El sonido de las gaviotas despertó a Kvothe, lo primero que vio fueron los restos de la bodega del barco en el que iba, los maderos se mezclaban con la arena de la playa, la unica luz venía de una grieta del techo, el mago trató de levantarse pero no pudo, tomó el recuerdo de lo que había pasado, había llevado durante semanas una mercancía de importancia a su tierra, armas y armaduras, hasta que en algún momento hubo una tormenta huracanada, el capitán del barco intentó salvarlo sobre todas las cosas hasta que una enorme ola les envolvió, la fuerza del agua hizo caer a Kvothe a la bodega donde quedó encerrado inconsciente, apenas había tiempo de coger su espada antes de aquello.

Tras hacer memoria se sentó en una de las paredes del habitáculo, miró a su derecha y vio algo más nítido lo que había vislumbrado al despertar, al pasar su mirada al lado izquierdo vio que el lugar estaba anegado de agua sobre la que flotaba un cadáver que debió de fallecer ahogado, el joven soltó un suspiro y se obligo a levantarse, se agarró con su derecha el lomo izquierdo, en la caída debía de haberse golpeado con algo y le dolía mucho, al dar dos pasos tosió y tuvo que detenerse usando su espada como apoyo, volvió a suspirar y buscó la salida, la encontró y salió a cubierta, ante el se extendía la mitad delantera del buque, esta estaba encallada en una playa de arenas blancas, la misma estaba repleta de tablones, cajas y algunos cadáveres, tras él el mar había engullido la otra mitad a unos cien metros ya que sobresalía del fondo el mástil y la bandera de su tierra ondeando con la brisa.

Más en el interior de aquel extraño lugar había un frondoso bosque tropical, la visión quedaba limitada por una montaña, el mago buscó un lugar a baja altura para saltar a tierra, al caer su pierna derecha le falló y se dio de bruces con la arena, tosió y se mareo hasta el punto de vomitar, volvió a sentarse apoyado a la sombra del naufragio y trató de recomponerse, miró de nuevo el mar y vio que a pocos metros había una caja en el agua que se movía a destiempo con respecto al oleaje, estaba exhausto pero la curiosidad le ganó al pensar que podría tratarse de su almuerzo, se arrastró hasta la caja y tras abrir un pestillo la abrió con ganas, nunca pensó que le ocurriría pero fue la primera vez que esperaba encontrarse cualquier otra cosa que no fuera un dragón, era una diminuta criatura negra que le miraba muy mareado, el mago se cayó con lagrimas en los ojos, necesitaba comida así que pasó de la noble bestia y se levantó para buscar algo que llevarse a la boca.


OBJETIVO KVOTHE: Buscar comida, algo de beber y hacer un campamento.
OBJETIVO DRAKEN: Buscar comida, algo de beber.

EQUIPO: Suplicio, camisa de lino blanco rota, pantalones de cuero marrón ajados.

OFF: Kvothe no puede hacer movimientos bruscos debido al agotamiento y sus heridas, la magia por tanto queda también muy limitada, Draken también esta bastante mareado y el asunto de volar le queda lejos.

