Llevaba dos semanas mas o menos en la escuela del lago de la luna, cada día que pasaba me encantaba mas esta escuela.
Me había pasado la mayor parte de estas dos semanas en la biblioteca investigando sobre el chamanismo, era increíble la inmensa cantidad de dimensiones que existen y las que quedan por descubrir, después de dos semanas investigando y estudiando me decidí por practicar esta magia tan peculiar.
Normalmente no me había esperado tanto tiempo para empezar a practicar magia, pero eran tantas las cosas que podían salir mal, al crear puertas entre dimensiones o invocando cualquier tipo de criatura que decidí esperarme hasta estar bien preparado.
Me encontraba en la orilla del lago, este era mi lugar favorito del toda la escuela, y que mejor sitio para practicar.
El agua del lago era completamente cristalina, sino fuera por las pequeñas olas que creaba el viento en la superficie, parecería que no hay agua.
Estaba impaciente por empezar a practicar, intente crear una puerta entre dimensiones, cogí de mi zurrón una pequeña bolita de cristal completamente transparente con un anillo al rededor de la superficie de la bola, tiré la bola al suelo y este empezó a crecer y a moldearse hasta que se transformó en un espejo con forma extraña y completamente indefinible, con un marco hecho por una aleación de oro y titanio, este presentaba cientos de símbolos arcanos que cualquiera pensaría que están escritos al azar y sin ningún orden, pero yo savia que cada runa había sido cuidadosamente estudiada y cincelada con la mayor delicadeza imaginable.
Este peculiar espejo se lo compré a un mago oscuro a los dos días de atracar en Garnalia. Esto no se lo dije a Eva, savia que los magos oscuros eran malvados por naturaleza y que representaban todo lo contario a lo creían los magos consagrados, por esto savia que ella no aprobaría esta "venta" por así decirlo, principalmente serbia como puerta entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, pero tras dos semanas de duro trabajo a base de magia y mucha paciencia había conseguido que se convirtiese en una puerta abierta entre todas las dimensiones imaginables, exceptuando el laberinto de las sombras, ya que este sitio era completamente peligroso y difícil de encontrar.
Este espejo contenía mucho poder, pero también contenía magia oscura, esto era evidente hasta para un aprendiz, pero su encantamiento no se basaba únicamente en magia oscura, también tenia magia de la diosa, esto hacia que fuese relativamente fácil hacer que me obedeciese, esto era otra, el espejo estaba vivo, no como un ser humano o como un elfo, pero si como un golem o un elemental, pero mucho mas inteligente, el solo obedecía a quien el quería, pero al abrirlo a las demás dimensiones en las ultimas dos semanas también había conseguido vincularlo a mi, esto hacia que solo yo pudiese utilizarlo mas allá de su forma de bola de cristal.
El espejo me hablaba por telequinesis, era difícil hacer que me obedeciese y que me dejara un rato en paz.
Cogí el espejo, con esfuerzo y lo colgué de un muro de piedra que había hecho crecer delante mía.

-Muestrame lo oculto, muestrame lo invisible y lo inaudito.- El espejo solo entendía las ordenes en arcano, si le hablaba en elfico o en cualquier otro idioma no me haría caso.

Pronto la superficie del espejo cambió, se fue oscureciendo hasta que mi reflejo era completamente inapreciable, y me mostro un paisaje lleno de brumas violetas y luces negras flotando por todo el paisaje. No savia que dimensión me estaba mostrando el espejo, esto era un pequeño fallo, no podía decirle que dimensión quería que me mostrase, eso era algo que hacia el por su cuenta, era algo que tenia que solucionar.

Entre en el espejo, esto era algo muy peligroso pero en esta dimensión no parecía haber mas habitantes que las luces negras que flotaban por todas partes, en cuanto pisé mi pie atravesó lo que en un principio había pensado que era el suelo, justo antes de caerme empecé a flotar como si nada, esto era muy extraño, era como si no hubiese gravedad, comencé a explorar aquel inhóspito lugar, pero pare de pronto, las brumas habían cambiado, parecían moverse conmigo como si me siguiesen, me di la vuelta y vi que las brumas se concentraban en columnas de descendían y pronto se formaron unas figuras humanoides, que parecían sombras.

Spoiler:

Al principio solo aparecieron un par después media docena que pronto se convirtieron en decenas.
Intenté defenderme lanzándoles bolas de fuego, pero estas se deshacían justo antes de rozarles siquiera.

No te molestes mortal, tu magia de nada sirve aquí ahora. me quedé petrificado, habían hablado pero no con boca, que parecían no tener, sino que las voces sonaban dentro de mi cabeza.
Intente hablar pero ni un solo sonido salía de mi boca que se agitaba arriba y abajo intentando desesperadamente gritar.
"¿Quienes sois?" pensé.

Somos la voz del pasado, el sonido del presente y la visión del futuro esto no lo acabe de comprender del todo, pero pensé que serian algo parecido a los oráculos de mi dimensión.
Esos que llamas oráculos, no son nada comparados con nosotros, ellos ven solo una fracción de lo que nosotros somos capaces de ver
"Por que mi magia no sirve"

Por que nosotros no queremos que funcione

"No comprendo nada"

Lo sabemos, y no tenemos necesidad de hacértelo comprender, no eres el primer mago que da con nosotros y no serás el ultimo, en cuanto abriste esa puerta, vimos tu vida pasada, presente y futura, tu nacimiento y tu muerte al mismo tiempo.

Quise preguntarles mas cosas pero desaparecieron entre la bruma como fantasmas, quise seguirlos pero me fue completamente imposible, pronto mi cuerpo se vio arrastrado al portal por el que había entrado y cuando salí la puerta se cerro, esto era muy extraño, puse la mano sobre el espejo y se volvió a convertir en una pequeña bolita de cristal que guardé en mi zurrón, deshice el muro de roca y volví a la escuela dándole vueltas a lo que acababa de pasar.