Velenior
Velenior
Elfo
Nombre : Velenior
Escuela : Escuela del Bosque Dorado, La Torre
Bando : La Diosa
Condición vital : Vivo (Kin-Shannay)
Cargo especial : Maestro de magia básica (Bosque Dorado)
Rango de mago : Mago consagrado, Experto en Magia del Aire
Rango de guerrero : Guerrero experto (arcos; espadas, una mano), Experto en Guerrero de Aire
Clase social : Nobleza, Rey de las Islas del Amanecer
Mensajes : 291
Fecha de inscripción : 20/05/2013
Edad : 25
Localización : Volando por ahí
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El comienzo del viajepor Velenior, Jue Sep 12, 2013 1:31 am
El puerto bullía de actividad.
Hacía tres meses que me había marchado de la torre. Por el camino, una enfermedad me acosó, haciéndome retrasar el viaje y refugiarme en un pequeño pueblo. Ahora, ya me había recuperado y, mi viaje seguía en pié.
Ha diferencia de los elfos, los humanos siempre andan con prisa, por lo que corrían por las embarcaciones como alma que lleva el diablo.
Aquella no era una excepción pero parecía lista para zarpar.
Subí con paso ligero a la cubierta del barco.
El capitán advirtió mi presencia y me dirigió una mirada interrogante.
-¿Valdrían doscientos para llevarme a Ënawe?- Pregunté sin rodeos.
Si bien los humanos ya eran toscos en general, los comerciantes solo levantaban cabeza cuando se hablaba de dinero.
-Ni doscientos ni nada- Replicó el capitán como ofendido.
Malinterpreté su respuesta he insistí.
-¿Trescientos?
-Nadie te va ha llevar a Ënawe ni aunque te tires a sus pies, ¿acaso crees que queremos ir directos a una guerra?
Hasta ahora ese detalle me era desconocido pero no tenía tiempo para pensar en ello, debía llegar.
-Le pagaré lo que sea pero por favor, he de llegar allí.
El capitán me miró con desaprobación un momento, después extendió la mano hacia mí.
-Está bien, te llevaré pero te costará cinco veces más que un día normal
Fruncí el ceño.
No me parecía justo pero no tenía otra si quería partir.
-Está bien
El capitan me sonrió mientras aceptaba con gusto la cantidad fijada.
Tras esto se volvió y preparó el barco.
Un rato después salíamos a mar abierto.
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