En esos momentos recordaba como me capturaron teniendo horas de vidas. También como me vendieron a un hombre que me quería para no se que cosa. Sin embargo, no recordaba por que la caja donde estaba encerrados se movía tanto. Empecé a ver borroso y me desplome en el suelo. Quería que parara. Me daba igual la forma. Y entonces lo hizo. Alguien estaba abriendo la caja. La luz cegó mis ojos, no pudiendo distinguir la figura que había encima mía.  Tras unos instantes, mi vista ya estaba acostumbrada a la luz y  decidí salir de la caja. Mire alrededor buscando posibles enemigos. Vi a un humano, como los que me habían capturado. Le gruñí y corrí a refugiarme en los arboles. Después de varios días encerrados, tenía mucha hambre y sed. Intente volar, pero no tenía fuerza. Seguro que entre los restos del barco habría algo de comida, pero primero necesitaba agua. Y con urgencia. Corría de árbol a árbol procurando que nada me viese. La única ventaja que tenia frente a los animales en esos momentos era mi pequeño tamaño y también era mi principal desventaja. No tenia ni aliento ni alas. ¿Podía estar peor mi situación? La verdad es que si se añadía que el humano me encontrara era posible. Entonces lo olí. Era humedad. Seguí en esa dirección hasta llegar a un estanque. Seguramente era de agua de lluvia, por que no veía ningún arroyo por allí. Me tire de cabeza tragando una gran cantidad de agua.  Salí de nuevo chapoteando. Debía guardar en mi cabeza la posición del estanque. Esperaba no olvidarme. Volví a sumergirme y me di cuenta que en el fondo del estanque había una cueva acuática. Me adentre en ella buceando. Era muy larga y apenas había cogido aire. Ya no podía volver y solo podía desear que hubiera una salida mas adelante.  Ya me estaba ahogando cuando vi una salida a otro estanque, pero la superficie si distorsionaba por culpa de una cascada. Salí a la superficie jadeando. Había faltado poco. Entonces note un movimiento cerca de la orilla. Era el humano que se alejaba. Nade hasta la orilla y empecé a seguirlo. Puede que no tuviera fuerzas para cazar un animal, pero si para rapiñar su comida. Le observe como cogía hojas y ramas y luego como se dirigía a una caja parecida a la que estuve encerrado. ¿Habría otro dragón dentro o habría comida? Si era un hermano, me lanzaría contra el hombre para ayudarle a escapar , y si era comida se la quitaría en un descuido.

Kvothe se había dado cuenta de que el dragón se seguía de lejos, evidentemente la pequeña criatura sabía más bien poco de sigilo, ahora ambos tenían algo más de energía después de haberse refrescado con el tan preciado liquido transparente, Kvothe logró terminar algo medianamente decente para resguardarse de la intemperie cuando cayó la media tarde, a pesar de haber bebido el mareo era incesante debido a las heridas que le daban continuas arcadas, el joven rey solo esperaba no acabar siendo el almuerzo de la lagartija alada. Acto seguido se dirigió a una caja de gran tamaño y tras comprobar el candado que la sellaba suspiró, sacó su espada y usando solo una mano lo rompió de un tajo, la tapadera se cayó dejando caer una enorme cantidad de arena y tres manzanas, al menos menos daba una piedra pensó el mago que se agachó para recoger la fruta.

Por su parte el dragón también vio los rojos frutos que le recordaban a la carne, el pequeño se relamió mientras pensaba que hacer.

OFF: Draken debe postear primero esta vez

Si mi vista no me fallaba, habian caido tres trozos de carne. Eran redondos y lisos, cosa que me sorprendio. Era posible que alguna parte de un animal fueran asi. Daba igual. Mi estomago me reclamaba comida y sangre para el aliengo y eso era lo que le iba a dar. Corri agazapado y haciendo el menor ruido posible entre las rocas y trozos de madera hasta llegar a una posicion cercana a la carne. Solo tendria una oportunidad. Saltaria sobre la carne, cogeria un trozo y saldria huyendo. Me relami solo de pensarlo. Cogi impulso y salte sobre la carne, pero falle. Habia calculado mal y habia saltado tan fuerte que me pase medio metro. Como salte con la boca abierta, esta se me lleno de arena y tuve que escupirla,pues era asquerosa. Ahora si estaba en un buen lio. Con el mar a mis espaldas y el humano delante no tenia sitio por donde huir. Tendria que defenderme. Sin aliento y sin poder volar, solo me quedaban mis dientes y mis garras. Empece a gruñirle y a adoptar una posicion de amenaza. Ahora tan de cerca parecia que no estaba muy bien. Posiblemente estuviera enfermo o algo., asi que deje de gruñirle y ladee la cabeza, extrañado.

