Patrick, pues no revelo mi identidad.

• Físico del personaje: Ilustración — Elena Berezina —Roth Fresno

Ficha aceptada, Roth Fresno.