OFF el post es corto por que cuando interactuo con otros personajes PJ o lucho con limitaciones no me gista avanzar demasiado rapido y dar mas margen

¿En serio me esta pidiendo que le mate? Ya había probado un poco de carne y sangre humana. Estaba asquerosa. No como las cabras. Me gustaban las cabras. Cuando vi que el humano cogía uno de los trozos de carne, atrape otro con mis garras y me retire un poco. Volví a gruñirle y empece a morder buscando la sangre. Cuando la tuviera podría usar mi aliento para cocinar la carne. Pero de eso no salia sangre. Estaba bueno, pero no era sangre. Termine de devorar el trozo. Era fresco y suave, a diferencia de la carne cruda. Solté un lamento al viento y me tumbe en la arena. Entonces note que algo me mordía la cola. Salte deprisa y me volví hacia atrás. Sin darme cuenta había metido la cola en el agua y un animal que nadaba en el me había mordido. Relamiendome al ver un animal vivo, salte sobre el para cogerle. No se lo esperaba, así que no tuve problemas con el. Le clave bien los colmillos y empece a lamerle la sangre que salia de sus heridas. Con el animal en la boca volví a la orilla victorioso y empece a exhalar mi aliento sobre el animal. Estaba a punto de comérmelo cuando me fije de nuevo en el humano y su estado. Sentí lastima por el. No tenia pinta de ser de los que me capturaron y estaba casi seguro que el me había liberado de mi cautiverio. Mi estomago volvió a reclamarme comida. No sabia que hacer. Con cautela finalmente le lleve el animal cocinado al humano. Aun no me fiaba de el y no le perdí de vista un momento. Volví a la orilla si esperar a que lo cogiera y vi que había muchos mas animales allí, pero estos se movían muy rápido. Riendo para mis adentros, exhale mi aliento sobre el agua que empezó a hervir a los animales, que quedaron flotando cerca de la orilla. Los fui llevando uno a uno a la orilla, donde empece a devorarlos sin mas contemplaciones. Me sobraron un par. Después de lamerles la sangre para recuperar el aliento, los cogí de la cola y se los lleve al humano. Esperaba no tener que arrepentirme de ello aunque no esperaba quedarme lo suficiente para darle esa oportunidad. Me subí sobre una piedra y alcé el vuelo, o eso intente por que las alas no me respondieron bien y caí de cabeza en la arena formando una buena nube de polvo

Ahora que ambos habían comido y bebido Kvothe tenía poder para regenerar sus heridas, sin embargo el dragón parecía aun muy cansado, siendo una cría, tanto tiempo sin comer debía de sentarle mal aunque se hubiera atiborrado. La tarde avanzaba poco a poco en aquella isla, lo más apropiado ahora que tenía todas sus energías sería, tras curarse, conocer y explorar un poco la zona, ese lugar era desconocido, aunque quizás pudiera encontrar en el cuaderno de bitácora del barco algo referente a ese lugar, o quizás pudiera ubicarse en algún mapa, esta última opción quizás pudiera encontrarla en los restos que tenía en frente, pero al pensar en el cuaderno su mirada se posó en la bandera que ondeaba más atrás, en la mitad hundida... el puente.

Otra opción era intentar subir a un lugar algo más alto y ver donde se encontraba, la montaña, en su estado quedaba totalmente fuera de su alcance por ahora, pero quizás la opción de llegar al origen de la catarata era más factible y ofrecería una buena visión de la playa y sus alrededores.

OFF: Draken como es un bebe dragón tiene un rol más libre y no tiene estos objetivos. En cuanto a Kvothe, para darle más juego al rol vamos a limitarte mucho la magia por motivos que conocerás más adelante.

OPCIONES:

1 - Buscar un mapa en la parte segura del naufragio.

2 - Buscar el cuaderno de bitácora en el puente bajo el agua (Draken no puede ir).

3 - Explorar la zona.

* La primera opción es compatible con las otras dos. Mientras realizas la 2ª o 3ª llegaras al atardecer.

Volvía a tener la boca llena de arena. Me revolví en ella fruto de la rabia que sentía en ese momento.¿Por que no había conseguido volar?Lo había hecho en los Volcanes, aunque también es verdad que me lance desde una gran altura. El humano me pregunto que si estaba bien. Aun estaba muy resentido con los humanos y aun no me inspiraba demasiada confianza. Con actitud orgullosa, me quite el polvo de encima y me dirigí de nuevo a la playa. Desde allí observe el mar. Sabia que en un punto al otro lado estaba mi hogar: Los Volcanes. Los echaba de menos, y me quede un rato allí, meditando sobre lo ocurrido en mis escasos cinco días de vida. Entonces un olor llego hasta mi nariz. Era un olor que no había olido nunca, pero que me atraía. Venia de los restos del barco. Sin mas ceremonias, me lance al agua para alcanzar los restos del naufragio. Subi como pude y me adentre dentro del destrozado barco. Maderas astilladas, múltiples utensilios y cadáveres decoraban mi paso. No me gustaba para nada, pero ese olor era irresistible. Llegue a lo que parecía la bodega, o mas bien parte de ella. Allí se amontonaban sacos y cajas de todo tipo, consecuencia del naufragio. Localice la fuente del olor en uno de los cofres. Este pesaba mucho y no estaba volcado y seguía cerrado. Intente romper la cerradura con las garras, pero era de buen material y yo aun no tenia la suficiente fuerza. Entonces probé a lanzar mi aliento a la cerradura. Tuve que gastarlo todo, pero al final lo conseguí. Valiendome de mis garras, levante la tapa y observe el interior. Eran discos pequeños de un material reluciente(Off: Monedas de oro). No pudiéndome resistir, me zambullí dentro del gran cofre y quede rodeado de aquellos discos. Estaba muy a gusto y comencé a quedarme dormido. No se cuanto estuve asi, pero cuando me desperté los discos ya no relucían tanto y me dolía todo el cuerpo. Me dolían las escamas. Confuso y sintiendo mucho dolor, me golpee varias veces con los objetos de la bodega. Entonces empece a arrancarme las escamas. Me di cuenta que aunque el dolor se intensificaba, era solo un momento antes de aparecer. Así que una a una fui arrancándome todas las escamas y vi como mi carne se extendía a la vez. No entendía nada, solo que mis escamas me dolían y debía quitármelas. Cuando termine, una chispa de fuego salio de mi garganta y me prendió fuego. Me dolía mas que antes y trate de apagarlo arrojándome al mar, sin éxito. Cuando llegue a la orilla ya no me dolía, pero me sentía diferente. Me sentía mas grande, mas poderoso. Encontré un cuenco metálico que tenia agua y mire mi reflejo. Sin duda ahora era mas grande. Tendría el tamaño de un humano y una cresta recorría mi espalda. Extendí mis alas y no tenían nada que ver con las de antes. Lo mas curioso es que me habían vuelto a crecer las escamas. En ese momento oí algo a mi espalda que me asusto y me di la vuelta exhalando mi aliento. Esta vez no salio aire caliente, sino una poderosa llamarada que calcino al pobre animal que no logre identificar debido a su estado. Sabia lo que me había pasado. Había mudado. Tendría que esperar un tiempo para poder volver a hacerlo, aunque ahora sabia como. Debía buscar mas material reluciente entonces, pero en ese momento no. Me tumbe de nuevo en la playa para descansar, pues había sido un rato agotador.

Tras observar que sus heridas estaban en un estado mejor Kvothe salió de su refugió y se dirigió al barco, durante un momento el dragón cruzó volando sobre él haciéndole caer al suelo donde rompió un par de tablones, se levantó chistando y se dirigió a la zona no anegada de la bodega, allí localizo unas cajas llenas de espadas y armaduras. No era lo que buscaba, siguió removiendo mercancía hasta que dio con un cadáver que sostenía un rollo de papel, el pobre bastardo había quedado sepultado bajo los tablones de borda y algunas cajas, apenas sobresalía el brazo que sostenía dicho documento que casualmente se trataba de un mapa. ''Perfecto'' pensó el joven, no lo inspeccionó allí abajo pues la luz era muy escasa así que salió. No había ni rastro del dragón, no le hizo mucho caso y se dirigió al refugio, con una caja como mesa y bajo la luz del Sol abrió el mapa, este mostraba el rumbo que seguían o que al menos debieron seguir, el dibujo del trayecto se perdía a la mitad, Kvo sabía que el viento soplaba de poniente la noche de la tormenta así que trazó con el dedo el posible camino que debió seguir el buque, su dedo se detuvo en medio de la nada... o donde se supone que no había nada, no podía seguir pensando que estaba en medio de un lugar dejado de la mano de los dioses así que tras enrollar y guardar el mapa dentro de la caja salió del reducto hacia la selva.

Con bastante esfuerzo fue a la laguna donde caía la catarata y tras fabricar unos guantes con remiendos de sus pantalones comenzó a escalar el escarpado barranco. Tardó una media hora en llegar a la cima y jadeando vio la isla que se extendía ante él, era un valle entre altas montañas, no había más que arboles a su ver pero hubo algo que le llamó la atención: Una extraña edificación de piedra, en el centro del valle, donde los arboles eran más altos, conjuro un hechizo de visión y trató de agudizar la misma para ver de que se trataba pero no hizo muchos más descubrimientos. Aquel lugar debía ser bastante antiguo, no había rastro de vidas humanas por lo que se maldijo.

Edificación extraña

Bajó de las alturas y volvió a la playa donde se escondió al ver otro dragón de su mismo tamaño, lo estudió unos segundos y vio que realmente era la misma bestia del tamaño de un palomo que había salvado de aquel cajón.  Confiando que el dragón no necesitara matarle para comer bajó de nuevo a sus dominios y se dedicó a trazar con un carboncillo algo parecido a un mapa de la isla que conocía en el reverso del que ya tenía. La tarde se cernía sobre el lugar y su estomago ya reclamaba algo que beber y comer, sin pensárselo dos veces echó un vistazo a su alrededor, no pudo evitar esbozar una sonrisa al ver palmeras cocoteras, se acercó a ellas y mediante un simple hechizo de hoja de viento hizo caer tres de los cocos, los recogió y los llevó al refugio, usando su espada les abrió un tajo superior horizontal y se puso a beber la dulce leche, calmando su sed, el dragón parecía inmóvil durmiendo pero el sentido del honor del príncipe no le dejó otra, se levantó y se dirigió a la bestia con los otros dos cocos abiertos, al ponerse a su lado carraspeó para que se despertara y dijo:

- ¿Quieres de beber? -.

Abrí los ojos con cierta pereza cuando oí al humano acercarse. Ya me había acostumbrado a el y sabia que no me haría nada, y si era así lo incineraría. Observe con cierto recelo los cuencos que traía. Cogí uno de ellos con la boca y empece a beber el liquido que contenía. Estaba bastante bueno y le cogí otro de los cuencos. Me empezaba a caer bien este humano, pero mis experiencias anteriores seguían haciéndome reacio a confiar en el. Después de beberme los cuencos que me ofrecía, me dirigí a la playa ha cazar mas animales escurridizos. Necesitaba sangre y comida después del esfuerzo de la muda. Y en la siguiente debería crecer muchísimo mas. Procuraría tener mucha comida cerca para entonces. Pero esta vez no había cerca de la orilla, así que me zambullí en el mar. Los ojos me picaban. Aun no sabia que no era lo mismo el agua dulce de la laguna que el agua salada del mar. No tarde en localizar presas que al verme huyeron despavoridas. Agitando mi cuerpo de un lado para otro, imitándoles a ellos, alcance a varios pequeños, pero apenas sirvieron para algo. Entonces algo paso. Los animales cambiaron su rumbo hacia mi y me esquivaron. Estaban asustados de algo y no era yo. No tarde en descubrir el que. Era otro animal, pero mas grande que yo. Tenia una dentadura colmada de dientes y se dirigía directamente hacia mi. Me aparte de su camino, con la esperanza de que persiguiera a los otros, pero al parecer determino que yo era una comida mas apetitosa. Nade como pude hacia la superficie, pero este animal nadaba mas rápido que yo y consiguió morderme la cola, arrastrándome hacia el fondo. Me volví para clavarle mis garras en los ojos. La criatura me soltó fruto del dolor, aprovechando yo ese momento para impulsarme hacia la superficie. No se como pero aun le sentía detrás. Cuando salí a las superficie disparado, extendí las alas y encogí la cola y las patas traseras mientras me volvía. El animal también me había seguido a toda velocidad y había salido volando varios metros. Cuando vi que caía de nuevo, volé hacia el y le agarre con las garras. Pesaba mucho y me hacia perder altura, pero confiaba en poder llevarlo hasta la playa. Cuando apenas me quedaban un par de metros para tocar el agua llegue allí y solté a mi presa. Esta aun se revolvía. No iba a arriesgarme a usar mis garras, así que simplemente exhale mi fuego.

Kvothe se sentó en la playa al atardecer mientras el dragón se metía en el agua para pescar, en un momento vio que este nadaba a la orilla a toda velocidad pero era capturado por algún ser marino que lo llevó al fondo, el guerrero se levantó y desenvainó su arma, corrió a la orilla en el momento el cual salió la bestia volando seguida de un tiburón pequeño que agarró en el aire y lo llevó a la orilla haciéndole estrellarse para luego abrasarlo, en el momento de entrar a comérselo se interpuso y el dragón le miró extrañado y enojado, pero Kvothe le hizo un gesto para que se calmara, el dragón no lo sabía pero comer algunas partes de los tiburones es altamente toxico así que el guerrero se giró y cortó con su espada varios pedazos de carne que el dragón si podría comer sin problemas.

- Come esto dragón, no morirás si comes esto -.

En el momento de tenderle la comida hubo un temblor de gran magnitud y lejos, en el mar, vieron salir una serpiente draconiana gigantesca, debía medir un kilómetro de largo, este enorme ser de las mas antiguas leyendas de marineros dio un salto y se volvió a sumergir dejando el mar curiosamente en calma. Kvo se levantó y miró sorprendido el lugar donde aquella serpiente se había sumergido. No era posible que tal animal existiera, no podía ser real.

- Dragón... si eso no nos deja salir... nos quedaremos mucho aquí -. Dijo, sin dejar de mirar el mar.

Serpiente marina:

¿Pero que diablos era esa cosa?-pensé al tiempo que daba un salto hacia atrás. Era una especie de dragón alargado de proporciones gigantescas. El humano menciono que si ella no quería que nos fuéramos nos íbamos a quedar una buena temporada. Seria el. Yo podía usar mis alas para volar y salir de esa isla, aunque no sabia que dirección tomar. Dentro de la caja no pude ver nada que indicara el rumbo, por lo que supongo que estaba tan atrapado como el humano. Ya no me hacia gracia quedarme en la playa, con ese dragón rondando por el mar, así que decidí internarme en la selva de nuevo. Golpee ligeramente al humano con la cola y me dirigí hacia la pequeña cascada. Mi paso era firme y la verdad es que no me gire para ver si el humano me seguía. Al llegar a la cascada me zambullí de nuevo en la pequeña laguna y bucee hasta el fondo que conectaba con la cueva submarina. Una vez allí volví a la superficie. No había nada interesante. Creía que había otro camino, pero solo el que recorrí unas horas atrás. Alce el vuelo para explorar un poco y me pose encima de la cascada,mirando al mar. Tenia esperanzas de ver otra isla, otro barco,pero nada. Me tumbe abatido, observando la cascada,la laguna y mis esperanzas de escapar rotas

Kvothe suspiró cuando el dragón le dio un leve golpe en la rodilla con la cola, Kvothe le miró y le siguió hasta el estanque, allí la bestia se sumergió y el guerrero tras usar un hechizo de aire para respirar se introdujo tras él, ambos llegaron a otro estanque, no era mucho más distinto que el anterior pero quedaba más oculto por las hierbas, era un cenote o algo parecido.

cenote:

Tras echarle un vistazo Kvothe asintió y miró al dragón que se acostó algo decepcionado, sin embargo aquella bestia había encontrado un lugar magnifico para alejarse de las inclemencias naturales y los posibles depredadores de la zona, la noche se acercaba amenazadora así que el guerrero dejó solo al dragón mientras volvía a toda prisa a recoger todo lo posible del barco. En una hora recogió: Su refugio, fruta de los cocoteros, una rama larga y flexible, algún resto de pescado, varios metros de cuerda, un arco de la bodega y varias flechas junto con una espada rota.

LLevó todo eso hasta el estanque principal que daba al cenote, se ató todo con las cuerdas y con gran esfuerzo llevó todo a la cueva, lo volvió a montar todo y abrió de nuevo dos cocos, subió al lugar donde estaba el dragón y se sentó a su lado tendiéndole uno de ellos. El bebió el suyo y comenzó a abrir la cascara con la espada rota.

- Mucho me temo que ahora somos compañeros de naufragio, mi nombre es Kvothe, gracias por hacerme compañía dragón, si estuviera solo esto sería un suplicio... -.

La noche se apoderó del lugar dejando un magnifico espectáculo, en el agua había muchísimas gemas diminutas que brillaban con un tono azulado, eso, sumado con la agradable temperatura obligó al guerrero a tumbarse observando el pequeño hueco de la cueva por el que se veía la Luna brillar junto a un montón de estrellas.

- Saldremos de esta... -.

El humano volvio a ofrecerme un cuenco,pero no estaba de humor. Queria irme a los Volcanes con mis hermanos dragones. Entonces me llamaron la atencion unas luces que habia en el agua. Eran bonitas. Me parecio que mi compañero estaba dormido o iba a dormirse. No se como podia tan cerca del agua y con ese dragon acuatico suelto. Eche un pequeño vuelo por un agujero y sali de la cueva. Desde alli me parecio ver una especie de edificio con forma extraña. No pasaria nada por echarle un vistazo. Vole hasta la entrada, pero una puerta me cerraba el paso. Empece a exhalar fuego para consumirla, pero no pasaba nada. Raspe un poco con mis garras y descubri que era piedra. Tendria que entrar por una de las ventanas. Inicie de nuevo el vuelo, directo a la ventana situada en el primer piso.

El dragón salió del cenote y vio brillar mil luces: insectos y plantas emitían fulgurantes y radiantes destellos en toca la gama cromática, estos pequeños seres cruzaban entre los arboles daban un aspecto tan exótico que detuvo al dragón para poder maravillarse de aquello, más lejos, en el mar también se adivinaban luces, la Luna, llena por completo daba aun más color a esa noche que parecía cualquier festividad de la naturaleza.

Tras regresar a su cometido de explorar el dragón halló el portón de aquella construcción cerrado, tras intentar consumirlo dedujo que no podría al ser de piedra y que era inútil seguir malgastando energías, voló hasta el primer piso y se adentró, dentro todo estaba lleno de verdina, enredaderas, musgo y algunas setas que brillaban en un tono azulado muy tenue, eso dejaba al dragón dos caminos, uno parecía bajar a la planta baja y el otro se perdía en la oscuridad.

Kvothe se quedó igual de maravillado que el dragón al salir, caminó con su espada observando cada una de las plantas e insectos que aparecían o pasaban a su lado. Durante su caminó encontró un pequeño poblado de casas de piedra en ruinas, a ninguna casa le quedaba poco más de un metro de altura de paredes, en las zonas bajas se apreciaban letras de algún lenguaje desconocido, y en el centro del mismo poblado había una extraña columna con más relieves de esas extrañas letras, al tocarlas estas brillaron y le hicieron caer de rodillas cegado por la luz, al abrir los ojos de nuevo se encontró en una visión del pasado envuelta en luz azulada, había varios niños jugando allí, hombres ataviados con poco más que unos taparrabos, eso si, bastante ornamentados, a pesar de no poder atestiguarlo Kvothe dedujo que debían ser de piel morena, todos iban rapados excepto las mujeres que decoraban sus melenas en una gran trenza cuádruple, había alguna que incluso llegaba a los tobillos a su dueña.

Durante todo aquello, todo insonoro pero sensible. los presentes en aquella visión se giraron asustados hacia la espalda del guerrero que al girarse volvió a cegarse y cayó de espaldas de nuevo al amparo de la noche. Al abrir los ojos suspiró y miró a su izquierda aun tumbado en la fresca hierba, allí vio una extraña espada clavada en un pequeño pedrusco.

Espada desconocida: